La fiebre del skincare ¿obsesión por la belleza o cuidado necesario?

En los últimos tiempos el cuidado de la piel se ha convertido en una obsesión para muchas personas, sobre todo para las adolescentes. Una tendencia que ha sido fomentada a través de las redes sociales como Instagram o Tik Tok en las que existen miles de cuentas dedicadas exclusivamente a compartir información sobre productos de belleza.

Estas influencers comparten con sus seguidores los innumerables cosméticos que utilizan en su supuesta rutina de cuidado diaria. Un hábito que la mayoría de las veces no suele corresponder con la realidad sino que detrás de ellas hay fuertes campañas de marketing de la industria, pero cuyo mensaje cala estrepitosamente en el público objetivo.

Cada vez son más las jóvenes que deciden invertir grandes cantidades de dinero, tiempo y esfuerzo en rutinas de cuidado facial a la vez que baja la edad a la que comienzan a utilizarlos.

Tal es la fiebre por el cuidado de la piel que incluso se ha creado un término para definir la adicción total por la cosmética, la cosmeticorexia. Una obsesión que en incontables ocasiones produce un efecto contrario al deseado. Utilizar demasiados productos en nuestra piel puede no solo no mejorarla sino crear problemas de la salud. Más aún cuando las usuarias utilizan cosméticos que no son adecuados para su tipo de piel o para su edad.

Cuidar la piel es importante para mantenerla sana y prevenir problemas como el acné, las arrugas o la sequedad. Sin embargo, cuando esta preocupación se convierte en una obsesión que consume tiempo, dinero y genera ansiedad, puede tener consecuencias negativas para la salud mental y el bienestar general.

Por este motivo, El Faro ha consultado a una experta, la farmacéutica Ana Baquero Ortega, que ha explicado cómo debe ser nuestra rutina diaria y si realmente es necesario utilizar tantos productos.

Al igual que en resto de partes del mundo, en Melilla también se ha notado esta creciente preocupación por el cuidado de la piel favorecida por las redes sociales. Los melillenses han tomado mayor conciencia sobre este tema y acuden con más frecuencia a las farmacias en búsqueda de determinados cosméticos.

Tal y como ha explicado a este diario nuestra experta, la fiebre del skincare ha llegado a Melilla sumado a la falta de dermatólogos, dando como resultado una demanda de productos muchas veces innecesarios o desaconsejables según qué tipos de piel. 

En relación a los productos que más se buscan para conseguir determinadas resultados, Baquero señala que hay tres categorías que son las más demandadas: acné, antimanchas y antiedad. En concreto, son las dos primeras las que más preocupan a los usuarios.

Pero no solo el auge de las redes sociales ha provocado esta situación sino también la creciente toma de conciencia sobre la salud de la piel. Lo importante no es usar muchos productos como intentan vendernos sino usar los adecuados. Ana Baquero destaca que una correcta rutina de piel no tiene por qué ir ligada al uso de una gran cantidad de productos. Es más, aclara que en el caso de una piel con alguna alteración de la función barrera (acné o rosácea descontroladas, brote de dermatitis…), siempre es aconsejable llevar a cabo una rutina más bien minimalista. 

"Es cierto que la necesidad de usar más o menos productos va a depender de los efectos que busquemos. Por ejemplo, se sabe que el uso diario de fotoprotector es uno de los mejores antiedad que existen. Sin embargo, no podemos pretender que simplemente usando fotoprotector a diario vayamos a llegar a la vejez sin ni una arruga", resalta.

En este sentido, afirma que la hidratación, elasticidad y textura propios de una piel joven y bien cuidada requieren de una rutina adecuada, completa y constante.

Por otro lado, asegura que tampoco es aconsejable usar productos innecesarios y mucho menos combinarlos sin sentido. "A raíz de la fiebre del skincare se han puesto de moda algunos activos como la vitamina C o el retinol, cuyo mal uso puede dar lugar a irritaciones en la piel, aparición de manchas e incluso quemaduras. Bajo mi punto de vista, este tipo de productos solo deberían poder adquirirse en establecimientos que dispongan de personal cualificado capaz de aconsejar adecuadamente al usuario", recomienda la experta.

Una vez comprendidos estos puntos básicos, Baquero ha explicado a los lectores de El Faro cómo debemos cuidar la piel y qué deberíamos usar para ello. La experta advierte que existen tres productos básicos que debemos usar a diario como mínimo: el limpiador, la crema hidratante y el fotoprotector. Sin embargo, aconseja que una rutina completa debería componerse de los siguientes pasos en este mismo orden:

Por la mañana:

1. Limpiador: para piel seca, grasa, con imperfecciones, sensible…lo importante es que sea adecuado al tipo de piel y preferiblemente que se aclare con agua.
2. Tónico: ayuda a equilibrar el pH de la piel tras su limpieza, además de ayudar a limpiar en profundidad los restos de suciedad que puedan quedar. Pueden tener múltiples propiedades según lo que busquemos: calmantes, hidratantes, astringentes, antiedad y/o exfoliantes.
3. Contorno de ojos: si lo que te preocupan son las bolsas, busca fórmulas con cafeína. Si por el contrario, lo hacen las ojeras decántate por alguno con vitamina k si son vasculares o con ácido tranexámico si son pigmentarias. Si lo que tienes son arrugas o finas líneas de expresión escoge activos como los péptidos, el ácido hialuronico de bajo peso molecular y/o la centella asiática.
   

   Para tener una mirada perfecta elige un contorno de ojos global que aúne múltiples activos.

4. Sérum antioxidante: vitamina C, vitamina E, ácido ferúlico, polifenoles… Ayuda a combatir los radicales libres, minimizando los signos visibles del envejecimiento. Además mejora la luminosidad y textura de la piel y reduce las manchas, entre otras propiedades.
5. Crema hidratante: texturas ricas para las pieles normales a secas y tipo gel-crema para las mixtas a grasas.
   

   Algunas pieles grasas no necesitan su aplicación previa al fotoprotector.

6. Fotoprotector: en crema para pieles secas, fluido para pieles mixtas y oil-free para pieles con imperfecciones. Debe proteger frente a los rayos UVA, UVB, IR y luz azul. Lo ideal es usar uno con SPF 50. Se debe aplicar lo equivalente a dos dedos de crema para toda la cara media hora antes de salir de casa y reaplicar cada 2 horas como norma general.

Por la noche:

Los pasos y los productos podrían ser los mismos salvo dos excepciones:

1. Doble limpieza: primero usamos un limpiador de base oleosa para eliminar la grasa, el maquillaje y el protector solar. A continuación, para eliminar la suciedad y los residuos propios de la contaminación, usaremos un limpiador de base acuosa.
2. Sérum: lo ideal es combinar en noches alternas un sérum de tratamiento (acné, manchas, antiedad…) con un renovador como el retinol o los hidroxiácidos.

"Además, eliminaremos el paso de la fotoprotección y una o dos veces en semana utilizaremos una mascarilla que ayude a potenciar los efectos deseados de nuestra rutina diaria", añade.

Pero, ¿qué ocurre cuando quienes usan una gran cantidad de productos son adolescentes que en realidad no necesitan la mitad de ellos? Los anuncios de productos cosméticos en redes sociales ha desatado una fiebre por el skincare, especialmente, entre los adolescentes, recalca Baquero.  En un intento de conseguir el cutis perfecto, se abastecen de numerosos productos innecesarios y contraindicados para su tipo de piel.

Muy lejos de esto, según remarca, lo que consiguen es que los poros se obstruyan provocando lo que se conoce como acné cosmético. Por tanto, en vez de cuidarse la piel, se la están perjudicando.

"Como he mencionado anteriormente, con el limpiador, la crema hidratante y la protección solar, bastaría para los más jóvenes, siempre y cuando sean aptos para su tipo de piel y no exista ninguna patología", aconseja para añadir "para los productos antiedad no me gusta fijar una edad, pero de manera general diría que a partir de los 25-30 años ya es recomendable usarlos para empezar a prevenir un envejecimiento prematuro".