Han pasado dos días desde la muerte de una embarazada y el bebé que esperaba y la familia aún se encuentra en estado de shock. Sus allegados se preguntan por qué los médicos que la atendieron el jueves por la noche en Urgencias no la dejaron ingresada. Familiares de esta mujer confirmaron a El Faro que fue dada de alta a las pocas horas de estar en el hospital porque le diagnosticaron que el dolor que tenía en el costado eran gases.
Sin embargo, el viernes por la mañana seguía encontrándose mal, avisó a una ambulancia y, aunque fue trasladada al Comarcal, falleció en el centro hospitalario. Los sanitarios tampoco pudieron hacer nada por salvar la vida del bebé que esperaba.
Emprender acciones legales
Familiares de esta melillense aseguraron que “no ven normal” que la enviaran para casa ese jueves por la noche cuando padecía de hipertensión y de diabetes. A su juicio, hubiera sido un acierto su ingreso en el hospital o, al menos, que hubiera permanecido en observación un poco más de tiempo.
De hecho, aseguraron a este periódico que no descartan emprender acciones legales contra el hospital. Aunque indicaron que todo dependerá de lo que suceda mañana. En este sentido, argumentaron que el forense le practicará la autopsia y conocerán las causas reales de esta trágica muerte.
La familia unida
La familia espera que a mediodía o por la tarde les entreguen el cuerpo de la mujer y puedan enterrarla en un cementerio en las inmediaciones de Farhana.
Asimismo, fuentes consultadas por El Faro indicaron que gran parte de los familiares de esta melillense se trasladaron ayer a Beni Enzar, donde disponen de una casa más grande, para poder estar juntos y unidos en estos momentos tan tristes para ellos.
La mujer estaba embarazada de seis meses. Se casó hace un año. Toda la familia es del Monte María Cristina, aunque hace más de 20 años que se trasladaron al Real, explicó un allegado.
Además, comentó que la familia había sufrido hace poco otro revés, como fue la muerte del padre de esta melillense.
Lo sucedido
Familiares de la embarazada aseguran que el pasado jueves por la noche sufría un fuerte dolor en el costado. Se acercó a Urgencias para que la atendieran. Allí le pusieron un suero y le dijeron que lo que tenía eran gases. Recibió el alta y se marchó a su casa.
Pero el viernes por la mañana continuaba con los dolores. Avisaron a una ambulancia y fue trasladada al Comarcal.
Una hora más tarde, según estos familiares, recibían la peor llamada de teléfono: la mujer había fallecido y los sanitarios tampoco habían podido salvar la vida del bebé que esperaba.
Fuentes sanitarias comentaron a El Faro que la embarazada llegó en mal estado de salud al Comarcal. Aseguraron que, ante esta situación, los profesionales del centro hospitalario tomaron la decisión de practicarle una cesárea para intentar que sobreviviera el bebé, pero no lo lograron.
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