Varios niños aprenden Ciencias Naturales en una clase práctica con insectos y vegetación del parque
La idea de enseñanza se asocia inmediatamente a un centro escolar, numerosos y voluminosos libros de texto y unos horarios rígidos, pero no siempre es así. Al menos la Asociación para el Desarrollo Infantil de Melilla ADIM Garabatos quiere ofrecer una alternativa para la educación preescolar e infantil que rompa con este pensamiento académico y aporte a los niños bienestar físico y emocional mediante actividades lúdicas.
La vicepresidenta de la asociación, Jenny Ruiz, explica a El Faro que Garabatos surgió hace dos años como otra opción en las primeras etapas de la educación, ya que hasta los seis años la escolarización no es obligatoria. El objetivo es fomentar el desarrollo de los más pequeños adaptándose a sus ritmos y periodos de concentración y actividad e impulsar su curiosidad y creatividad para aprender a través de la experimentación, con juegos y manualidades, sin dejar de lado la atención emocional y el cariño que necesitan en esta primera etapa educativa.
La organización
Unas 35 personas son socias de ADIM Garabatos y llevan actualmente a sus hijos a las clases y a los talleres que organiza. Esta entidad cobra una cuota de 25 euros semetrales o 50 anuales para pagar íntegramente a la maestra que da las clases y para comprar los materiales con los que hacen las manualidades y los experimentos de manipulación. Ruiz recuerda que la entidad no tiene afán lucrativo y que ningún miembro de la directiva cobra un sueldo, ya que tienen sus propios empleos, y la cuota de socios la utilizan para pagar a la maestra, los materiales y el alquiler del local en carretera Farhana, número 44.
Interacción con el entorno
La vicepresidenta de Garabatos recalca que en todas las actividades y talleres los niños son los que tienen el control del ritmo del desarrollo. Muchas de estas actividades se realizan en el entorno natural de la ciudad con el objetivo de motivar al niño a conocer todo cuanto le rodea y para mejorar su comunicación con los demás en un contexto real, algo que en ocasiones parece que se ha mermado con el abuso de la tecnología.
En ADIM Garabatos también programan muchos talleres gratuitos y abiertos a todos los niños de la ciudad para que participen con sus padres. Algunos de estos talleres son de manualidades de pintura, dibujo o montar piezas, otras son excursiones por las zonas naturales de la ciudad, también hacen cuenta cuentos, teatro en inglés con una maestra nativa y yoga para niños. Tampoco faltan los juegos en el rocódromo de la asociación o la observación en su mesa de luz. “Todo es poco para motivar su mente y enseñarles buenos hábitos de comportamiento”, señala Ruiz.
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