Cultura y Tradiciones

Éxito rotundo del mercado renacentista en Melilla tras la ausencia de varios años

Este domingo terminó el mercado renacentista Carlos V en la antigua ciudadela de Melilla con una asistencia itinerante muy concurrida.

Según los empresarios que han conformado El mercado renacentista de Melilla, éste no destaca a nivel nacional en asistencia de público ni en cantidad de puestos participantes que lo conforman.

El melillense es un mercado pequeño en comparación con el Cervantino de Alcalá de Henares, o el de San Lorenzo del Escorial. Tampoco tiene la asistencia de la mayor parte de los mercados renacentistas y medievales que se celebran en las zonas castellanas o riojanas, que cuentan con la visita de casi cien mil visitantes. El de Alcalá de Henares aunque en poco, las supera.

No obstante, es singular en cuanto al contexto en el que se desarrolla, debido a que es el único que se hace en una ciudadela fortificada de costa, Además es una fortificación de la época renacentista. Según los feriantes, ningún mercado medieval en España tiene estas características. “Características que lo hacen completamente diferente a los demás”.

Durante el día de cierre del mercado renacentista melillense ha habido muchas y diversas actividades, precisamente porque aunque sea pequeño en relación a los peninsulares más conocidos, Este año ha tenido un ámbito más diverso, ya que ha quedado dividido cuatro áreas que reflejan las cuatro culturas existentes en la ciudad.

Se realizaron múltiples juegos infantiles tradicionales, precisamente de origen renacentista, de la primera época del Siglo de Oro español. Éstos tuvieron lugar desde las once de la mañana hasta las dos de la tarde y desde las siete y media de la tarde hasta las once y media de la noche. Además a lo largo de todo el día hubo música renacentista y un espectáculo itinerante propio de aquellos años.

A media mañana, sobre las doce menos cuarto, se realizó un taller de teatro bajo el nombre de “Sueño de Volar, a la vez que los Orcos (personas deformes de aquella época tomadas como malditos por la incultura que reinaba antes de la Ilustración) dieron un espectáculo itinerante a lo largo y ancho de la ciudadela.

El taller de teatro comenzó de nuevo a las seis de la tarde. Esta vez, de forma itinerante con el nombre de “Magos en tu jardín”, “La Ronda del Hechicero atribulado”, “La Bailarina y el Dragón” y para terminar con “Trolerías”, también realizada por la compañía Teatro Infinito”.

En lo que se refiere a la zona Amazigh, bajo el Áula de Carlos V se hizo un campamento medieval.

La música renacentista castellana se sustituyó por la música andalusí que sonó durante todo el día, desde las doce de la mañana hasta las nueve de la noche. La compañía musical que llevó a cabo el concierto itinerante estuvo a cargo de la compañía Up Sala.

Además de los espectáculos acrobáticos que tuvieron lugar, se realizaron varias Gincanas (juego de aquella época) del pan y del pez. En concreto hubo tres: La primera tuvo lugar a la una y media , otra a las siete y finalmente, la última de ellas se realizó a las nueve menos cuarto de la tarde.

El espectáculo itinerante del Ducado del Rey tuvo lugar al final de la mañana y al final de la tarde. Que con el conocido grupo Xalamut que como viene siendo habitual en ellos desde 2016, tocaron música de las tres culturas más importantes del Siglo XVI, música renacentista Castellana, Andalusí y Sefardí. El título de este popurrí de melodías fue “Los Músicos de Mliliat”.

Por otra parte, hubo Rondas como espectáculos propios de la época mudéjar; tenemos que pensar que en la época de Carlos V España albergaba muchos musulmanes que por sus condiciones económicas y también por sus buenas relaciones con el mundo cristiano cimentadas desde muchos años no emigraron de Granada a lo que hoy se conoce como la ciudad marroquí de Tetuán. (Hablamos de la última emigración, ya que fueron los Reyes Católicos quienes hispanizaron España al completo).

Además de las culturas castellanas y andalusíes que participaron en el mercado renacentista de Melilla, participó la zona Sefardí, ubicada en el Foso del Hornabeque con música exclusivamente sefardí. (Judíos que habitaban en la España de la época, antes del exilio).

El espectáculo tuvo lugar bajo el nombre de “Gálata” ( pueblo procedente de Francia que se ubicó en Asia Menor, igual que los judíos sefardíes procedentes de España).

Sobre las doce del medio día y a las ocho de la tarde comenzó el espectáculo musical itinerante de “La Pata de Palo y Muela de Currito.

El grupo musical procedente de Ourense, (Galicia) “Armonía en el Aire”, interpretó su repertorio musical “Eliyah”, y todo esto amenizado con la exhibición de Isla Tortuga que tuvo lugar a diferentes horas del día, desde las doce y media de mediodía hasta las ocho y media de la tarde.

Otra de las culturas que participó en el Mercado Medieval melillense fue la Indio-Gitana. La compañía “Bambolea” interpretó a lo largo del día las obras “Los Bufones del Imperio Romano”, a las doce menos cuarto de la mañana, “La Familia Romaní” a la una y cuarto de la tarde, “El Genio de la Lámpara” a las seis y media, “Los Gitanos Despistados” a las ocho de la tarde y a la misma hora, en lugares diferentes del recinto “El Conjuro de la Buena Ventura”.

Por otra parte, además de los espectáculos de “Peregrina de Caminos”, “La Diosa Isis”, “La Choza Encantada”, “La Diosa Vikinga Neftis Paloma” y “La gran Maga”, este último espectáculo simuló un círculo de brujas haciendo conjuros, muy propio de la época.

No podía faltar la música romaní en honor a la figura sobrenatural de origen eslavo Leshis. Este espectáculo musical tuvo lugar a la una y a las siete y media de la tarde de forma itinerante.

Lashi es una criatura sobrenatural, de origen eslavo que vive siempre en lugares apartados del bosque, pero solamente cuando no hace frío. Así que el 17 de octubre se mete bajo la tierra, donde pasa el invierno. Sin embargo, antes de caer se endemonia y provoca tormentas, rompe los árboles y echa a los animales de sus madrigueras. A Leshi, le encanta silvar, pero cuando hay gente no lo hace para no llamar la atención. Dado que el Mercado Renacentista melillense es el anunciador del verano, aprovecha para rendirle tributo a este ser mitológico y legendario que solo es feliz en la estación estival.

En este contexto la zona Indio Gitana hizo referencias con música y espectáculos itinerantes a la diosa nórdica Fryja. La Diosa vikinga del amor, la belleza y la fertilidad.

Todo ello se desarrolló en un marco general (por todo el mercado) de espectáculos propios de la época, como “El Loco del Pueblo”, “Carcajadas y Mamporros”, muy bien ambientados.

Por otra parte, también tuvieron mucho protagonismo a lo largo de los tres días que ha durado el evento, los pasacalles abanderados de tipo italiano, tan del lujo y gusto renacentista.

Es digno de mención que la Casa de Ceuta en Melilla colaborase en la actividad con una exposición de PlayMobil titulada “El Monasterio de Yuste”, También hubo algunas charlas explicativas sobre la época medieval y cómo se interpretaba la vida en aquel tiempo. Ni que decir tiene que hubo simulaciones de combates y esgrima participativo; hay que tener en cuenta que ante la precariedad de las armas de fuego existentes en la época renacentista, el esgrima a espada era fundamental para la lucha en duelo (permitido en aquel tiempo) y el combate en la guerra.

Si bien, el mercado renacentista tenía su cierre oficial a las doce de la noche, los puestos medievales y la gente no se recogió hasta horas en la madrugada.

En una época donde la industria era prácticamente inexistente, la artesanía era la protagonista. Así que éste ha sido un mercado en el que los puestos de productos artesanos han tenido un protagonismo muy destacado.

Según la opinión de los visitantes es precisamente lo que se ha buscado, más que la consumición en sí misma…La adquisición de productos artesanales. Los productos artesanos tradicionales es lo que identifica a este tipo de mercados y es lo que la gente busca, su origen y su identidad más esencial. “Está bien que durante tres días lo pasemos pipa y además compremos algo que no sea industrial, sino único y exclusivo para nosotros”.

El marco en el que se ha desarrollado el mercado renacentista es una ciudadela costera fortificada, construida en su fase más embrionaria en el Siglo XV, como una de las fronteras marítimas avanzadas que tenía España en la época. De ahí que se decidiera hacer una fortaleza.

Los cuatro nuevos recintos amurallados se construyeron en el Soglo XVI (siglo en que se decidió engrandecer y formar una ciudadela amurallada en la costa africana. Esto se desarrolló entre los Siglos XVI y SXVIII que es lo que propiamente se conoce en la ciudad como “Melilla la Vieja” .

Soplo a partir de 1881 se inicia en Melilla la construcción de una serie de fuertes exteriores con la intención de proteger los nuevos límites de la ciudad, ya que los fuertes de procedencia renacentista se habían quedado obsoletos.

 

 

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