Opinión

Europa elige entre odio y progreso

Europa es el proyecto político de mayor éxito de la historia, el único capaz de integrar la pluralidad y diversidad de la Unión en un espacio compartido sustentado en los principios socialdemócratas: solidaridad, derechos, libertad e igualdad.

Por eso, los socialistas queremos una Europa que nos la imaginamos como la Europa de los fondos europeos, de la energía limpia, de las inversiones. Una Europa fuerte, social, unida, que defiende la paz y los derechos humanos.

Melilla como ciudad le debe mucho a la Unión Europea, porque un porcentaje altísimo de las inversiones en esta ciudad son gracias a los fondos europeos. Hablamos por ejemplo de los fondos Next Generation y del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que han traído a España y a Melilla millones de euros para áreas como vivienda, educación, economía y empleo, turismo, cultura, energía e infraestructuras.

Estos fondos se están empleando para mejorar la Formación Profesional, para llevar a cabo políticas activas de empleo y una mejora de la formación de los desempleados con itinerarios personalizados de orientación, construcción de vivienda para alquiler social, digitalización de pymes y autónomos, creación de zonas de baja emisiones, etc. Los fondos europeos contribuyen a mejorar la vida de los ciudadanos y son una realidad en nuestra ciudad que los melillenses podemos ver, como la construcción del centro educativo ‘Encarna León’ o del nuevo Hospital Universitario, dado que ambos proyectos han contado con estos fondos.

Explicando la importancia que los fondos europeos tienen para nuestra ciudad, hay que recordar el papel clave que ha tenido Pedro Sánchez en la consecución de éstos y en cómo se están utilizando para modernizar el tejido productivo y abordar la transformación verde y digital de la economía. Sin embargo, tristemente también hay que recordar el papel de un PP que ha antepuesto sus intereses partidistas a los de Melilla y España, ya que el propio Feijóo fue a Europa a hablar mal de nuestro país para intentar evitar que llegaran fondos europeos.

Estas elecciones europeas hay mucho en juego. Nos estamos jugando que crezca la ultraderecha, como está creciendo en todas partes.

Y es que Europa está en peligro. En peligro porque la están queriendo reventar desde dentro la derecha y la ultraderecha, cada día más próximas entre sí. Una derecha y una ultraderecha que se alza con aspiraciones de reducir derechos y agenda social, como está sucediendo en algunas de nuestras comunidades autónomas gobernadas por PP y Vox. Y como ya ha sucedido y está sucediendo en otros países europeos donde han conseguido llegar a los gobiernos: en Polonia, en Hungría y en Italia. También vemos el avance la de ultraderecha en Francia, Alemania o en Países Bajos.

La Europa actual integra la pluralidad y la diversidad que la componen gracias a que se sustenta en los valores socialdemócratas: solidaridad, derechos, libertad e igualdad. Sin embargo, el auge que en nuestro país y en otros puntos de la Unión está teniendo los partidos que fomentan los mensajes de odio supone para la UE en general y para Melilla en particular un enorme peligro para nuestra convivencia.

Hoy más que nunca, debemos seguir protegiendo el desarrollo de sociedades abiertas, cohesionadas, inclusivas y diversas independientemente del género, del origen racial o étnico, de la religión o las creencias, la discapacidad, la edad o la orientación sexual de la persona. Y, es por eso que el mundo, la Unión Europea, España y Melilla, necesitan más democracia, necesitan más derechos, más progreso y más oportunidades.

Frente a quienes quieren romper la convivencia y enfrentar a unos ciudadanos con otros, las y los socialistas nos hemos dedicado a reforzar los valores democráticos y salvaguardar el respeto del Estado de Derecho. Frente a los discursos negacionistas de la ultraderecha, desde el PSOE queremos exportar a Europa nuestro modelo: un modelo de éxito que garantiza más empleos, más derechos, más convivencia y más bienestar. Somos el bastión de los derechos y el progreso frente a la voluntad retrógrada de la derecha y la extrema derecha.

En estas elecciones la ciudadanía elige entre dos modelos: el del odio, el retroceso y el enfrentamiento, que es lo que representan las derechas; o el de la convivencia, los derechos, el avance y la igualdad, que es lo que implica el proyecto del PSOE y de los socialdemócratas europeos.

Compartir

Artículos recientes

Los Caleros de Ayamonte de Pepe Gámez

En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…

2 meses hace

Indagando sobre el sentido del temor a la muerte

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…

2 meses hace

Percebes

De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…

2 meses hace

Derecho a discrepar

Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…

2 meses hace

Verano del tiempo viejo (VII)

Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…

2 meses hace

Las nuevas tecnologías transforman los Juegos Olímpicos

Los Juegos Olímpicos de París son un evento deportivo en los que la tecnología no…

2 meses hace