El eurodiputado de Ciudadanos Jordi Cañas presentó este miércoles en Bruselas el informe “Ceuta y Melilla: Más España, Más Europa”, que buscar llevar una mayor integración y participación de las ciudades autónomas en la Unión Europea. A raíz de esa intervención, el político aceptó conversar con los periodistas Tania Costa (directora de este diario) y Gonzalo Testa (subdirector del Faro de Ceuta) sobre los tres temas principales incluidos en ese documento: la entrada de ambas en Schengen, su acceso a la Unión Aduanera y la concesión del estatus de Región Ultraperiférica.
Cañas aclaró que se trata de una triple fórmula que “no es nueva”, pero creyó pertinente impulsar un debate en torno a esas cuestiones en ocasión de que se cumple un año de la Resolución del Parlamento Europeo sobre los acontecimientos de Ceuta, los cuales “mostraron y demostraron que existe una situación insostenible” en las ciudades autónomas, por lo que "se hace necesario tomar decisiones”.
El eurodiputado reconoció que los tres elementos destacados dentro del informe “han estado flotando siempre en el debate público” y, por ende, no forman parte de una receta suya, sino que son los elementos que él considera que se deben poner sobre la mesa para iniciar un debate constructivo con el fin de lograr conclusiones, porque dichos territorios tienen que “estar presentes, participar y también ser parte de las soluciones que plantea la Unión Europea”.
A continuación, opinó que es el momento de empezar un proceso que incluya un calendario concreto para que Melilla y Ceuta digan qué quieren, aunque por supuesto esto no depende solamente de ellas, sino también de que el Gobierno español decida solicitar a las instituciones continentales llevar adelante los tópicos enmarcados dentro del texto.
“Mientras más puedan participar las dos ciudades en las decisiones europeas, más se van a reafirmar frente a sus problemas que son, básicamente, su futuro, su prosperidad y su seguridad”.
El 1 de junio se conoció que el presidente melillense Eduardo de Castro y la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri, habían acordado en Bruselas la apertura de una oficina de Melilla en Europa, la cual abrirá antes de que termine el año.
Cañas valoró como muy trascendente esa información porque cree que las de ambas ciudades deben estar en esa urbe belga, “y si se hace a través de la representación permanente también es una buena decisión, porque les permitiría participar en los debates de los diferentes consejeros, que tratan temas relevantes como infraestructuras, inmigración y economía”.
La presencia allí provocará que se las tenga en cuenta y que estén en el mapa, aseveró.
El eurodiputado manifestó que el documento busca generar “una información común” que permita tomar “una opinión fundamentada en datos comunes”, los cuales no se pueden compartimentar, por eso el estudio intenta abordar los tres de manera conjunta.
No obstante, puntualizó que específicamente los dos primeros (Schengen y Unión Aduanera) son los más interrelacionados y es importante que se entienda ese vínculo, así como los pros y los contras del mismo.
En este sentido, expresó que las preguntas a hacerse serían: “¿nos ofrece más ventajas?, ¿si conocemos los inconvenientes podremos limitarlos?, ¿asumimos el reto de intentar cambiar el statu quo?, y ¿queremos avanzar o queremos quedarnos como estamos?”.
En esa línea de cuestionamientos continuó al referirse a los temas de la frontera y la aduana, que igualmente poseen “un profundo parado político”.
Al respecto lanzó las siguientes interrogantes: “¿queremos que las fronteras las controle el país vecino o la queremos controlar nosotros también?, ¿estamos a la espera de que los demás lancen mensajes políticos o nosotros queremos lanzar alguno?, ¿vamos a tomar decisiones esperando lo que le pueda parecer bien o mal a Marruecos, o por lo que consideramos que pueda ser beneficioso o perjudicial para los ciudadanos de Melilla y Ceuta?”.
El también historiador insistió en que las relaciones con esa nación pueden ser buenas, malas o regulares, sostuvo que la actitud de España tiene que ser constructiva y no debe generar ningún conflicto de forma voluntaria, pero enfatizó que nuestro país tiene la soberanía para tomar las decisiones basadas en los intereses de sus ciudadanos.
“¿Marruecos nos preguntó a nosotros si tenía que potenciar económicamente el entorno de Melilla y Ceuta?, ¿Preguntó a España cuando decidió hacer Tánger Med?", dijo.
Además de ello, expuso que el país no tiene una estrategia a corto, medio y largo plazo, sino que “va reaccionando” en función de lo que hace ese territorio vecino, cuya idea al momento de cerrar unilateralmente la frontera fue “una estrategia de asfixia económica” para “crear una sensación de aislamiento sicológico y económico”. A esas alturas, sentenció Cañas, “la excusa fue el Covid”.
La estrategia de Rabat también persiguió un “intento de crecimiento económico y desvío de las inversiones hacia el área de influencia marroquí”, algo que forma parte del viejo propósito de que las ciudades autónomas terminen bajo su dominio.
“La pregunta es qué plan hay en el otro lado: ¿seguimos igual?, ¿esperamos a que vuelvan a cerrar la frontera? Es como con Rusia: ¿estamos en espera de que nos abran o nos cierren el gas para decidir tener alternativas? Ha tenido que llegar una guerra para que Europa se dé cuenta de que no solo puede depender del gas ruso”.
A partir de todo lo anterior, Cañas dijo que espera que la pandemia y la medida del cierre fronterizo den la alerta de que no podemos esperar que el futuro económico de Melilla y Ceuta "pase por las relaciones con Marruecos, sino por las que podrían ser unas relaciones privilegiadas con la Unión Europea y con el conjunto de España. Esa es la gran apuesta”.
Para lograr ese objetivo, “el primer paso es pedir entrar en la Unión Aduanera y en Schengen”, pero hay que hacerlo de “forma coordinada”. El Gobierno debe solicitar al resto de los Estados miembros la incorporación de Ceuta y Melilla a la Unión Aduanera, algo que el eurodiputado haría "manteniendo la seguridad fiscal, pero ambas ciudades deben decidir si quieren o no y decirlo para que el Gobierno las escuche y actúe en consecuencia”.
Con el informe, elaborado para Cañas por la prestigiosa consultora Ernst&Young, se pretende sacar a Melilla y a Ceuta de la grave crisis económica por la que estas atraviesan.
De forma puntual, se incluyó entrar de lleno (sin excepciones) en el espacio Schengen, elemento que implicaría que los nadorenses perderían el privilegio de acceder sin pasaporte a territorio de Melilla.
Otro aspecto importante es la viabilidad de incorporarse a la Unión Aduanera sin que se requieran modificaciones fiscales de calado, lo cual mantendría el IPSI.
Por último, también se pretende la concesión del estatus de Región Ultraperiférica y la declaración de Zona Económica Especial, al considerar que estas dos cuestiones no son excluyentes entre sí.
Anteriormente, el político nacido en Cataluña había resumido que el texto era “un trabajo a fondo con cifras y análisis para abrir el debate a la sociedad civil, los representantes políticos y los agentes económicos, y avanzar en consensos sobre qué futuro quieren. Proteger y defender Ceuta y Melilla pasa también por garantizar un futuro de prosperidad para todos sus ciudadanos”.
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