Su hija, que se encuentra en la ciudad colaborando con Euskal Telebista, recordó como su padre fue fusilado por los nacionales y su madre encarcelada cinco años.
De todos es conocida la historia de Carlota Leret O’Neill y su familia, ya que esta mujer se ha convertido en uno de los símbolos vivientes de la lucha contra el olvido de los crímenes del franquismo. Ahora sus vivencias serán más conocidas, ya que la cadena de televisión Euskal Telebista se ha desplazado hasta Melilla en compañía de Leret O’Neill para reconstruir aquellos duros días de guerra y represión política en un documental de 50 minutos.
Así lo señaló ayer esta superviviente del régimen dictatorial ante los medios de comunicación locales, al tiempo que rememoró aquellas lejanas semanas de 1936 en las que vio como su padre desaparecía para siempre y su madre era encarcelada en el Fuerte de Victoria Grande. Corría el 17 de julio de aquel año cuando la joven Carlota, hija de un capitán del ejército destinado en Melilla Virgilio Leret y de la periodista Carlota O'Neill, se convirtió en testigo inesperado del comienzo de la Guerra Civil.
Con los primeros disparos, su padre se incorporó al cuartel para empuñar las armas. Nunca más volvieron a verle, pues fue derrotado por los nacionales y fusilado al alba del día siguiente. Jamás se supo que ocurrió con el cadáver y aunque se baraja la posibilidad de que fue enterrado en el cementerio de La Purísima, esta posibilidad está casi descartada.
Su madre, escritora y periodista, supo que desde aquel día España no volvería a ser la misma, y lápiz en mano escribió en 24 páginas, las cuales se convirtieron en la primera crónica de la Guerra Civil española. Sin embargo, la suerte no la acompañó, ya que tras aceptar la oferta de un militar franquista para residir junto a sus hijas en una casa de Melilla fue encarcelada en el Fuerte de Victoria Grande.
Cinco años duró su tormento en prisión, donde según narran los libros, las vejaciones y las violaciones de convirtieron en una práctica habitual para aniquilar la moral de las encarceladas. Años después, finalizado el infierno en el que se convirtió su estancia en prisión, logró huir con sus hijas a Venezuela.
Esta es, en líneas generales, la historia que ETB pretende llevar a televisión en un documental que contendrá imágenes de los sitios de Melilla donde se desarrollaron los hechos, la base de hidros del Atalayón, Victoria Grande o la casa donde se ofreció vivir a Carlota O'Neill. Además, está confirmado que en unos meses la vida de Virgilio Leret y Carlota O'Neill llegará a la gran pantalla.