“Esto no puede ser un refugio para Marruecos. Mire más por España”

Un allegado a la familia de la niña marroquí fallecida en noviembre pasado en el Comarcal asegura que la directora médico del hospital de Melilla insistió en dar el alta a la menor para que “se ocupe de ella vuestro rey”.

Mohamed Moufid Uahabi, allegado a la familia de la Aya Koudad, la niña marroquí fallecida de leucemia en noviembre en el Comarcal, cuando esperaba que la trasladaran a la península para someterla a un trasplante de médula que podría haberle salvado la vida, asegura que la directora médico del hospital de Melilla, Antonia Vázquez, quiso dar de alta a la menor, pese a la gravedad de su estado, con frases del tipo: “Esto no puede ser un refugio de Marruecos. Que se ocupe de ella vuestro rey”.
Moufid Uahabi afirma además que le enseñó su DNI español a la directora médico del Comarcal cuando ésta intentaba dar de alta a la niña marroquí fallecida y que Antonia Vázquez le replicó: “Pues entonces, mira un poquito más por España. Hay mucha crisis y esto no lo podemos asumir”. Así consta en la denuncia presentada el 16 de noviembre de 2012 en el Juzgado Decano por el padre de la niña, Ahmed Koudad. En esa denuncia constan las conversaciones que el melillense Mohamed Moufid dice haber sostenido con la directora médico ya que él era el interlocutor de la familia de Aya con los médicos del Comarcal.
Como ya publicó El Faro, la directora médico del hospital de Melilla será llamada a declarar por un presunto delito de omisión del deber de socorro, tras ser denunciada por el padre de Aya.
Durante el mes que la menor estuvo ingresada en el Comarcal, Mohamed Moufid fue el único que habló con el personal médico. En vista de que el estado de salud de Aya Koudad empeoraba a la espera de un traslado a la península que sugirió el hematólogo que la atendió en Melilla y que nunca se produjo, Mohamed Moufid, siguiendo instrucciones de la familia, propuso a los médicos “afrontar los gastos” del traslado. En la denuncia consta que “la Dirección Médica respondió que buscaran clínicas privadas en Marruecos”.
Asimismo, el padre de Aya, que es quien ha denunciado a la directora médico del hospital Comarcal de Melilla, recalca en su escrito que Antonia Vázquez les llegó a facilitar el teléfono de un supuesto especialista en Nador que se ofrecía a llevar el caso  “con ciertas garantías”.
Siempre, según consta en la denuncia, la directora médico comentó a la familia de Aya Koudad que el número de teléfono lo había conseguido a través del Consulado de España en Nador.
El mismo día que murió la menor marroquí (2 de noviembre de 2012) ante su empeoramiento, el jefe de la UVI del Comarcal comunicó a los familiares de la niña que ésta “podría ser trasladada a un hospital de la península siempre y cuando hubiera garantías de poder sobrevivir al traslado o incluso llegar al aeropuerto”.
De esta última decisión médica la familia de Aya dedujo, según consta en la denuncia del padre de la niña, que la menor “falleció sin recibir la asistencia sanitaria debida, tal y como propuso el especialista en Hematología en su informe de evacuación urgente fechado el 17 de octubre, pues la Dirección del Servicio Médico del Hospital Comarcal de Melilla, haciendo caso omiso a la propuesta no procedió al traslado a un centro hospitalario de la península con medios adecuados para tratar su enfermedad”.
Es por esto que la directora médico del Comarcal será llamada a declarar en calidad de imputada, sin perjuicio de que tras su declaración, el juez considere que no hay indicios de delito y archive el caso.

La labor ‘cuasi policial’ del médico

Dos veces fue recurrido el archivo del caso contra la Dirección Médica del Hospital Comarcal  por presunta omisión del deber de socorro en el caso de la niña marroquí fallecida de leucemia en noviembre pasado en Melilla.
En uno de los autos de archivo el juez se pregunta “si el médico denunciado por la familia de Aya Koudad omitió la labor de atender al paciente o dicha labor no fue favorecida por la acción de los padres de la niña”.
Al respecto, el juez destaca que la familia de Aya no aportó documentación médica alguna de la menor (que sufría leucemia y había sido atendida ya en Marruecos) a pesar de constar ya ingresada en un hospital de Rabat. Es por eso que el 23 de octubre de 2012 el médico que la atiende en Melilla tiene que solicitar esa documentación a través del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa).
El facultativo, añade el juez en el auto de archivo, tiene que realizar “una labor cuasi policial” ante la falta de información que obtiene de los padres de la menor.
Por eso, el juez se pregunta “si ha habido omisión del deber de socorro”, como considera la familia de Aya en su denuncia contra la directora médico del Comarcal y su respuesta, apunta, “no puede ser positiva si se parte de la acción médica que ha realizado las funciones propias y que estaban a su alcance, y que por degracia, no pudieron evitar la muerte de la menor”.

No hay dos sin tres: Admiten el recurso de apelación

El 16 de noviembre de 2012 el padre de Aya Koudad, la niña marroquí que falleció ese mismo mes de leucemia en el  Comarcal, interpuso una denuncia contra la directora médico del hospital de Melilla, acusándola de un presunto delito de omisión del deber de socorro. Esta denuncia fue archivada y recurrido su archivo en dos ocasiones. La última, a través de un recurso de apelación que finalmente fue estimado por el Juzgado de Instrucción número 4 de Melilla.
En el auto fechado el día 6 de este mes y al que ha tenido acceso El Faro, la sala dispone que admite el recurso y declara “la procedencia y pertinencia” de practicar las diligencias de investigación solicitadas por las partes.
Eso quiere decir que la sala acuerda que la directora médico del hospital Comarcal sea llamada a declarar en calidad de imputada de un presunto delito de omisión del deber de socorro. También llamará como testigos al médico que atendió a la niña Aya Koudad en la UCI, así como el hematólogo que sugirió su traslado urgente a un hospital de la península para someterse a un trasplante de médula que podría haberle salvado la vida.