Estefanía Saavedra Casado (18 de febrero de 1986) Lleva subida a un escenario desde los 3 años. Su debut fue en ‘Sopa de Gansos’ de TVE. Con 9 años la cogieron de solista para el coro del colegio Nuestra Señora del Buen Consejo, que fue su colegio. Con 11 años ganó el concurso del V Centenario de Melilla y representó a España en el certamen internacional por la Paz, quedando en segundo lugar. A partir de ahí fue estudiando en solitario. Ha actuado en numerosas ocasiones en la ciudad y realizó uno de sus sueños en marzo de 2020, cuando llevó su propio espectáculo ‘Alma’ al Teatro Kursaal. En agosto “con muchas ganas y con todas las medidas de seguridad para esta pandemia”, asegura, cantó en la X edición de Música a la Luna. “Me siento feliz de poder decir que pertenezco a la escuela de Pilar Muñoz, cursando 16 años de clásico-español. Gracias a ella conservo el respeto y la disciplina a la hora de ensayar y subirme al escenario, y como no, el amor por la danza”, afirma. “Mi pasión por los escenarios la compagino con mi trabajo como técnica en cuidados de Enfermería”, destaca Saavedra.
En cuanto a su familia, afirma que es humilde, donde se le inculcó que las cosas más importantes de la vida son las que no se compran. “Mi padre es un ejemplo para mí, un hombre que quiere a mi madre con locura, respetuoso, honrado, trabajador y, sobretodo, buena persona. Mi madre también lo es, ella es un ejemplo de lucha y de coraje, y muy divertida, es sin duda el pilar de nuestra familia”, añade. Por ello, remarca que los dos han trabajado muchísimo para sacar adelante a sus hermanos y a ella misma. “Tengo la suerte de estar casada con mi alma gemela, Jesús y de ser madre de dos hijos maravillosos, Martina y Ángel, ellos son toda mi vida”.
En cuando a la filosofía de vida afirma que es “vive y deja vivir”.
–¿Cómo se describiría a nivel personal?
–No sabría bien cómo describirme a mí misma, pero las personas que me conocen bien dicen que soy muy cariñosa, empática, leal y divertida. Yo puedo decir que soy bastante tranquila, sentimental, perfeccionista en mi trabajo y muy familiar.
–¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?
–En invierno un buen abrigo, en entretiempo una americana y en verano un vestido largo.
–¿Le gusta llevar alguna joya? ¿Tiene algún significado especial?
–Siempre llevo en la mano derecha mi anillo de pedida y la alianza de boda, y en la mano izquierda una sortija cruzada que me regaló mi marido en uno de nuestros aniversarios.
–Expresión melillense que más use o que le llame la atención
–Llamar ‘carrillo’ a los quioscos y COA al autobús urbano, son las dos expresiones que más utilizo.
–Un rincón de Melilla del que nunca se aburre de visitar.
–Soy una enamorada de nuestra ciudad. No podría quedarme únicamente con un rincón, me gusta pasear por sus calles, ir al teatro, la ciudad antigua, las zonas verdes, los bares, sus playas… Melilla es una ciudad acogedora que tiene mucho que ofrecer.
–Su libro favorito. ¿Cuándo leyó el último?
–Uno que me recomendó mi hermano Salva hace muchos años: ‘La buena suerte’. Lo acabé en una noche. Ahora estoy leyendo ‘Hablemos de nosotras’.
–¿Películas o series? ¿Alguna favorita?
–Soy más de una buena película. Me encanta el cine. Podría deciros, por poner un ejemplo, ‘En busca de la felicidad’ en la que sale Will Smith, o ‘Philadelphia’ con Tom Hanks, dos de mis actores preferidos.
En cuanto a las series, mi favorita es ‘House’. No me canso de verla. Y actualmente estoy esperando la nueva temporada de ‘La casa de papel’.
–Mi tiempo libre lo dedico a...
–Sin ninguna duda, a mi familia.
–Un recuerdo de la infancia.
–Los fines de semana que nos quedábamos mi hermano Salva y yo con mi abuela María. Dormíamos con ella en su cama. Nos contaba cuentos, historias, nos cantaba… Mi canción favorita era ‘Silvana’. Siempre le pedía que me la cantara y ella lo hacía todas las veces que hicieran falta. Me quedaba hipnotizada escuchándola, le abrazaba y entonces me dormía.
–Un juguete.
–Siempre Barbie.
–Su fiesta favorita.
–La Navidad porque yo soy una persona muy familiar y llena de ilusión. Me gustan los villancicos, las panderetas, poner el árbol y adornar mi casa, pasear por Melilla iluminada, comernos las uvas en Nochevieja, abrazarnos y llorar dando gracias porque otro año más estamos todos juntos y con salud. Ver la cara de felicidad de mis hijos en la cabalgata de Reyes y despertarnos al día siguiente llenos de nervios para abrir los regalos.
–¿Cocina? ¿Se le da bien?
–Cocino y dicen que lo hago bien, aunque mi marido se ha apoderado prácticamente de los fogones y a mí me parece estupendo, cocina genial. De la repostería sí que me encargo yo.
–No puede resistirse a un plato de...
–Gazpachuelo de mi madre.
–¿Qué tarea del hogar no soporta?
– Fregar los platos.
–¿Personaje histórico que le llame la atención?
–Todas aquellas mujeres que han luchado por los derechos que tenemos en la actualidad, todas aquellas valientes que han marcado y cambiado la historia como Rosa Parks, Emmeline Pankhurst o la Madre Teresa de Calcuta.
–Si pudiera viajar al pasado, ¿a qué época le gustaría ir?
–Sin duda a cualquier momento con mi abuela María, daría mucho de lo que tengo ahora por un ratito acurrucada con ella, tocándole sus manos, su trenza del pelo, diciéndole cómo te quiero viejita mía, y que ella me mirara con esos ojos llenos de amor y me hiciera sentir paz. Me daría igual la época siempre y cuando ella estuviera.
–¿Viajaría al futuro?
–Nunca, vivo el presente.
–¿Es supersticioso?
–Para nada.
–¿Se arrepiente de algo?
–No me arrepiento de nada. Todo lo que ha sucedido en mi vida me ha traído cosas buenas y cosas malas, pero yo me quedo las buenas. Las situaciones adversas me han servido de crecimiento y aprendizaje personal.
–¿Cuál es su principal miedo?
–Que a mis seres queridos les falte salud.
–Algo que deteste de usted mismo.
–Dos cosas, que no puedo ocultar nada, ya sea bueno o malo, porque mi cara me delata, y que cuando le compro un regalo a alguien o intento dar una sorpresa, empiezo a dar pistas, se me van escapando cosas y al final me pillan (risas).
–Un lugar de ensueño para ir de vacaciones.
–Aquel donde esté con mi familia siempre será especial. Pienso que no se trata del lugar, sino de las personas que te acompañan y harán inolvidable el viaje.
–Si le tocara la lotería…
–Me considero una mujer afortunada. La vida me ha dado dos hijos, conozco el amor de verdad porque tengo a mi lado al mejor compañero de vida que podría imaginar y la gente a la que quiero goza de buena salud. Pero si hablamos de dinero, puedo decir que, sobretodo, ayudaría a mi familia y a personas que viven en la calle y yo me compraría una casa con jardín. Después de la crisis que estamos viviendo, creo que hemos aprendido que lo último son las cosas materiales.
–Un chiste.
–Lo mío son los escenarios. Soy muy mala para los chistes porque los que más me gustan son los cortos que no tienen gracia, pero ahí va uno.
“Esto es un loco que llama a la puerta de la habitación de otro…
-¿Quién es?
-Soy yo, tu compadre Manolo.
-Ah pues no estoy.
-Pues menos mal que no he venido”.
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