Inconformista El Melilla no se conforma con el empate y consigue una gran victoria ante un Cacereño que se adelantó en el marcador Goleadores Jairo Álvarez y Chota neutralizaron el gol conseguido por Chapi.
ra sacar conclusiones pero lo que nadie puede poner en duda es que este equipo tiene alma. El Melilla no se vino abajo a pesar de que el marcador ya le era adverso desde el primer minuto de juego y al final, cuando ya todo el mundo daba por bueno el empate, Chota culminó en boca de gol una remontada que sabe a Gloria y que premió la constancia y la ambición que tiene este equipo.
El partido tuvo dos partes bien diferenciadas. En la primera el Cacereño demostró la fama que le precedía de equipo compacto y peligroso, aunque con el marcador a favor se mostró menos incisivo en ataque y se centró en anular el juego colectivo de los azulinos que apenas inquietaron el portal defendido por Fuentes, salvo un mano a mano de Mahanán con el meta extremeño. La segunda parte fue otro cantar, sobre todo con la entrada al terreno de juego de Domenech y a raíz del cambio de posición de Jairo quien abandonó la banda izquierda para situarse en la media punta. La UD Melilla arroyó en el tramo final al Cacereño que nada pudo hacer para frenar el vendaval azulino.
El inicio del choque dejó tan perplejo a los aficionados azulinos como enfervorizados al final. Tan sólo había transcurrido un minuto de juego desde que Muñoz Mayordomo diera el pitido inicial, cuando una buena apertura a banda derecha de los visitantes acabó con un centro medido de Jaraiz al punto de penalti que Chapi se encargó de rematar de perfecto testarazo al fondo del portal unionista ante la pasividad de la defensa y el portero. El inesperado comienzo no hacía más que confirmar que el equipo de Moya no lo iba a tener fácil para sumar la segunda victoria consecutiva en casa. Sobre todo conociendo el potencial a la contra de los extremeños.
A pesar del mazazo, el Melilla no se desajustó y, por momentos, trató de llevar la iniciativa para superar el entramado defensivo montado por Cobos que funcionó a la perfección con un Checa muy seguro y efectivo en el duelo que mantuvo durante casi todo el choque con el incombustible Chota; con una línea de retaguardia sobria y expeditiva y un centro del campo que movía la pelota con criterio y que daba vida a un peligroso Chapi y a un incordiante Esteve. La lesión de Gonzalo al filo de la media hora, trastocó los planes del técnico visitante que tuvo que retrasar a Checa hasta el eje central de la defensa perdiendo presencia los blanquiverdes en la zona ancha en la que Fausto Tienza volvió a mostrar su poderío.
Velasco con un tiro cruzado y Andrés Sánchez, al saque de una falta, pusieron a prueba a Fuentes. Entre medias, en el 19, Jairo aprovechó un desajuste defensivo de la zaga visitante pero su disparo forzado se perdió por encima del travesaño. La ocasión más clara de los locales en el primer tiempo llegó en el 38 cuando Fragoso dibujó un pase interior que dejó a Mahanán ante el meta extremeño al que intentó batir de tiro raso pero la pelota acabó en córner.
Con una falta lanzada por Santi Amaro que lamió el larguero y un disparo lejano de Jairo acabó el primer acto con ventaja visitante.
La UD Melilla pudo empatar en los primeros compases del segundo tiempo cuando César Díaz envió con testa sobre Chota una falta ejecutada por Andrés pero el melillense, con todo a su favor, desaprovechó la ocasión disparando algo desviado. La entrada de luis Domenech revolucionó el partido. Nada más entrar al campo lanzaba un libre directo que buscaba la escuadra de Fuentes quien abortó el peligro enviando a saque de esquina.
Juan Moya movió ficha, situó a Domenech en la banda y adelanto a Velasco. Después retiró del terreno de juego a un medio defensivo como Fragoso para dar entrada a un hombre más ofensivo como Omar y situó a Jairo Álvarez en la media punta. A partir de ahí el Melilla fue otro y se lanzó a por la igualada, pero la remontada hubiera sido más complicada si Dorronsoro no hubiera desbaratado una acción de Esteve, en el 67, que se plantó sólo ante él y que pudo significar el 0-2 o si el portero azulino no hubiera realizado la parada de la mañana evitando un gol cantado al despejar un disparo de Santi Amaro que buscaba de manera irremediable la escuadra melillense.
Cinco minuto después, en el 76, Jairo Álvarez recibió un balón cercano a la frontal y desde 25 metros conectó un derechazo tremendo que se coló como un auténtico obús por la escuadra izquierda de Fuentes que no pudo evitar la igualada a pesar de su estirada ni la alegría desbordada en el graderío del Municipal melillense.
Con el empate en el marcador, el Melilla se mostró muy ambicioso y pasó por encima del Cacereño. Así, la estrategia estuvo apunto de funcionar en una falta lanzada por Luis Domenech que entre el portero y la defensa se encargaron de despejar con apuros. Poco después Domenech remató dentro del área el portero despejó en corto y la pelota le llegó a Chota que golpeó a puerta vacía pero el cuero se marchó por encima del larguero. Nueva oportunidad de voltear el marcador y Chota que se desesperaba por fallar tan clara ocasión.
A cinco minutos del final, Velasco cabeceó alto un córner sacado por Domenech y cuando parecía que el empate era inevitable, una falta cercana al banquillo local sacada por Domenech acabó con un remate forzado de Fausto al que Fuentes no llegó y el omnipresente Chota aprovechó para enviar el balón a la red y convertir Álvarez Claro en una fiesta. El capitán unionista obtuvo el premio a la constancia al igual que la UD Melilla lo hizo por su empuje y ambición.
El triunfo deja a los de Juan Moya en la zona alta de la clasificación con siete puntos en su haber e invictos en este tramo inicial de competición.