“Estamos en una revolución lenta y silenciosa, que va por buen camino”

El presidente de la Ciudad comenta las expectativas de futuro para Melilla, envía un mensaje de optimismo y esperanza, y apuesta por seguir avanzando hacia una ciudad “más igualitaria”. Juan José Imbroda es optimista cara al nuevo año laboral que, prácticamente, comienza hoy con un intenso trimestre por delante hasta el puente festivo de Semana Santa.
La primera autoridad local insiste en la necesidad de combatir el paro y rebajar a la mitad su porcentaje actual, como principal objetivo de la nueva legislatura. Un reto común para el conjunto del país pero crucial para una ciudad que requiere de un “equilibrio interno” para crecer como pueblo “desde la unidad y el respeto a sí mismo”. Una meta que Juan José Imbroda cree se está consiguiendo, de ahí que hable de una “revolución lenta y silenciosa, que va por buen camino”, pero que en su opinión también requiere de medidas sociales más directas hasta lograr mayores cotas de igualdad entre todos los barrios de Melilla. En este sentido gira la entrevista que hemos mantenido con el presidente de la Ciudad, a modo de proyección de lo que podemos esperar del nuevo 2012 y, en un sentido más amplio, de la nueva legislatura y nuevo Gobierno de Mariano Rajoy.
-¿Ha sido el 2011 un año irrepetible para el Partido Popular?
-Por lo menos ha sido el mejor año para el Partido Popular en cuanto a resultados electorales. Irrepetible no lo sé. El futuro lo dirá. Yo aspiro todavía a que este partido en Melilla suba más.
-Al margen de las victorias electorales y los récords históricos en las urnas ¿Con qué se quedaría del año pasado?
-Es difícil dejar de mencionar las dos campañas electorales, porque han marcado muchísimo el año 2011. La primera fue en mayo, la segunda en noviembre y prácticamente ha sido todo un año electoral. Me quedaría con el apoyo de los ciudadanos y con el PP a nivel nacional, que también ha tenido unos éxitos extraordinarios.
-¿Y que borraría de este último ejercicio?
-La crisis y los cinco millones de parados que tenemos. Las cifras negativas de crisis tan tremendas y que están gravitando de una manera extraordinaria sobre la situación actual.
-El 2012 ha llegado cargado de esperanzas pero también con un panorama sombrío ¿Qué podemos esperar los españoles en general y los melillenses en particular?
-Yo espero lo mejor. He dicho muchas veces durante las pasadas campañas electorales que lo mejor estaba por llegar. Yo espero lo mejor porque tenemos un presidente al cual conozco y sé de sus cualidades humanas e intelectuales, y de su lealtad e ilusión por servir al pueblo español. A las pruebas me remito: desde que ganó las elecciones está dando una lección de rigor, de sensatez, de saber hacer las cosas. Ha formado un Gobierno con personas muy preparadas que van a dar un buen resultado. Es verdad que tenemos una situación malísima pero también que tenemos un pueblo que puede tirar para adelante. España es una Nación potente, no está hundida, puede levantarse otra vez y alcanzar grandes cotas. Yo espero que esta España nuestra que ya demostró en la Transición y a finales de los 2000 la gran Nación que es, se levante otra vez y recupere el pulso.
-¿Cuando llega a este despacho, siente que la política en Melilla tiene dos velocidades: una de cara al exterior, con todo lo que hay que batallar para que se reconozcan nuestras especificidades, y otra hacia el interior, de lucha doméstica, a veces un poco viciada?
-Melilla tiene sus complejidades internas que nos hacen distintos del resto de la media nacional y que tienen dos vertientes: una, hacer la labor de lo que es una Ciudad Autónoma en sí en cuanto a gestión, como municipio también, para hacer una ciudad más vivible, más bonita; y, dos, otro componente, que pasa por un equilibrio interno que nos permita alcanzar un sentimiento de pueblo unido, que se respeta a sí mismo desde dentro, en el marco de la Constitución y como un pueblo español más. Esto tiene sus complejidades, pero yo soy optimista y estoy contento y creo que en estos últimos doce años, además de haber hecho una ciudad mejor, hemos logrado que calen nuestros discursos, para ir hacia esa cultura de pueblo unido, de respeto entre todos. Creo que esto ha ido calando y que estamos en una revolución lenta y silenciosa que comparo con la de los años 80, y con la que vamos por buen camino. Si además el Gobierno central nos ayuda como nos debe de ayudar –lo que creo que es su obligación y nuestro derecho-, si esto es así digo, creo que el futuro de Melilla va a ser esperanzador. Así que soy optimista ante ese futuro, aunque reconozco que el día a día es complejo, que han sido complejos estos años atrás, en los que han pasado cosas negativas importantes, ha habido determinados shocks, pero creo que nos hemos recompuesto como sociedad y que tenemos un futuro importante por delante.  
-¿Este 2012 vamos a conseguir por fin que la Cañada sea más parte de Melilla?
-Lo estoy deseando. Hay muchísima gente en la Cañada que lo está deseando también. Y hay personas, jóvenes sobre todo, que quieren que cambie, que ven que no puede seguir así. La Cañada es una parte más de la ciudad española de Melilla, por tanto está tan incardinada en Europa como el total de la ciudad y tiene los mismos derechos y las mismas obligaciones. La cuestión pasa por que tenemos una cifra de paro de casi el 24% y que hay mucho desempleo con mucha falta de preparación. Ahí hay dos pilares, que son las economía y la formación. La cuestión ya no está en arreglar una carretera o no al lado de la Cañada, que se ha hecho, o poner un polideportivo, que se puede hacer. La cuestión está en que tenemos un 24 o un 25% de paro y que en ese barrio en concreto alcanza una cifra mucho más importante. Lo primero que tenemos que hacer es dar trabajo y sentar las bases de una buena formación y educación para todos. Esto no es fácil de alcanzar en seis meses, lleva su tiempo, pero hay ponerse decididamente manos a la obra para conseguirlo. La Cañada, al margen de sus problemas urbanísticos, que inclusive son lo de menos, necesita formación y trabajo. Mientras no haya formación o trabajo podremos pintar o hacer lo que queramos, pero no servirá para que ese barrio alcance más dignidad. La dignidad de las personas se hace con formación y trabajando.
-¿Los pivotes de la política cuáles serían: economía y reconocimiento ajustado a nuestra realidad por parte de la Unión Europea?
-Cuando hablamos de economía ya estamos hablando de todo, estamos hablando por supuesto de todo lo necesario para crear empleo. Si hablamos de mejorar las comunicaciones, estamos haciendo exactamemte lo mismo, hablando de economía. Lo principal es por lo menos dejar a la mitad la cifra de desempleo que tenemos. Nuestro nivel de paro debe ser igual al de la media nacional, pero igual en época de bonanza como en época de vacas flacas. Ahora mismo, estamos mal, pero lo que no podemos consentir es que cuando para los demás vaya mejor, para nosotros siga yendo mal.
-En cuestión de grandes proyectos como los que se anhelan para la ciudad, ¿qué cree que se podrá conseguir a lo largo de esta nueva legislatura?
-Vamos a ver primero cómo quedan los Presupuestos Generales del Estado, que se van a hacer ahora en enero y que ya sabemos que van a ser restrictivos. Yo espero que los de 2013 sean mejores que los de este año, que vayamos subiendo poco a poco, porque tendremos que ver los cuatro años en su conjunto. Desde nuestro punto de vista, lo que queremos que se haga, para que Melilla siga creciendo, son muchas cosas, es verdad, pero sobre todo esperamos sentar las bases en este año 2012 para que empiecen a andar los grandes proyectos, no sé si lo harán en el primer o segundo semestre, pero sí que empiecen a andar. Esto es una carrera de fondo que debe afrontar, a lo largo de la legislatura, las grandes cuestiones que hemos planteado tanto desde Ceuta como desde Melilla.
-¿Deduzco que está hablando de la ampliación del puerto, como proyecto principal de futuro?
-Sí, efectivamente.
-¿Espera que a nivel interno, en la Asamblea, el mandato sea más fructífero o tan cainita como otros anteriores?
-Veo al principal partido de la oposición más templado y sosegado, y eso es bueno para ellos y para que la Asamblea discurra por otros derroteros más tranquilos, que también es bueno. El debate político debe surgir en cualquier asunto, sólo que se puede llevar tirándose las sillas a la cabeza o en plan civilizado. Los ciudadanos esperan un debate civilizado y nosotros lo estamos deseando. Si esto es así, estaríamos hablando de un diálogo posible entre 21 diputados de un total de 25, lo que representa una mayoría muy amplia, casi del cien por cien. Luego hay otro partido, que no es partido, es una cosa rara creada desde el rencor, y que quiere encarnar un papel de niño terrible… Bueno, pues a esto se le hace nada más que el caso suficiente y no pasa nada. En cuanto al PSOE, no se sabe dónde va a ir, ahí está, en un grado de incertidumbre. Veremos a ver qué pasa. En cualquier circunstancia, el PP tiene mayoría más que suficiente, como todos estos años atrás, para llevar la Asamblea de una manera sensata, y sobre todo para que cualquier disputa como las que ha habido, tan fuertes y crispantes, no tapen, como no han tapado en todos estos años, la gestión del Gobierno. El Gobierno de la Ciudad está muy por encima de esas diatribas y ha estado y está para trabajar.
-Empieza el año con un encargo importante como ponente de la ponencia política del PP para su próximo congreso nacional. ¿Cuál va a ser la esencia de esa ponencia? ¿Qué nos puede adelantar?
-La verdad es que me han otorgado un alto honor al darme una responsabilidad tan grande que agradezco. Hace unos días hablaba con Basagoiti, para empezar a trabajar. Evidentemente, en esa ponencia estará la esencia de lo que es el  PP y de lo que debe hacer el Partido Popular en la sociedad española, una sociedad moderna, libre, igualitaria…Para mí la igualdad es un valor fundamental, porque implica la necesaria igualdad de oportunidades para todos y porque, en mi opinión, es lo que hace realmente crecer a un pueblo y lo que favorece también la iniciativa privada. Yo pondré mi acento ahí, en los valores de libertad y de igualdad y ya veremos finalmente que sale. Tengo otros dos compañeros, encargados como yo de hacer esa ponencia y, luego, además, en el congreso de Sevilla, se tendrá que suceder el correspondiente debate a partir de las enmiendas.
-Aunque ya hayan pasado los Reyes Magos, si sólo fuera por pedir, ¿qué pediría para Melilla?
-Sobre todo, trabajo, que el proyecto de ampliación del puerto se acordara mañana mismo, que en las comunicaciones recibiéramos ayuda suficiente para poder rebajar los billetes, que todo lo que hemos pedido de medidas fiscales y rebajas impositivas se pusiera encima de la mesa. Y que la Unión Europa nos otorgue el trato que merecemos. Tenemos un amigo ahí, que es el nuevo ministro de Exteriores, García Margallo, que se conoce muy bien la UE y que me da una gran tranquilidad, porque también conoce muy bien Melilla y no hace falta decirle nada. Estoy seguro que en lo tocante a la UE vamos a conseguir lo que hemos pedido tantas veces, tal cual es nuestra equiparación a una región ultraperiférica.
-Para terminar, lance un mensaje de cara a este nuevo 2012.
-Un mensaje de optimismo y de ilusión. Sabemos lo que hay, todos hemos aprendido ya mucho de economía, de lo que es una prima de riesgo…, pero soy optimista y estoy convencido de que esto va a subir y que, en Melilla y en el conjunto de España, este paro tan tremendo que tenemos y que impide que nuestro país avance, va a revertir en beneficio de la creación de empleo. Pienso que, a pesar de todos los pesares, este va a acabar siendo un buen año. Nos vamos a tener que apretar más el cinturón, pero al final vamos a poder ajustarlo con mucha más holgura de la que teníamos años atrás.