Esta misma semana se espera que arranquen las las obras de adaptación de las aulas del centro de formación de María Inmaculada, situado en la Carretera de Hidum. Así lo indicó ayer el director provincial de Educación, José Manuel Calzado, que señaló que cuentan con 32.000 euros para adaptar las clases a las necesidades de niños de Educación Infantil de tres años.
Calzado apuntó que ayer mantuvo una reunión con el responsable de Clay Cons S.L., la empresa adjudicataria del proyecto, y éste le trasladó que tienen intención de iniciar esta misma semana las obras. No obstante, el director provincial de Educación puntualizó que el contratista también tiene que mantener un encuentro con los técnicos encargados de la dirección de la obra.
Se estima que estas reformas no sobrepasen el mes. De hecho, la previsión inicial es que sean unos 20 días de trabajos.
El director provincial de Educación explicó que, aunque el proyecto inicial costaba 14.000 euros, ahora se dispone de 32.000 euros, y se aprovechará esta mayor partida para realizar otras obras en ese centro.
En este sentido, recordó que aparte de cambiar los baños para que estén a disposición de niños de tres años, se ampliará la zona de recreo para que sea más espaciosa. También se quieren instalar unas barandillas en una parte donde hay varios escalones por un cambio de nivel en el suelo.
Solución provisional
Las clases del centro de Carretera Hidum son el ‘plan B’ del Ministerio de Educación ante la imposibilidad de que las aulas prefabricadas estén listas para el inicio del curso en septiembre. Se acaban de licitar y no da tiempo a que esté todo preparado para el inicio de las clases. Por tanto, se van a condicionar cuatro clases de este centro para niños, ya que anteriormente se formaba a adultos.
Una vez que las aulas prefabricadas que se van a instalar en el cuartel de Santiago estén terminadas, los estudiantes y todo el equipo de profesores se trasladarán a estas dependencias.
Propuesta de los sindicatos
El director provincial de Educación explicó que descarta la posibilidad de que se siga haciendo uso del centro María Inmaculada una vez que estén listas las aulas modulares. Se trata de una propuesta de varios sindicatos que tiene como fin reducir el número de alumnos por aula. “Entiendo que sea una situación que se esté planteando, pero a qué padres le digo que su hijo que lleva, por ejemplo, estudiando cuatro años en el Anselmo Pardo, pasa ahora al centro de María Inmaculada”, manifestó.
No obstante, reconoció que hay padres, cuyos pequeños empiezan ahora su etapa escolar en el centro María Inmaculada, que también se han opuesto a esta solución. “Evidentemente entiendo que haya reticencias, pero trato de hablar mucho con ellos y de hacerles entender que la situación de Melilla es la que es”, apuntó.
En otro orden de cosas, Calzado informó de que ayer iniciaron las actividades de verano del programa bilingüe (hispano-británico) que se imparte en los colegios Reyes Católicos, Hipódromo, Anselmo Pardo, La Salle y el Enrique Soler. “Un total de 105 alumnos participan en actividades no estrictamente académicas”, explicó. Eso sí, hizo hincapié en que desde su inicio, a las 9:00 de la mañana, hasta su final, a las 14:00 horas, los 16 monitores sólo se comunican con los alumnos en la lengua de Shakespeare.
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