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“Está faltando un Gobierno nacional capaz de tener una política de Estado para Melilla”

La primera autoridad local aboga porque el Ejecutivo de Zapatero defienda sus alternativas para el futuro económico de la ciudad y no se quede en desdeñar las del PP. Hace justamente un mes, poco antes de los disturbios en los barrios habitados mayoritariamente por melillenses de origen amazigh o bereber, Juan José Imbroda alertaba en varios foros –entre otros el Pleno del Senado- sobre los graves problemas que atenazaban el futuro de nuestra ciudad y que ponían en peligro nuestra estabilidad social. Apuntaba al paro, próximo a una cuota del 25% de la población activa, como una grave y endémica realidad frente a la que pedía políticas decisivas e inmediatas: Un plan de acción concreto en varios frentes que hasta ahora sólo ha encontrado la oposición del partido en el Gobierno de la Nación. En esta entrevista, profundiza al respecto y sigue manteniendo que es necesaria una política de acción que, sobre todo, combata nuestros altos índices de paro. Sobre ello y otros asuntos de futuro y actualidad, conversamos a renglón seguido.
-Hace justamente un mes usted reclamaba medidas cruciales para Melilla en dos foros muy destacados: el Pleno del Senado y el Forum Nueva Economía. ¿Es hora ya de una política con mayúsculas, de un pacto de Estado para asegurar las alternativas de futuro que requiere esta ciudad?
-Sí, sí, está claro, es hora ya y ya estamos perdiendo el tiempo. Aquí está sobrando gente que no está por la labor, que tiene unas miras muy estrechas. Y está faltando por supuesto un Gobierno nacional capaz de tener una política de Estado hacia nosotros. -Sí, sí, está claro, es hora ya y ya estamos perdiendo el tiempo. Aquí está sobrando gente que no está por la labor, que tiene unas miras muy estrechas. Y está faltando por supuesto un Gobierno nacional capaz de tener una política de Estado hacia nosotros.
-¿Qué le preocupa especialmente de la política respecto de Melilla del Gobierno Zapatero?
-La mayor preocupación que tengo es que viendo lo que hay –y lo digo, de verdad, como presidente de la Ciudad, desde el punto de vista más objetivo y aunque se me tache de subjetivo por mi liderazgo en el PP-: mi mayor preocupación, reitero, es que no veo solución a nuestros problemas con este Gobierno nacional, y lo peor es que nos quedan dos años más, porque ahora se ha comprado al PNV. En nuestra situación, con una tasa de paro tan altísima, no podemos perder ni seis meses ni un minuto, porque tenemos una bolsa de desempleo muy importante. Y si encima la política es al revés: menos inversiones estatales, menos apoyos… pues se agrava más la situación.
-En su intervención en el Senado, hace prácticamente un mes, usted proponía una serie de iniciativas para fomentar la economía local y combatir nuestros peores parámetros. No logró apoyos y se le aconsejó, desde CiU, que acudiera a la Comisión General de las Autonomías. ¿Piensa utilizar esa vía?
-Hay una vía mejor que esa y es el Debate de las Autonomías. Es una figura prevista en el Senado. Zapatero se comprometió a celebrarlo, pero hizo uno, en el año 2005 si no me equivoco, y no ha hecho más. En aquel momento tuve oportunidad de hablar de los problemas de Melilla Esa fórmula sería la mejor. La comisión general de comunidades autónomas representa el mismo espectro político que el Senado y la única variación es que podría intervenir también algún representante del Gobierno de Melilla, pero nada más. En mi opinión lo que hay que hacer es no marear más la perdiz, no dar más vuelta al tronco ni pensar en mas comisiones, creo que hay que hacer acción inmediata y la que las propuestas están sobre la mesa. Y si no son esas pues habrá otras, para eso está el Gobierno, para gobernar, y esto es España y tienen que gobernar también y hacer sus propuestas de gobierno. Creo que hablé en el foro más importante, que es el Pleno de la Cámara, y que es allí donde se tenían que haber pronunciado. Como mínimo tendrían que haber hecho un gesto, el gesto que les pedí, porque al fin y al cabo era una moción pidiendo al Gobierno que haga, y luego el Gobierno hará o no hará. Ese era el momento de CiU, del PNV, de Coalición Canaria y del PSOE que, en vez de decir que sí, salieron por peteneras.
-25 años después de que se iniciara el movimiento por el reconocimiento de los derechos jurídicos y políticos de los musulmanes melillenses, hay quien sostiene que Melilla es un polvorín durmiente. ¿Tras los sucesos de hace unas semanas en los barrios llamados periféricos, teme que nos pueda ocurrir lo mismo que en Francia?
-No tiene porqué, aquí no estamos hablando de emigrantes, hablamos de españoles y en cualquier sitio, en un país desarrollado como es España, cuando hay una bolsa de paro de casi un 25%, la situación no se puede aguantar mucho. No es comparable, lo que hace falta en nuestro caso es dar solución a ese paro que ya es endémico.
-¿Nos han faltado políticas de discriminación positiva para incorporar en mayor pie de igualdad a esos melillenses que durante décadas sufrieron marginación?
-Puede ser, no digo que no, pero sobre todo hemos pecado de no haber dado una formación mejor, tendríamos que haber apostado más por la Educación. Los docentes de Melilla son muy buenos profesionales pero han trabajado con los medios que teníamos, y tenemos la ratio más alta de toda España. Pero, además, aparte de la formación académica en los colegios, tendríamos que habernos volcado fuera de los colegios para apoyar a las familias en esa tarea de formación. Esto no se ha hecho, porque si no se han tomado medidas para mejorar la educación, hablamos de un problema presupuestario, cómo se iba a pensar en esas otras iniciativas complementarias. Estoy convencido que la Educación es la mejor inversión que se puede hacer para mejorar un país y la sociedad que lo compone. Y en ese sentido, esa política necesaria de discriminación positiva no la hemos tenido.
-Usted está dando mensajes de alerta ante la pérdida de negocio en el comercio transfronterizo a partir de los desarmes arancelarios de Marruecos. Sin embargo, hasta no hace mucho usted minusvaloraba su incidencia. ¿A qué se debe este cambio en su discurso?
-Para empezar, hay que considerar que, al margen del acuerdo con la UE, hay otro acuerdo importante con Estados Unidos, que también ha hecho daño y que ya está a medio camino de su desarrollo total. Esto produce una cercanía de los mercados, una flexibilidad que tendrá aún más incidencia en el comercio transfronterizo. En el 2012 se acaba el desarme arancelario marroquí respecto de los productos europeos y tenemos que ver cómo afecta en estos dos años que restan. Si a eso añadimos que la población de Melilla ha aumentado, si tenemos casi un diez por ciento de inmigrantes empadronados también, entonces somos más y ese 30% de negocios que hemos perdido ya repercute mucho más. Además ha aumentado la demanda de servicios sociales un 35% en comedores, salario de integración, etc… No es la primera vez que hablo de esto. Año tras año en el debate de los Presupuestos Generales del Estado vengo diciendo lo que hace falta, presentando enmiendas porque esto es algo que no se puede aguantar, pero no me hacen caso.
-Vuelvo a su discurso ante el Forum Económico; en él dijo, a mi juicio, varias cosas novedosas. En una de ellas abogó por una mayor paridad entre la realidad social melillense y nuestra representación política. ¿Quiere decir con ello que su partido va a llevar más melillenses hispanobereberes en la lista electoral de las próximas elecciones?
-Quiere decir dos cosas: Por un lado, tenemos evidentemente que ser representativos de todo lo que es la realidad social melillense desde el punto de vista cultural, formación académica, preparación y demás; pero también que en Melilla está sobrando ahora mismo un partido musulmán, porque esa integración natural de toda la sociedad melillense en los partidos políticos está siendo colapsada por un dique, por un partido que se dice musulmán y que llama a los musulmanes a estar con ellos. Eso es también otro de los factores que impiden de alguna manera el desarrollo normal de un español que quiera optar libremente a cualquier opción política. Pero, por supuesto, mi partido debe representar mucho más el tejido social de la ciudad.
-Otra cosa que me llamó la atención de su mismo discurso fue su respaldo a la monarquía alauita como factor de estabilidad en nuestro hinterland y por extensión el Magreb. ¿Qué puede comentarme a este respecto?
-La situación en los países islamistas no está boyante desde el punto de vista democrático y de estabilidad. El integrismo islamista donde golpea más fuerte es en los países musulmanes. Marruecos representa una estabilidad socio política en esta zona gracias a la monarquía y aunque sé que es un país que está muy lejos de homologarse aún a las democracias europeas, uno de los primeros pasos que debe dar es democratizarse más para una posible integración política en Europa que yo veo bien. Al fin y al cabo nuestros intereses como europeos no acaban en el mar sino que están más allá del  mar. Y por eso también dije que se le debe apoyar. La monarquía alauita está dibujando ahora mismo un panorama de estabilidad, pero hay que ayudarles económica y políticamente para que se desarrollen. Mohamed VI no es Hassan II, nada más hay que ver su diferente política respecto de nuestro entorno. El actual rey ya ha girado visitas varias veces y su padre ni aparecía.
-Hablando de Marruecos, por curiosidad y al margen de los últimos acontecimientos, ¿cree que Trinidad Jiménez defenderá mejor nuestros intereses como melillenses ante Marruecos de lo que lo hizo Moratinos?
-La política exterior la marca el presidente del Gobierno. Está encantadísimo con lo que ha pasado en Venezuela, en Cuba… y por tanto Trinidad Jiménez va a hacer lo mismo que Moratinos, lo que pasa es que no tiene la experiencia del exministro, que tenía más relación con el cuerpo diplomático, conocía más gente y tenía más contactos. Por lo demás, no va a hacer otra cosa que lo que marque Zapatero.
-Y, por último, una pregunta en clave local. Parece que no van a tener un contrincante único en estas elecciones después de que CpM y PSOE, a pesar de su condición de socios, digan que no van a concurrir juntos, según los socialistas para no verse mezclados en el debate identitario y religioso que dicen mantiene CpM con el PP. ¿Qué opina al respecto?
-Pues que decir eso es de una hipocresía y una irresponsabilidad grande. Es socio de un partido, tiene un documento firmado, y lo ha escenificado en ruedas de prensa conjuntas y ahora lo acusa de marcar el acento político en el movimiento identitario del mundo o electorado musulmán. Que nos acuse a nosotros es normal, porque siempre nos acusa de todo, pero que acuse a sus socios no es comprensible, salvo porque todo es mentira; es una desfachatez como la copa de un pino. Están buscando subterfugios, salidas para poder presentarse y justificar que no les interesa ir juntos por esto y lo otro, cuando lo que ha habido es un problema de liderazgo, un problema de desconfianza y un problema de política de desastre. Van abocados al desastre separados y unidos y no sé si ahora lo que pretende el líder del PSOE en Melilla es salvar algunos muebles escapándose. Es un escapismo político puro y duro.

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