El Palacio de la Asamblea acogió una de las jornadas del Observatorio de Ceuta y Melilla, a mesa redonda ‘Melilla: cuatro culturas, una misma españolidad’. Con esta jornada se puso de relieve la especificad de esta ciudad autónoma a través la intervención de cuatro ciudadanos que representan las comunidades religiosas con más visibilidad de Melilla.
La jornada comenzó con un introducción del cronista oficial de Melilla, el historiador Antonio Bravo, que ha hecho un recorrido histórico patrimonial y arquitectónico de la ciudad desde la época fenicia hasta como la conocemos hoy en día en su etapa contemporánea. Además, destacó que "Melilla nunca se ha comportado como una ciudad pequeñita" porque siempre ha estado en el centro del interés de los monarcas españoles desde el siglo XV.
Con este planteamiento del paisaje físico de la ciudad, se dio paso al análisis de la idiosincrasia de la ciudad y de los melillenses desde un punto de vista identitario con la mesa redonda, que moderó el director del Observatorio, Carlos Echeverría, en la que participaron Salomón Serfaty, Abdelmalik El Barkani, Ramesh Ramchand y Ana Felicidad Egea. Cada uno de ellos son ejemplos de esa diversidad cultural que caracteriza a la ciudad ya que pertenecen a la comunidad judía, la cristiana, la hindú y la musulmana y aportaron, desde su óptica particular cómo es el pasaje humano melillense que es también "particularmente rico, variado y estimulante".
El director del observatorio de Ceuta y Melilla, Carlos Echeverría,señaó que todo ello se aborda desde una aproximación "más que necesaria en términos de españolidad". Concretamente, se aborda el concepto de la españolidad de Melilla, así como la de Ceuta, desde "un escenario geográfico complejo y en un momento político delicado", que también puede ser "muy interesante en clave nacional".
Asimismo, esta conferencia trata de ser un aldabonazo para que la Unión Europea, "ese mundo al que también pertenecen Ceuta y Melilla", se dé cuenta de la oportunidad y el compromiso que tiene con estas ciudades. Un compromiso que debe ir más allá del desafío que plantea la seguridad y frontera sur y las relaciones con Marruecos. Aunque también, insistió Echeverría, tiene que ser un desafío en el que se incorporen estas características y estos valores sociales, que no dejan de ser también valores europeos.
"Es decir, que esa Europa que es multicultural, que es una Europa variada y que en otras latitudes tienen también situaciones ricas y complejas en la frontera meridional, Melilla y Ceuta", explicó Echeverria. En este caso lo que han querido exponer es la especificad de Melilla y el conocimiento de su situación.
Este conocimiento se hace muy importante también, porque, tal y como reflejan las encuestas, hay muchas personas que desconocen por completo estas ciudades y a sus habitantes, "es decir, unos compatriotas que están ahí pero que se desconocen". Y esto, aseveró Echeverría, es algo que una sociedad madura e integrada no debe permitirse, ya que debe saber de todo y de todos los rincones. "Si esto en tiempo normal era una obligación, en tiempos complejos como los que vivimos hoy en día es aún más urgente", concluyó el director del Observatorio.