“Es una chapuza” que se den clases en el salón de actos de la Casa de la Juventud

Los sindicatos de Educación critican que  los niños inicien el curso escolar en este espacio, aunque ninguno ha visitado el centro.

“Chapuza” es la palabra con la que definen los sindicatos de Educación que las clases en la Casa de la Juventud comiencen en el salón de actos. Aseguran que la Dirección Provincial de Educación “está improvisando”. Los sindicatos critican que la Administración utilice el salón de actos que se ha construido en este nuevo centro para acoger a los niños de 3 años mientras se terminan las aulas donde recibirán las clases. Afirman que sería mejor espera una semana para que los escolares comiencen el curso en las aulas definitivas. CSI-F, UGT, SATE-STEs, ANPE y CCOO aseguran a El Faro que la Dirección Provincial no ha cumplido ninguna de las promesas que realizó sobre este proyecto, por lo tanto, tampoco creen que las aulas de este nuevo centro educativo vayan a estar terminadas para la semana que viene.
El director provincial de Educación, José Manuel Calzado, aseguró el lunes que esta semana comenzarían las clases en la Casa de la Juventud y que el 8 de este mes, el próximo lunes, tendrá lugar la recepción de las obras por parte de la Ciudad. Afirmó que no iba a esperar a que terminara la construcción de las aulas para dar inicio a las clases. Los sindicatos creen que no es una buena decisión. No han visitado las obras de la Casa de la Juventud, pero señalan que a estas alturas del curso sería mejor que los niños de 3 años iniciaran las clases en las aulas en las que estarán todo el curso.  
CSI-F afirma que son los padres de los alumnos de la Casa de la Juventud los que están presionando a la Dirección Provincial para que se inicien las clases cuanto antes en el centro. El sindicato explica que Calzado pretende callar a las familias. Asimismo resalta que por muy bien que esté el salón de actos, no es el espacio en que los niños van a recibir las clases durante el resto del curso. CSI-F señala que los escolares se van a intentar adaptar a un lugar para cambiarse a los pocos días a sus aulas.

Mal gestionado
La Federación de Enseñanza de UGT también critica esta decisión de la Dirección Provincial y asegura que es un producto de la “mala gestión” de la Educación. Para UGT, el hecho de dar clases en un salón de actos es “un parche” porque en unos días estos escolares cambiarán este espacio por su aula. Afirma que no le extraña que los padres no quisieran matricular a sus hijos en este centro nuevo, pues sabían que  las obras de la Casa de la Juventud no iban a estar listas para el inicio de curso.
Otro sindicato que define como “chapuza” que se den clases en el salón de actos de la Casa de la Juventud en lugar de en unas aulas es CCOO. Explica que Calzado va a vender esto como “un éxito” cuando ni se han recepcionado las obras por parte de la Ciudad. CCOO asegura que abrir el salón de actos para los niños es una forma de “dejarlos aparcados”  aunque luego la Administración diga que “forma parte de un proyecto o programa pedagógico”.
También cuestiona CCOO que el mismo día 8, cuando la Ciudad recepciona las obras, se vayan a abrir las aulas para que estos escolares puedan recibir clases en su interior. “Siempre pasa algo que impide a la Administración cumplir con sus promesas”, añade.

Contentar a los padres
Por su parte, SATE-STEs señala que esta medida sólo sirve para “contentar a los padres”. Asegura que es “ridículo” que se abra el salón de actos para dar clases cuando éstas se deberían impartir en las aulas contiguas. El sindicato resalta que el objetivo de la Dirección Provincial es “quedar bien” con las familias.
ANPE también se suma a las críticas del resto de sindicatos. Destaca que para empezar las clases en un salón de actos se podría haber habilitado otro espacio de similares características el pasado 9 de septiembre para estos niños. Asevera que es una muestra más de que la Administración “está improvisando”.
Además, ANPE se pregunta cómo va a ser la ‘convivencia’ de las clases de Educación Infantil con unas obras que no están terminadas, es decir, mientras los obreros siguen trabajando en el patio y en otras dependencias de este nuevo centro educativo.