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¿Es Melilla una ciudad alegre?

La alegría es una emoción intensa y pasajera, una respuesta a un estímulo específico que nos produce placer o satisfacción. Es como una chispa que ilumina un momento concreto de nuestra vida. Aunque si atendemos al diccionario de la Real Academia Española, la definición correcta sería "un sentimiento grato y vivo que suele manifestarse con signos exteriores".

Lo que sí es seguro es que se trata de un sentimiento subjetivo, que tendría múltiples respuestas según la persona a la que se le preguntara. Lo que sí es seguro es que mañana 1 de agosto se celebra el Día Mundial de la Alegría, una efeméride que fue instaurada en el año 2010 por iniciativa del colombiano Alfonso Becerra en un Congreso de Gestión Cultural celebrado en Chile.

Aunque en un principio la fecha comenzó a conmemorarse en solo 14 países, hoy en día se celebra de forma universal. Con esta efeméride se busca resaltar la importancia de tener presente este sentimiento en cada aspecto de nuestra vida y potenciarla como agente transformador. Asimismo, lejos de celebraciones evidentes, ofrece una oportunidad para reflexionar sobre lo que realmente nos hace estar alegres.

Por este motivo, El Faro ha salido a la calle para comprobar si los ciudadanos creen que Melilla es una ciudad alegre y que los hace a ellos potenciar este sentimiento.

"Yo me considero una persona alegre, pero no me vayas a preguntar a las siete de la mañana", comentó María. Esta melillense asegura que ella es una persona alegre. Aunque no sabía de la existencia de esta efeméride, destacó que conocerla le había hecho pensar en lo realmente feliz que estaba. Eso sí, subrayó que para "no estar de un humor de perros" necesita dormir sus ocho horas y tomarse el café de la mañana.

"Es muy importante, si no es mejor dejarme", añadió.

Por el contrario, para Maite la alegría es un sentimiento intrínseco a ella. Según comentó esta encuestada, ella es enfermera en Málaga y solo ver lo que sucede en los hospitales cada día, hace que intente ver lo positivo de todo.

"Yo entro todos los días a trabajar con alegría. Primero porque no queda más remedio y mejor ir contenta que amargada y segundo porque es que hay que quitarle importancia a lo que no lo tiene e intentar estar bien", remarcó.

Esta melillense de nacimiento, reconoció que lo que le hace estar más feliz a ella es saber que su familia está bien, tiene todo lo que necesita y que la salud les acompañe. Lo demás, dijo, son añadidos.

Precisamente esta ha sido una de las respuestas más repetidas. La alegría no es sentir algo espectacular ni se basa en grandes logros materiales sino que se centra en el bienestar de los seres queridos y la tranquilidad de saber que se encuentran bien. Es un recordatorio de que la alegría en muchas ocasiones proviene de las cosas simples y cotidianas.

Y principalmente esto es lo que le causa más alegría a Juan, otro encuestado que afirma que Melilla es una ciudad alegre puesto que contamos con numerosos días de sol, buen tiempo, una rica gastronomía y playas para poder ir cuando apetezca. "Somos personas alegres los melillenses porque tenemos sol casi todos los días y eso quieras o no afecta al carácter", reconoció.

Las pequeñas cosas de la vida, dijo, marcan la forma de ser de los ciudadanos.

Una opinión parecida es la que aporta Dani, otro encuestado que cree que la ciudadanía melillense parece alegre porque no vive estresada. "Aquí todo esta cerca, se puede ir andando a los sitios y no vamos estresados de un lado para otro como por ejemplo en Madrid", destaca para añadir "Sí, yo diría que los melillenses son alegres si me preguntas así en general. Yo creo que sí".

Aunque no todas las personas a las que ha encuestado El Faro tenían la misma opinión. Para Mohamed, por norma general los melillenses no son alegres debido a que al ser una ciudad pequeña, hay menos intimidad. "Aquí hay muchas envidias y la gente está pendiente de unos y de otros", afirmó. En su opinión, el que se conozca la mayoría de la gente hace que muchos estén más pendientes de lo que piensan los demás, que de estar contentos ellos mismos.

 

 

 

 

 

 

 

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