“Es inexplicable que un musulmán tenga hoy un desencuentro con otro”

Cerca de 5.000 personas se acercan a la explanada de La Legión para asistir al rezo colectivo  l El presidente de la CIM afirma que el imán hizo hincapié en que el islam es un mensaje de paz.

Centenares de personas caminan hacia la explanada. Todos van con prisas. Quieren encontrar un lugar cómodo donde rezar. Saben que los últimos en llegar se quedan sin alfombra y esterilla desde donde orar y sentarse. Niños y adultos, muchos de ellos vestidos de blanco, dejan sus sandalias en los márgenes y se disponen a abrir su corazón al discurso del imán. La comunidad musulmana celebró ayer el Aid El Kebir. Para comenzar el día, los fieles asistieron al rezo colectivo que se organizó en la explanada de La Legión por parte de la Comisión Islámica de Melilla. Entre 3.000 y 5.000 personas asistieron ayer a esta oración. Menos que en la fiesta del Aid El Fitr. El presidente de la CIM, Driss Mohamed Amar, destacó que en la Pascua Grande son muchos los musulmanes que cruzan la frontera para celebrar con sus familiares de Marruecos esta festividad.
En esta ocasión, el discurso del imán fue en amazigh y en árabe. La CIM no encontró a un experto en Islam para ofrecer la reflexión de la oración en castellano. Fue el presidente de la comisión quien explicó a El Faro los puntos más destacados del discurso del imán.
“Es inexplicable que un musulmán tenga hoy un desencuentro con otro”, afirmó Mohamed Amar. El presidente de la CIM dijo que el imán hizo hincapié en la importancia de la reconciliación y de la unidad de los musulmanes.
El Aid El Kebir es el día de la obediencia por excelencia, aseveró Mohamed Amar, que explicó que Abraham hizo caso de los mandatos de Dios al igual que su hijo y de esta forma, la obediencia que demostraron los dos con Dios fue el inicio de la fiesta del sacrificio.

Resolver los conflictos
El presidente de la CIM resaltó que los musulmanes tienen que reconciliarse con el prójimo. Aseveró que el día de la Pascua Grande es para resolver las reyertas abiertas con otros hermanos. Mohamed Amar señaló que es una obligación dejar las enemistades y los desencuentros en el Aid El Kebir.  
“Si uno es premiado por obedecer a Dios, la obediencia está sujeta y sometida a la reconciliación y la hermandad entre los seres humanos”, afirmó.
También explicó el presidente de la CIM que el discurso del imán incidió en que el Islam es un mensaje de paz y por lo tanto, deseó paz a todos los seres humanos.
“Es inexplicable hoy en día que el musulmán termine a la oración y tenga un desencuentro con un hermano”, aseveró Mohamed Amar, que apuntó que tras el mes de Ramadán y la Pascua Chica, esta fiesta sirve al fiel “de coronación” a todo lo que ha trabajado para mejorar en su vida.
Por otro lado, el presidente de la CIM indicó que en la llamada a la oración participó un grupo de niños. También en el rezo colectivo que hubo por el Aid El Fitr contó con ellos para animar a los musulmanes a dar las gracias a Dios. Momahed Amar destacó que lo más importante de la oración de ayer no era el rezo en sí mismo, sino las palabras del imán que animan a los fieles a cumplir con el deber  para estar más cerca de Dios.
Mientras el imán ofrecía su discurso en la explanada, algunos musulmanes recogían sus pertenencias y salían del recinto. Tenían que llegar a casa, coger a la familia y marcharse a Marruecos, donde sus hermanos y padres les esperaban para hacer el sacrificio. No obstante, escogieron el rezo de Melilla para dar las gracias a Dios por vivir una vez más la Pascua Grande. Otros fieles esperaron hasta el final de la oración para acercarse al imán y felicitarle por sus palabras.