Todos los partidos políticos de Melilla, a excepción del PSOE, además de las entidades empresariales y comerciales de la ciudad se concentrarán esta tarde, a partir de las ocho, ante la Delegación del Gobierno convocados por la CEME con un objetivo muy claro: dejar de manifiesto el malestar que provoca la decisión del Ejecutivo socialista de no volver al anterior sistema de bonificación del 50% de las cuotas patronales a la Seguridad Social. Se trata de una reivindicación que viene haciéndose desde hace más de un año sin que Madrid haya puesto el más mínimo interés por dar satisfacción a los sectores más perjudicados por la decisión de quitar el porcentaje y aplicar una cantidad fija de 262 euros por trabajador.
El Gobierno de Sánchez se ha cargado de un plumazo uno de los principales atractivos del régimen fiscal de Melilla y todavía no se ha especificado con certeza el porqué de esta medida, que se adopta contra algo que venía funcionando a la perfección desde hacía casi 20 años y de lo que se beneficiaban no solo los empresarios sino también los trabajadores. Estos cobraban un porcentaje de esa bonificación, lo que suponía entre 80 y 100 euros en sus nóminas. Con el sistema actual, los empleados no obtienen ventaja alguna.
Decía la delegada Moh que habría una marcha atrás en la postura del Gobierno, que se volvería al 50% de la cuota como ocurría antes y que solo habría dos requisitos: que el contrato fuese indefinido o que fuera para cubrir una baja médica. Eso sí, el momento en que se produciría la resolución lo dejó en el aire. A la vista del tiempo transcurrido sin que se haya avanzado nada y la escasa voluntad de sacar adelante este asunto en el Congreso de los Diputados, es más que oportuno recordar que aquella promesa se realizó justo el mismo día en que el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, presentó en el Senado una proposición de ley que devolvía a los melillenses esa pieza clave en el régimen fiscal.
A estas alturas únicamente se sabe que el Gobierno ha vuelto a prorrogar el plazo para la presentación de enmiendas en el Congreso a la proposición de ley que ya fue aprobada por la mayoría absoluta del PP en el Senado. Es decir, vuelven a retrasar la solución que Melilla demanda y lo hacen a sabiendas del daño que su decisión, que entró en vigor en septiembre pasado, está haciendo a la economía local. Por eso los empresarios no están dispuestos a esperar más tiempo y han decidido salir a la calle, convocados por la CEME, para dejar pública constancia ante la Delegación de su malestar.
Junto a la patronal estarán todos los partidos políticos salvo el PSOE. Estas organizaciones han dejado de manifiesto su respaldo a la movilización porque todas ellas entienden lo perjudicial que está resultando una medida que se adoptó en Madrid de forma unilateral, sin contar con los representantes melillenses y muy de espaldas a lo que verdaderamente necesita la ciudad, que no es otra cosa que apoyo desde el Estado a su régimen fiscal especial que, además, debe seguir avanzando para convertir a Melilla en el mejor de los destinos de inversión.
Hoy es el momento de salir a la calle para expresar el descontento que existe ya no sólo por esto de la bonificación de las cuotas sino también para exigir que el Gobierno obligue a Marruecos a reabrir la aduana comercial, tal y como tienen pactado desde hace dos años, y el reconocimiento del régimen de viajeros, fundamental para el comercio local.