Categorías: Sociedad

“Era una pesadilla porque venía una ola tras otra, tragaba agua y no podía salir”

Aiman Mohamed, el niño rescatado en San Lorenzo, tenía miedo de perder a su primo y a su amigo.

Aiman Mohamed Charradi tiene 13 años y el pasado viernes volvió a nacer. Un policía nacional llamado Isaac Ugencio le rescató del mar cuando estaba a punto de ahogarse. Ayer volvió a ver a este hombre en la playa de San Lorenzo, en un encuentro organizado por El Faro. Aiman, de nuevo, le agradeció que entrara al mar a por él, así como a los socorristas que salvaron la vida de su primo y su amigo.
Este pequeño, que estudia en el IES Juan Antonio Fernández, aseguró a este periódico que ellos sólo querían divertirse y darse un baño. No lo pensaron. Ni si quiera vieron que había bandera roja.
Aiman explica que estaban en su barrio cuando decidieron bajar a la playa sin que se enteraran sus familias. Al llegar a San Lorenzo, entraron el mar.
Al principio daban pie y se reían con las olas, hasta que llegó una muy grande que les llevó a hacia dentro. Fue entonces cuando se asustaron. Este pequeño destaca que comenzaron a gritar y a pedir socorro. “Era una pesadilla porque venía una ola tras otra, tragaba agua y no podía salir”, afirma.
Recuerda perfectamente cómo vio a un hombre nadar hacia él. Le cogió en brazos y comenzó a ir hacia la playa. Aiman indica que el policía nacional que le rescató le cogió como si fuera un bebé para sacarle del mar.
Cuando llegaron a la arena, Isaac Ugencio le tomó las constantes vitales y le preguntó una y otra vez si se encontraba bien. Había tragado mucha agua, pero tenía mucho miedo por su primo y su amigo. Ellos estaban peor y una ambulancia tuvo que atenderles en la playa.

Nervios y preocupación
Aiman reconoce que estaba muy nervioso y que Ugencio tuvo que ayudarle para estar más tranquilo. No sabía qué hacer. También tenía miedo de lo que le dijeran sus padres. Las palabras del policía nacional le sirvieron para respirar con calma.
Los sanitarios echaron un vistazo a este niño antes de marcharse con los otros dos rescatados al hospital. Afortunadamente no les pasó nada grave y pudieron volver a sus casas a las pocas horas, explicó al periódico Hassan Mohamed, el padre de Aiman.
El pequeño se ha comprometido a no volver a bañarse en el mar si hay bandera roja. Tiene la lección aprendida. Además, sus padres le castigaron durante dos días sin salir.
Antes de que Ugencio se marchara, volvió a abrazarle, para agradecerle su heroicidad.

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