Jon Piechowski es, desde agosto de este año, consejero para Diplomacia Pública de la Embajada de Estados Unidos en España. Hasta entonces era subsecretario adjunto de Diplomacia Pública de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental y director de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, que ha tenido la responsabilidad de elaborar políticas para países de Latinoamérica y el Caribe.
También ha sido director adjunto de Comunicaciones de la Misión de Estados Unidos ante la ONU; portavoz de la Embajada de Haití y miembro de los equipos de apoyo de Condoleeza Rice (Partido Republicano) y Hillary Clinton (Partido Demócrata).
Es un diplomático de carrera que también ha estado destinado en las embajadas de Francia y Egipto.
Jon Piechowski está de visita en Melilla para presentar un programa de fomento del inglés americano en el colegio Enrique Soler. Aprovechando un hueco en su agenda, ha conversado con El Faro sobre temas relacionados con el auge de la izquierda en América Latina; las políticas de Estados Unidos respecto a Venezuela y Cuba y también sobre su experiencia en cargos de responsabilidad en un país líder como Estados Unidos.
¿Cómo se llega a ser un número uno en un país tan grande, con tanta gente? Claro, en una ciudad como Melilla es fácil destacar, lo difícil es pertenecer a la élite de la diplomacia en un país como Estados Unidos. ¿Cómo se llega hasta ahí?
Yo diría que no soy parte de ninguna élite diplomática. Yo soy un diplomático de carrera, un funcionario, alguien que sirve al pueblo estadounidense y yo doy gracias a Dios cada día por tener la oportunidad de servir a mi país, a mi pueblo y luego, al mismo tiempo, poder establecer relaciones con los españoles y con las instituciones aquí en España.
¿Siempre fue diplomático? ¿De adolescente ya apuntaba maneras diplomáticas?
Yo llegué a la decisión de ser diplomático después de haber terminado a carrera universitaria aunque antes yo ya tenía una idea muy fija de que quería servir al pueblo estadounidense y servir a mi país.
¿Cómo se hace para ser asesor de dos grandes mujeres de dos partidos distintos?
Una cosa que tenemos en nuestro servicio exterior, para los que son de carrera, es que trabajamos y servimos a los líderes que hay. No importa el partido al que pertenezcan: sirven al presidente y vamos trabajar para ellos.
Tuve la suerte de poder trabajar para la secretaria de Estado Rice y también para la secretaria Clinton y a través de este trabajo pude viajar por muchísimos países y participar y ayudar en reuniones y eventos muy interesantes.
¿De Condoleeza Rice qué destacaría y qué destacaría de Clinton? ¿Con qué se queda de cada una de ellas?
Las dos claro que son mujeres, bueno, no importa el género, son personas de altísimo talento, bastante sabiduría y al mismo tiempo, tienen una forma de tratar con sus interlocutores, con sus homólogos, a la vez que ven la estrategia y la posición de Estados Unidos en el mundo.
Usted también ha trabajado en la ONU. ¿Qué se siente cuando uno ve que Cuba consigue un sillón en el Consejo de Derechos Humanos?
Estados Unidos siempre ha sido activo en las Naciones Unidas y en todos los foros multilaterales de las organizaciones que surgieron en los años 40. Creemos muy fuertemente que los derechos humanos son universales y nosotros creemos que los órganos internacionales deben servir a las personas, a los individuos, no a regímenes.
Cuando vemos que regímenes autoritarios sirven en el Consejo de Derechos Humanos pues yo creo que da un poco de coraje, realmente. Pensamos en los activistas de muchísimos países que defienden o reclaman sus derechos a riesgo de ser presos políticos y ante eso, todos los que defendemos los derechos humanos, debemos alzar la voz.
Conoce Latinoamérica, ¿qué pasa que la izquierda está ganando terreno en Latinoamérica?
Yo creo que los más importante, desde el punto de vista del Gobierno estadounidense, es la naturaleza de un gobierno. La ideología no cuenta. Lo que cuenta es si un gobierno es elegido democráticamente a través de elecciones democráticas y justas. Si es así, nosotros vamos a intentar trabajar con todos los gobiernos. No importa su ideología. Vamos a buscar los puntos que compartimos porque los retos que todos los países enfrentamos son muy grandes y exigen de nuestra parte cooperación.
Así que para nosotros, lo que realmente cuenta es si un gobierno es elegido por la voluntad del pueblo.
¿Y no cree que ha tenido que ver la influencia de RT en español para todos los hispanohablantes?
Mire, yo creo que en primer lugar, vamos a ver si los observadores independientes, en las elecciones que hemos visto en los últimos meses, si dicen que una elección ha sido libre y justa y si el pueblo ha tenido libre acceso a la información. Yo creo que hay que aceptar la voluntad del pueblo.
Ahora bien, la desinformación de actores como los rusos y otros países, creo que pueden ser una amenaza para las democracias que apoyamos la libertad y el libre acceso a la información.
Tenemos que defender no sólo ese libre acceso a la información, sino también tenemos que trabajar juntos para que los consumidores de información tengan todo el contexto y no sean víctimas o puedan ser engañados. La desinformación sí puede afectar a todas nuestras sociedades.
¿Cómo está impactando la guerra de Ucrania en las migraciones? Si aquí en Europa estamos mal, qué puede quedar para los que siempre han estado peor...
Creo que todo el mundo está viendo el impacto cada día que pasa de la agresión rusa hacia Ucrania. Por ejemplo, el impacto a la seguridad alimentaria de países que dependían del trigo de Ucrania o de aceite de girasol, que ahora no tienen. Eso ha provocado hambre o al menos incertidumbre y eso ha afectado los precios.
Es un ejemplo muy claro de la agresión rusa y de la utilización incluso de la alimentación por parte de los rusos a otros países. Más allá, yo creo que el mundo y los Estados miembros de Naciones Unidas están viendo más y más claramente que lo que ha hecho Vladimir Putin contra los ucranianos, contra Ucrania es un acto de agresión. No solo contra la democracia ucraniana sino también contra la soberanía de Ucrania y la integridad territorial.
Hemos visto en las últimas votaciones en la Asamblea General (de la ONU) que hay una creciente conciencia de eso. Ahora bien, puede que la guerra tenga otros impactos y por eso es importante que los países del mundo muestren su solidaridad con el pueblo ucraniano.
Estados Unidos es un país acostumbrado a recibir emigración y no solo refugiados, como en el caso de Europa. ¿Qué tenemos que aprender?
Creo que todos los países que recibimos migración tenemos lecciones que ofrecer, igual que debemos estar abiertos a aprender de nuestros vecinos y nuestros socios. Claro, la migración legal, de manera regular, es algo que muchos países ofrecen, pero luego tenemos el fenómeno de la migración irregular.
Es un fenómeno creciente y yo creo que la única manera de enfrentar a la migración irregular es a través de la cooperación. Es lo que está haciendo Estados Unidos con nuestros socios en América Latina y el Caribe e igual también aquí en Europa.
España es también no solo un aliado indispensable para Estados Unidos; es un socio muy importante en temas relevantes alrededor del mundo.
Dice que España es un socio muy importante. ¿En qué punto están las relaciones de España con Estados Unidos?
Yo creo que vemos unas relaciones muy fuertes entre España y Estados Unidos y yo creo que la visita del presidente Biden en junio a Madrid mostró para todo el mundo la fuerza de nuestros lazos. Yo digo a todos que no solo abordamos las relaciones comerciales entre nuestros países sino que también defendemos juntos los derechos humanos, las libertades fundamentales, la democracia por todo el mundo y estamos trabajando juntos para enfrentar los retos que tenemos en común como al crisis climática, la agresión rusa y todo lo que supone nuestra alianza trasatlántica.
Una duda que quizás pueda solucionarme: ¿cree que funcionan las sanciones a dictaduras como la cubana o la de Maduro? ¿Han dado algún resultado?
Yo diría que las sanciones son una herramienta que tenemos, que cada país tiene y que podemos utilizar contra gobiernos o contra actores. En el caso cubano, vemos en los últimos meses, sobre todo, desde las manifestaciones reprimidas de julio de 2021, la aplicación de sanciones contra individuos por sus decisiones y sus actos reprimiendo al pueblo cubano, que salió a la calle para exigir sus derechos; para reclamar un futuro mejor.
Igual si vemos casos recientes como en Nicaragua y Venezuela hemos utilizado mucho este tipo de sanciones. Ahora, las sanciones no son una meta en sí, sino una herramienta. Yo creo que trabajando las democracias en nuestros conjunto podemos aumentar la presión para lograr que haya una restauración de democracia en Venezuela a través de las elecciones libres y justas y una mejor situación política en Cuba, Nicaragua o en todos los países donde el pueblo sufre.
Cuando hablo de sanciones no me refiero al embargo sino a sanciones a funcionarios. ¿Funciona que le limiten los movimientos a un funcionario? Con no ir a Estados Unidos ya está. ¿Esa es la sanción?
Las sanciones afectan no solo a lo que uno puede tener en Estados Unidos sino afecta a todo un sistema financiero. Yo creo que con un régimen autoritario no solo hay una falta de libertad política. En muchísimos casos hay corrupción. Y en esa corrupción, la única manera de sacar provecho es a través de instituciones financieras internacionales. Yo creo que estas sanciones lo que sí hacen es que impiden que se puedan beneficiar de la corrupción; del robo de bienes del pueblo que se toman para su propio bienestar.
¿Cómo cree que han recibido los cubanos de Florida la ayuda de 2 millones que Estados Unidos ha dado a Cuba?
Nuestra política con respecto a Cuba no es solo exigir el respeto de los derechos humanos y que los cubanos puedan gozar de la democracia. Nosotros buscamos cómo ayudar a los cubanos de a pie en nuestro país. Y eso puede ser a través de apoyar a los emprendedores independientes en el país para que puedan crear empleos, para que todos puedan vivir mejor, con pleno respeto de su dignidad como humanos.
Pero también en parte quiere decir que cuando hay un desastre, como un huracán, vamos a ayudar a quienes se han visto muy dañados y lo han perdido todo.
Una última pregunta: me gustaría que enviara un mensaje para los jóvenes que quieren ser diplomáticos, que están estudiando y se están preparando. ¿Cómo se llega adonde usted está?
El consejo que yo ofrecería a toda persona aquí en Melilla, en Cuba, en cualquier ciudad en España es explorar el mundo. Este mundo nuestro es diverso, es fascinante y hay mucho que aprender de los demás; a través de la lectura y a través del estudio de los idiomas se abren muchísimas puertas. Éste es el consejo que yo daría a todos.
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