Entrevista a El Kanka: "En Melilla me siento como pez en el agua"

El cantante y compositor Juan Gómez Canca, conocido artísticamente como 'El Kanka' (Málaga, 1982) ha actuado esta noche en nuestra ciudad, dentro de las actuaciones del ciclo de Música a la Luna. El concierto se celebró en la plaza de Estopiñán a las 22:00 horas.

El artista andaluz habló con El Faro en este punto de Melilla la Vieja sobre la unión entre Melilla y Andalucía, su carrera y futuros proyectos.

- Juan Gómez Canca, primero de todo, bienvenido a Melilla.

- Bien hallado, muchas gracias.

- Cantante, compositor, no sé si podríamos llamarle también cantautor.

- Sí, yo creo que es la palabra adecuada, lo que pasa que es una es una palabra que ha perdido un poco, como que se le llama cantautor solamente a un tipo de cantautor. Yo creo que los cantautores son mucha gente que hacemos mucha música distinta, y yo estaría dentro, por supuesto.

- Cuéntenos, ¿por qué le tenemos hoy aquí en Melilla?

- Sobre todo porque es mi trabajo ir a los sitios a tocar, pero también creo que se lo debía un poco a la ciudad. Veníamos comentando antes que este año vamos a hacer Melilla y Ceuta que es una cosa que al final, por cuestiones obvias, como el transporte y todo eso, son ciudades que trabajamos menos y creo que nunca en mi vida, habíamos hecho las ciudades en tan poco tiempo.

A mi me hace ilusión, siendo yo encima andaluz, que siento que aquí soy un poco primo-hermano. Me ha gustado la gente, hablar con mi acento y con unos códigos parecidos.

Es una ciudad a la que le tengo además mucho cariño, porque estuve participando hace '200.000 millones de años' en el concurso de cantautores que se hacía aquí y yo vine en tres ocasiones hace 'mil años' y me hace mucha ilusión volver a cantarle a la gente.

- ¿Qué es lo que veremos esta noche?

- Me han avisado y me han repetido que tengo que hacer un concierto cortito y lo voy a hacer, aunque no tan cortito.

Va a ser un concierto a voz y guitarra en 'acustiquísimo', o sea, solamente yo con la guitarra y voy a hacer una hora de concierto. Intentaré no hablar mucho, algo que a mí me cuesta bastante, para poder cantar un total de doce canciones, que espero que me quepan en esa en esa hora que me he comprometido a respetar. Serán tres o cuatro del disco último, que es lo que estoy presentando ahora y el resto pues bueno, un poquito de los trabajos anteriores e incluso alguna cosita nueva.

- Nos ha comentado que no es su primera vez en Melilla, ¿cuándo vino por primera vez?, ¿qué le parece la ciudad?

- Esta la quinta vez que vengo, porque vine tres veces para el concurso y una vez, me parece que en el 2016, que vine a cantar y la de ahora.

Me parece una ciudad preciosa, a mí lo que me pasa es que no me da tiempo nunca a hacer turismo, digamos en condiciones. Me acuerdo de haber comido rico, me acuerdo de haber visto muchas murallas, pero sobre todo lo que más se me quedó a mí es un poco la sensación de la gente, no sé si estoy 'metiendo la gamba', pero me parece que tiene mucho que ver con los andaluces, con esa forma de vivir un poco más relajada y abierta. Aquí me siento como 'pez el agua', porque soy de aquí al lado, soy de Málaga.

- Actualmente está en plena gira, con numerosos conciertos a la vista, ha vuelto hace poco de Latinoamérica, ¿cómo lo está llevando?

- Estoy llevando mal el calor absoluto que hace, porque en Madrid te puedo asegurar que está cayendo eso, aunque aquí es distinto porque es más húmedo y yo prefiero siempre la humedad porque me he criado en eso.

Aparte de eso, está siendo un verano muy 'guay', porque estamos trabajando, pero tampoco es el verano de antes. No hace tanto, tres años o cuatro, estaba haciéndome en verano diez o quince bolos al mes, que eso con el calor ahí y con las edades que tiene uno, espero que sea una cosa que he dejado atrás.

Ahora he tenido bastante trabajo en agosto sobre todo, en julio poco y en junio como has dicho en Latinoamérica, que eso siempre es un poco más intenso, porque hemos hecho siete conciertos en un par de semanas y en cuatro países. Pero todo está más o menos tranquilo como para que pueda descansar entre medias y tenga ganas de cantar y yo esta noche tengo ganas de cantar, que eso siempre es bonito.

- Sin embargo, el año pasado hizo un parón temporal, ¿qué le llevó a hacerlo?

- El tema de las ganas, igual que te digo que me hacía en verano diez o quince bolos al mes, te puedo decir que me he tirado un par de años o tres haciéndome noventa bolos al año.

A mí me encanta mi profesión, es una profesión súper bonita y me considero un privilegiado de poder vivir de lo que me gusta. Pero al final son noventa bolos al año, ir a Latinoamérica, meses fuera de mi casa y pisarla un poco para saludar para luego tener que irme otra vez. Esa sensación de desarraigo, de estar siempre fuera.

También lo repetitivo que tiene esta profesión, que también lo tiene, pues yo canto en mi casa casi todos los días a lo mejor un rato, pero no canto siempre las mismas canciones. Al final cuando haces una gira tan larga se te hace muy repetitivo, es mucho más difícil conectarte con los sentimientos y con las cosas que estás diciendo.

Yo llevaba ya bastantes años un poco 'quemado' y bueno, lo manifesté. Fueron unos años muy raros, porque se sucedió la pandemia y justo yo quería empezar a trabajar un poquito menos y volver sentir esas ganas, que hubiera un poquito más de espacio entre conciertos. Pero pasó la pandemia y cuando volvimos a poder tocar también quisimos trabajar bastante, porque habíamos estado unos meses sin hacer nada y por el miedo también a que nos volvieran a cerrar las puertas y los escenarios también trabajamos muchísimo.

Al final decidimos hacerlo un poco radical. Dijimos: "Vamos a aguantar este año de pandemia, que parece que cada vez se pueden hacer más conciertos y ya podemos ir con la banda al completo". Entonces mi socia, María, me propuso parar pero de verdad, paramos un año entero. No hicimos conciertos, ni entrevistas, ni publicamos nada en redes. Me pareció buena idea, una cosa un poco radical pero que respondía también a la radicalidad que habíamos tenido en los años anteriores. Fue coger aire grabar nuevo disco y volver con esas ganas que creo que en esta profesión son un poco necesarias.

No es lo mismo ir a una oficina todos los días que de repente vas sin ganas. Pero cuando subo al escenario, no te digo que siempre tenga la misma ganas, pero al final es mi trabajo y lo hago por dinero como cualquiera no, pero siempre hay un poquito de ganas y un poquito de deseo por subirse.

- Está con un nuevo disco, 'Cosas de los Vivientes', ¿qué nos puede contar sobre este nuevo trabajo?

- Yo compongo siempre desde un lado bastante sincero y bastante personal. Hago mis canciones que hablan de los temas que a mí me obsesionan: Las canciones de amor hablan de mis novias, las canciones sociales hablan de las cosas que me preocupan y las canciones más psicológicas hablan de mis problemas psicológicos.

Lo que quiero decir es que siempre hay mucho de mi en todas mis canciones y en todos mis discos. Prácticamente se me puede conocer si te los escuchas. A mí me gusta pensar que estoy evolucionando bien, me gusta pensar que todavía no he hecho la mejor canción de mi vida, quizás sea la última que haga, quien sabe.

Estoy orgulloso de lo que voy sacando e intento hacerlo con la mayor honestidad y con todo el corazón posible. Yo estoy muy contento de este disco, habrá quien no, pero yo creo que a la mayoría de los autores siempre nos gusta más lo último que hemos hecho, porque al final estamos más conectados y nos sentimos más identificados con una cosa que hemos compuesto hace un año que con una cosa que compusimos hace veinte.

Me he quedado muy contento. Son canciones que hablan un poco de todo y hay mucha reflexión vital. Luego hay una canción que habla de los haters y una canción que habla de la amistad. Hay un poco de todo, como creo que suele pasar en mis discos.

- Se le conoce como el Kanka pero, ¿quién es Juan?

- Creo que no hay muchísima diferencia. Seguro que la hay, porque todos tenemos nuestra máscara y nuestra forma de mostrarnos.

Es lógico que tú muestres lo que quieras mostrar una parte, también nos guardamos cosas para nosotros y, por supuesto, en mi caso también es así. En el escenario muestro mi mejor cara, pero considero que no hay tampoco un personaje, ni que yo esté interpretando ningún papel. Me parece que incluso me puedo pasar de sinceridad en alguna de las canciones y abrirme en canal y mostrar muchas de mis inseguridades y vulnerabilidades.

- ¿Cómo se inició en la música?

- Creo que como la grandísima mayoría al principio no había ninguna pretensión de dedicarme a esto ni muchísimo menos.

Mis padres me decían que afinaba muy bien y que tenía algo ahí. Entonces empecé a meterme, primero estudié un poquito de piano en una academia pequeñita de Málaga con dieciséis años y me acuerdo que yo notaba que al profesor le gustaba y me alentaba a que siguiera. Al parecer tenía cualidades de memoria, ritmo, afinación. Luego ya con diecinueve, cogí la guitarra y ya escuchaba música más activamente, porque yo descubrí la música tarde. No era un niño de trece años que tuviera un cantante favorito, ni mucho menos, ni con quince. Ya bastante más mayor descubrí, por un lado a los cantautores como Pedro Guerra o Ismael Serrano y por otro lado a Extremoduro y a Platero y Tú. Por ahí empezó la cosa.

Mi padre era muy melómano, así que escuchaba a los Beatles y escuchaba mucha música latinoamericana, pero yo la escuchaba de fondo, no la escuchaba activamente, pero cuando empecé a escuchar activamente, me enamoró.

Me sigue enamorando el concepto de la canción, ya que tiene una estructura muy particular y en esos tres minutos a veces pasan cosas hermosas, se mezclan poesía, melodía, armonía.

Yo soy bastante tímido y me daba vergüenza mostrárselo incluso a mis amigos y un día me animé con un colega a hacer un concierto y me lo pasé muy bien, me dio muchísimos nervios y todo eso, pero me lo pasé muy bien y empecé sin tener pretensiones pero la cosa fue creciendo y aquí estoy.

- Ha hablado de la unión entre Melilla y Andalucía y recientemente, el Gobierno de la Ciudad le ha concedido la Medalla de Oro a Andalucía, ¿cree que realmente existe esa unión?

- No paró de decirlo. A nivel oficial, no sabría decir, pero yo sí que noto ese acento y esa forma de estar en el mundo.

Por supuesto no quiero pecar de chovinismo tampoco, pero sí que hay ciertos lugares comunes donde caemos a nivel carácter, en general el andaluz y el melillense somos gente relajada, gente abierta, simpática y con el sentido del humor muy presente. Sí que tengo la sensación de que compartimos eso.

- Una cuestión que le habrán preguntado muchas veces, el género urbano, ¿existe realmente esa enemistad con la canción de autor?

- La verdad es que no. Yo soy ya un señor mayor y por supuesto tengo mi propio código y cuando las canciones cumplen esos códigos a los que yo soy afín, es normal que me gusten más.

Yo no encuentro esos códigos en el género urbano, alguna vez me he encontrado alguna cosa o me he encontrado alguna canción o incluso algún artista que me ha gustado, pero no me suele pasar.

Tampoco considero que haya enemigos dentro de la música. Incluso aunque a mí no me guste nada o incluso aunque probablemente haya canciones que yo escuche la letra y diga: "Dios Santísimo", no dejan de ser canciones. No me quiero postular como enemigo de ese género, no es la música que yo escucho, pero tiene todo mis respetos. Si la gente los escucha se tendrán que hacer un lugar.

Para mí, mis enemigos son otros, son gente que hace maldades, son los machistas, los racistas son la gente egoísta.

- ¿Qué se viene próximamente para El Kanka?

- Nosotros seguiremos el año que viene con la gira. Le damos una vueltecita al repertorio y alargaremos la gira un par de años y ya de vuelta al estudio para meternos de nuevo a grabar.

- Para acabar, ¿le volveremos a ver de nuevo por Melilla?

- Seguro, espero que no pase tanto tiempo. Me veréis seguro.