Los pasos fronterizos entre Melilla y Marruecos suponen “un auténtico coladero” de vehículos robados, según denunció en la jornada de ayer la Unión Federal de Policía (UFP) a El Faro. Las fuentes de este periódico aseguran que cada semana intentan pasar la frontera “entre cuatro y cinco coches sustraídos” y muchos de ellos consiguen su objetivo de llegara al país vecino.
Según la formación sindical, este tipo de sucesos se han convertido en algo habitual en los puestos de Beni Enzar y Farhana, los únicos de la ciudad que tienen habilitado un carril para el paso de vehículos. “Llevamos varios meses con esta situación”, subrayaron las fuentes de la UFP.
Asimismo, indicaron que los ladrones conocen de primera mano cuáles son los movimientos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado españoles en la frontera. En este sentido, explicaron que la mayor parte de los coches los ladrones los roban en Melilla y de inmediato ponen rumbo al país vecino para evitar que localicen el coche en la ciudad autónoma.
Siempre siguiendo los detalles proporcionados por la UFP, la ventaja con la que cuentan los cacos es que al pasar desde Melilla a Marruecos “ni la Policía Nacional ni la Guardia Civil llevan a cabo controles de seguridad”, ya que éstos tienen lugar cuando los vehículos pasan en dirección contraria, es decir del país vecino a territorio nacional, cuando se registran en busca de sustancias ilícitas o inmigrantes ocultos.
Así pues, los coches robados que van hacia Marruecos sólo se someten a los controles de la Policía del país vecino. “En muchas ocasiones, los agentes y los cacos se ponen de acuerdo previamente para que puedan cruzar la frontera sin problemas”, subrayaron desde la UFP.
“Los únicos que vigilan en parte el paso de vehículos en dirección a Marruecos son los miembros de las Unidades de Intervención Policial (UIP), que trabajan de lunes a viernes. Cuando descansan, los fines de semana, se producen la mayor parte de robos”, agregaron desde la UFP.
Por otro lado, señalaron que las pocas oportunidades que tiene las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de detener a estos vehículos antes de que crucen la frontera es cuando el propietario denuncia el robo al instante, ya que los agentes están alerta para interceptar el coche en cuestión.
También hay ocasiones en las que los conductores intentan pasar los controles del lado español a toda velocidad. En este tipo casos, los agentes de Policía y Guardia Civil “poco pueden hacer si no han sido informados previamente”. Desde el sindicato reseñaron que en dichas situaciones serían muy útiles los bolardos soterrados que hay entre el control de la Guardia Civil y el de la Policía, pero se encuentran estropeados desde el pasado verano.
La función de esta hilera de pivotes es cortar de manera instantánea el tránsito de vehículos si se produce una emergencia. Los bolardos, dispuestos en perpendicular a la carretera, están instalados entre el control de vehículos, que realiza la Benemérita, y el de documentos de identidad, función que desarrollan los agentes de Policía Nacional.
No es la primera vez que el sindicato denuncia que este dispositivo está averiado desde hace meses. A comienzos de diciembre, indicaron a El Faro que el hecho de que un elemento “tan fundamental” para la seguridad de la zona se encuentre roto desde el pasado verano “pone de relieve que antes de acometer ningún proyecto de mejora a gran escala hay que preocuparse por mantener correctamente las actuales instalaciones”.
Un proyecto que no llega
Desde la UFP recordaron a este periódico que cuando el pasado 14 de diciembre se produjo la visita del secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, éste se comprometió a ejecutar el arreglo de los pivotes soterrados de manera inmediata, entre otras infraestructuras, como las cámaras para reconocer las matrículas de coches.
“Nos aseguró personalmente que las reparaciones se llevarían a cabo de manera instantánea, que ya estaban trabajando en ello. Un mes después, nos encontramos con que todo sigue igual. Ocurre como con el proyecto de mejora de la frontera, nos lo han prometido tantas veces que ya no nos lo creemos”, lamentaron los dirigentes del sindicato policial.
También estaba pendiente de ser reparado el sistema de detección de matrículas que emplea la Guardia Civil para controlar los coches que pasan a diario la frontera. En este sentido, desde la UFP resaltaron que desconocían cómo estaba funcionando actualmente dicho dispositivo, pero que conocían que era el empleado para comprobar si un coche robado había cruzado la frontera y gracias al cual conocía la cifra de los que semanalmente intentan pasar la frontera.
Destino, el mercado negro
Los vehículos de Melilla no son el único objetivo de los cacos. En ocasiones, también pasan los puestos fronterizos otros robados o incluso alquilados en distintos puntos del territorio nacional e incluso de la Unión Europea (UE).
En estos casos, es más fácil detectarlos, ya que al haber una denuncia previa los agentes pueden reconocer la matrícula y proceder a la detención del conductor. Hay que destacar que existen ocasiones en la que los ladrones son interceptados en los controles rutinarios que se realizan a la hora de embarcar en uno de los buques rumbo a la ciudad autónoma.
En cualquier caso, el destino de todos los vehículos robados es el mismo: El mercado negro. No obstante, algunos son completamente desguazados para vender sus piezas de manera individual. Curiosamente, los modelos más sustraídos en Melilla durante las últimas semanas pertenecen a las marcas Mitsubishi y Mercedes.
Para concluir, desde la UFP volvieron a pedir mejoras en el paso fronterizo de Beni Enzar, el que mayor flujo de personas y vehículos registra a diario e indicaron que lo más apremiante es mantener “en orden y funcionamiento” las actuales instalaciones, como es el caso de los bolardos soterrados, para poder actuar con mayor eficacia en las situaciones de emergencia.
Según informó la UFP a este periódico, en la jornada de ayer se produjo el último robo de un vehículo con intención de introducirlo en Marruecos para su venta en el mercado negro.
A las 9:00 horas, aproximadamente, tuvo lugar el robo de un turismo de la marca Mercedes. Según el sindicato, el ladrón se dirigió rápidamente hacia la frontera de Farhana con intención de cruzar hacia el país vecino. El dueño del vehículo, que presenció el hurto, salió en persecución del caco de manera inmediata.
Al llegar al paso fronterizo de Farhana, el ladrón logró cruzar sin problemas los controles españoles, pues, como indicaron desde el sindicato, cuando se circula en dirección a Marruecos no es habitual que se registren los vehículos.
Cuando el dueño del turismo llegó al volante de un segundo coche, el vehículo robado ya se encontraba en la zona marroquí.
Sin embargo, el ladrón no pudo cruzar el control rápidamente porque había algo de cola, lo que posibilitó que la Policía española pudiera alertar a la del país vecino para que inmovilizara el vehículo.
Finalmente, el coche no logró pasar la frontera, aunque el afectado tendrá que presentar diligencias en Marruecos, al haberse interceptado el vehículo en territorio del país vecino.
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