La Delegación del Gobierno en Melilla ha elevado a casi 500 el número de inmigrantes que consiguió entrar ayer a la ciudad, tras un intento protagonizado por unos 1.000 subsaharianos.
Según informaron fuentes de esta institución, fueron “algo menos” de medio millar, una cifra que supone, junto a la registrada el pasado 18 de marzo, la más elevada de todas las entradas masivas que se han vivido en Melilla hasta ahora.
Son los únicos datos que facilitó ayer la Delegación del Gobierno, que también informó de que algunos inmigrantes fueron atendidos de heridas leves por cortes.
El asalto se produjo sobre las 05:30 horas por la zona del perímetro próxima al puesto fronterizo de Barrio Chino, el lugar por el que se han registrado las últimas tentativas de entradas masivas de subsaharianos. En ese punto no está instalada aún en la valla la malla antitrepa, un sistema que impide a los inmigrantes trepar por la verja porque no permite introducir los dedos.
Pese al despliegue policial en el lado marroquí y en el español, reforzado desde el aire por un helicóptero de la Guardia Civil, casi la mitad de los que lo intentaron consiguió superar el triple obstáculo que compone el vallado de Melilla.
Tras saltar la valla, los subsaharianos se dirigieron corriendo hacia el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde fueron recibidos por algunos de sus compatriotas. Cánticos, abrazos y gritos de júbilo fueron los protagonistas a las puertas del CETI, un centro absolutamente colapsado que, hasta ayer, antes de la entrada masiva, albergaba a unas 1.900 personas.
Entre los que consiguieron acceder a la ciudad, había una mujer, que sería la segunda en haber logrado superar el obstáculo, después de que otra inmigrante camerunesa lo logró el pasado mes de febrero, que inicialmente dijo ser menor aunque luego reconoció que no lo era.
2.300 inmigrantes en 480 plazas
Con los inmigrantes llegados ayer, el CETI, en el que ya hay tiendas de campaña instaladas, tanto en el interior como en el exterior, podría alcanzar la cifra de los 2.300 acogidos, más de cuatro veces su capacidad idónea, que es de 480 personas.
Algunos inmigrantes se habían quedado encaramados en la valla durante unas dos horas, pero finalmente bajaron de la misma y fueron entregados a Marruecos. Una docena se subió a la alambrada sobre las 07:30 horas y permanecieron allí hasta pasadas las 09:30 horas, en la zona más alta de este obstáculo. Tras bajarse de la valla, de la que ya se retiraron los flejes superiores, los inmigrantes fueron entregados a Marruecos. Sólo dos inmigrantes permanecieron más tiempo subidos a farolas.
En las inmediaciones de la valla, en el lado marroquí, se divisó una columna de humo, al quemar las autoridades de dicho país las prendas que los inmigrantes fueron dejando en la tentativa de entrada. Muchas de esas prendas también fueron visibles por las calles de Melilla por las que pasaron los inmigrantes de camino al CETI.
La valla sufrió algunos daños en la zona por la que se produjo, que empezaron a ser reparados ayer.
El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, anuló el viaje previsto para ayer a las Islas Baleares para desplazarse a Melilla tras el intento de asalto masivo de la valla fronteriza con Marruecos. Llegó con la secretaria de Inmigración, Marina del Corral. Ambos visitaron la parte del perímetro por la que se produjo la entrada, donde el vallado ha quedado muy dañado.
La entrada de ayer a Melilla es una de las más numerosas de las que se han producido y recuerda a la del pasado 18 de marzo, cuando unos 500 subsaharianos accedieron a la ciudad aprovechando una densa niebla.