Entran 140 inmigrantes a Melilla tras una avalancha de 800 en dos asaltos a la valla

A las 6:00 horas se produjo el primer salto por Barrio Chino. Más tarde, a las 10:45, tuvo lugar otro intento de entrada por Vaguada Linares l Al menos 150 personas han sido devueltas a Marruecos.

Unos 800 inmigrantes subsaharianos intentaron ayer entrar a Melilla en dos asaltos consecutivos al perímetro fronterizo. Ambos saltos se produjeron con apenas unas horas de diferencia y por dos puntos de la valla distintos y distantes uno del otro: Por Barrio Chino y por Vaguada Linares, al norte de la ciudad. Finalmente, sólo 140 subsaharianos lograron entrar en Melilla y correr hacia el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, donde les esperaban grupos de compatriotas y amigos.
Según se deduce de la información de la Delegación del Gobierno, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad devolvieron ayer a Marruecos a otros 150 inmigrantes que permanecieron unas seis horas encaramados a la valla. En la doble alambrada se registraron momentos de tensión por el enfrentamiento entre los inmigrantes y los agentes de los grupos de élite de la Benemérita.
Desde la Delegación del Gobierno aseguran que los subsaharianos actuaron “con fuerza y virulencia”, sobre todo en el segundo de los asaltos y durante el tiempo que permanecieron subidos en la parte alta del perímetro fronterizo, en las inmediaciones de Barrio Chino.
La primera tentativa de entrada, protagonizada por más de medio millar de inmigrantes, tuvo lugar ayer, en torno a las 6:00 horas por Barrio Chino.
Luego el abultado grupo se dispersó y acometió nuevos intentos de asalto a la valla por distintos puntos del perímetro fronterizo ubicados entre Beni Enzar y la zona por la que antes habían saltado.
Todos estos intentos fueron controlados por “un amplio” operativo de la Guardia Civil, aclaran desde la Delegación del Gobierno.
Sin embargo, el dispositivo de la Benemérita no pudo impedir antes que “un centenar largo lograra traspasar la valla y dirigirse a la carrera hasta las instalaciones del CETI”.
Mientras tanto, un grupo de unos 150 inmigrantes quedó rezagado en la zona entre vallas, controlado por las Fuerzas de Seguridad Españolas. Fue entonces cuando optaron por encaramarse a la valla, donde permanecieron unas seis horas.

A media mañana
Poco antes de las once menos cuarto de la mañana se produjo el segundo asalto a la valla, en el que participaron más de 200 subsaharianos. Ninguno de ellos logró entrar a Melilla.
El salto quedó “abortado” por la Guardia Civil y los GRS, que contaron con el apoyo de la Policía Nacional y Local.
Asimismo, “la efectividad de las fuerzas marroquíes que contuvo a los inmigrantes permitió refrenarlos por completo e impedir una nueva entrada masiva a territorio español”, subraya la Delegación.
La peculiaridad de las últimas semanas es que los inmigrantes no desisten en su intento de pisar suelo español y persisten en ello subidos a la valla durante horas, desde donde lanzan distintos cánticos, con una frase que suena con mayor frecuencia: “Libertad”. Otros testigos aseguran que ayer los inmigrantes también dieron vivas a España y a la Guardia Civil.
En los 4 últimos asaltos a la valla que se han producido en la ciudad, los inmigrantes han permanecido encaramados a la doble alambrada o a farolas. Ocurrió así, el jueves de la semana pasada, en Barrio Chino, cuando una veintena de subsaharianos fue devuelta a Marruecos.

Doce guardias civiles heridos y 26 inmigrantes con lesiones, la mayoría de ellos en Marruecos

Una veintena de inmigrantes necesitó ayer atención médica en el hospital de Nador por las heridas sufridas durante el intento de asalto a la valla de Melilla, según informaron fuentes oficiales de la localidad marroquí a la agencia de noticias MAP.
Del lado español de la frontera se han contabilizado doce guardias civiles heridos. De ellos, tres pertenecen a los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil. Uno de ellos presenta multicontusiones, provocadas por un subsahariano que le cayó encima y otros dos presentaban una “lesión grave” en uno de los brazos.
Aparte, seis inmigrantes que lograron entrar en Melilla tuvieron que ser trasladados ayer hasta el Hospital Comarcal. Uno, con un traumatismo en una pierna, cuatro con contusiones leves y un sexto con una herida en el labio. Hay que sumar además un número indeterminado de subsaharianos que fue atendido, incluso a pie de valla, por Cruz Roja.
A la cifra de heridos tanto del lado marroquí como del lado español de la frontera hay que sumar la de 669 inmigrantes que fueron detenidos por la Policía de Marruecos tras los asaltos de ayer a la valla de Melilla, protagonizados en dos momentos diferentes por unas 750 personas por los puntos conocidos en Marruecos como Morales y Rostrogordo (la Delegación del Gobierno de Melilla habla de 800 asaltantes por Barrio Chino y Vaguada Linares).

Dos ‘mejanis’ heridos
La versión oficial marroquí, que no menciona a los 140 subsaharianos que sí lograron pasar hasta el lado español, explica que los inmigrantes recibieron el alto de la Policía de Marruecos cuando ésta trataba de impedir que se encaramasen a la valla, pero, en lugar de obedecer, les lanzaron piedras que hirieron levemente a dos agentes.
Los inmigrantes heridos resultaron dañados por las alambradas que coronan las vallas fronterizas, precisa la MAP, que no da explicaciones sobre cuál ha sido el destino final de los detenidos, aunque es público que en estos casos suelen ser trasladados por al fuerza a las ciudades de Rabat, Casablanca, como anteriormente era habitual hacerlo a Oujda.
El presidente del Gobierno marroquí, Abdelilah Benkirán, explicó el miércoles pasado ante el parlamento de su país que existen actualmente 30.000 emigrantes “clandestinos” en Marruecos, para los que el Gobierno ha abierto en este 2014 un periodo excepcional de regularización que por el momento está arrojando unas cifras muy modestas.
Mientras tanto, Melilla vive una extrema presión migratoria desde hace meses, si bien en 2014 ha registrado un repunte con al menos quince asaltos en apenas cinco meses. En lo que llevamos de año han conseguido entrar en la ciudad de forma ilegal unas 1.300 personas.

Enfrentamiento abierto entre guardias e inmigrantes encima de la alambrada

La valla de Melilla vivió ayer una batalla campal entre inmigrantes y los equipos de élite de la Guardia Civil (GRS). Subidos a la doble alambrada los unos luchaban por entrar y los otros por impedir la entrada. Así lo recogen vídeos grabados por testigos.
Los momentos más tensos se vivieron cuando 150 inmigrantes que se encaramaron en la valla y se enfrentaron “abiertamente”, según la Delegación del Gobierno, a los efectivos de los Grupos de Reserva y Seguridad de la Benemérita. Incluso algunos inmigrantes llegaron a prender fuego a parte de la ropa que vestían para lanzarla contra los agentes.
Fue entonces cuando un GRS cogió un extintor para intentar apagar el mechero con que amenzaban a uno de sus compañeros.
A tal punto llegó el grado de tensión que se vivió ayer en la valla de Melilla que a un guardia civil, que estaba subido a una escalera, los inmigrantes le arrebataron la porra y a otro el casco, lo que motivó que el resto de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad rociara con gas pimienta indiscriminadamente a los subsaharianos que intentaban superar el perímetro fronterizo.
Esto se hizo, según la versión oficial, para evitar que los inmigrantes se desplazaran por la valla apoyados en los flejes, un elemento que el Gobierno central ha ordenado retirar y que de hecho está siendo retirado en los ultimos días del perímetro fronterizo.
Desde la Delegación del Gobierno hicieron además ayer hincapié en la “virulencia” de los asaltos, que se han saldado con 12 guardias civiles, dos ‘mejanis’ y al menos 26 inmigrantes heridos (20 de ellos en Marruecos).