Un individuo se enfrenta a una posible condena de once meses de prisión como presunto autor de un delito de hurto. Según la acusación del Ministerio Fiscal, sustrajo dos alianzas de la Joyería Londres, situada en la Avenida Juan Carlos I, el 24 de febrero de 2014.
El procesado estaba citado para declarar en la mañana de ayer ante el magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla. Aunque no apareció, la vista pudo celebrarse en su ausencia, ya que la ley lo permite cuando la pena solicitada por la Fiscalía es inferior a dos años de cárcel. El juicio se desarrolló con los testimonios del responsable de la joyería y del secretario del atestado de la Policía Nacional.
El testigo perjudicado relató que los hechos ocurrieron por la tarde. El encausado entró al establecimiento con la excusa de querer comprar unas alianzas para él y su pareja.
“Estuvo mucho rato dando vueltas en la tienda”, señaló el trabajador. Cuando dieron con una alianza que se acoplaba al dedo del acusado, siguió explicando el testigo, preguntó al individuo por la forma de pago, a lo este que le respondió que prefería hacerlo con tarjeta. “En cuanto me di la vuelta para coger el aparato el hombre se asomó a la puerta y salió corriendo”.
El acusado: “Hay mucho chorizo”
El responsable de la joyería reconoció en el juicio al procesado a través de imágenes procedentes de una cámara de seguridad. Según recordó, preguntó al acusado si quería llevarse las alianzas en una caja de regalo. “El tío se lo estaba preparando todo para salir corriendo. Me dijo que quería la caja, pero que prefería llevarse las alianzas puestas porque había mucho chorizo suelto”, rememoró el hombre con humor.
“Según me enteré, había robado en otras joyerías siguiendo la misma operación”, agregó el perjudicado, quien lamentó que, hasta el momento, no había logrado recuperar las alianzas sustraídas.
Cámara de seguridad
Un agente de la Policía Nacional explicó que el acusado había sido identificado en la misma tarde del hurto tras el visionado de las imágenes de una cámara de seguridad. Según manifestó, creía recordar que el procesado reconoció el hurto al ser detenido, aunque no estaba del todo seguro debido al tiempo transcurrido desde la comisión del delito.
Por otro lado, el policía apuntó que en esa semana se desarrollaron varios hurtos en joyerías de Melilla siguiendo el mismo ‘modus operandis’.
El letrado se adhiere
El letrado del inculpado manifestó su intención de adherirse a los términos expuestos por el Ministerio Público. La fiscal, por su parte, reclamó la pena de once meses para el encausado, sin posibilidad de suspensión de la pena de prisión.
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