Enrique Travieso, la primera víctima de la concertina, se afilia al sindicato UFP

El excoordinador  de la Confederación Española de Policía vuelve a la lucha sindical en Melilla.

El ex coordinador y ex portavoz de la Confederación Española de Policía (CEP) en Melilla, Enrique Travieso, se afilió el pasado lunes al sindicato Unión Federal de Policía de la ciudad.
El fichaje estrella de la UFP tuvo varios pretendientes, entre ellos algún partido político, desde que a finales de noviembre pasado presentó su dimisión a la Ejecutiva Nacional de su sindicato tras las declaraciones de ésta a favor de la colocación y mantenimiento de las cuchillas en la valla que separa la ciudad de Marruecos.
En aquel momento, Travieso se definió como “la primera víctima de la concertina”. Ayer, a preguntas de El Faro, aseguró que no se arrepentía de haber dimitido de la CEP. “No me arrepiento de nada. Lo volvería a hacer. Es una cuestión de humanidad. Eso es prioritario. Era mis responsabilidad y mi obligación oponerme a la concertina”, destacó.
Aprovechando que se encuentra convaleciente de una gripe, este periódico insistió al nuevo afiliado de UFP sobre las ofertas que le hicieron para incorporarse a la vida política de la ciudad. “Nada serio. Yo no puedo entrar en la política estando donde estoy”, zanjó.
Por su parte, José Guerrero Cámara, portavoz de la UFP en Melilla, se felicitó por su nuevo fichaje. “Travieso es un hombre con mucha validez para nuestro sindicato. La gente no quiere trabajar en esto y si hay alguien que quiere y me puede echar una mano, bievenido sea a la Unión Federal de Policía”, dijo.
Guerrero adelantó, además, que en los últimos días su sindicato, mayoritario entre los agentes de la frontera, ha registrado 21 altas de nuevos afiliados.
Consultado sobre la posibilidad de que ocupe algún cargo de responsabilidad en la UFP, Travieso tiró de modestia. “En principio no quiero. Yo no soy imprescindible. Lo único que quiero hacer es echar una mano, si hace falta”, comentó .
Travieso explicó además a El Faro que vuelve a su antigua casa, ya que él es un “expulsado” de la UFP. “Me echaron por criticar a antiguos jefes que tenían una intensa vida nocturna. Esas personas ya no están”, subrayó.
Antes de estar en la UFP, Travieso formó parte de la Ejecutiva Nacional de la Asociación de Mandos de la Policía Uniformada (AMPU), a finales de los ochenta. Durante esos años el sindicato se abrió porque como indica su nombre, sólo acogía a mandos. De AMPU, Travieso pasó a formar parte de la UFP hasta su expulsión.
Fiel a la causa sindicalista, Travieso se incorporó al Sindicato Profesional de Policía Uniformada que, tras fusionarse con AMPU, dio origen a la Confederación Española de Policía (CEP).
Detrás de este largo trasiego sindical está, según aseguró ayer a El Faro, su postura crítica. “Me exijo mucho a mí mismo”, señaló.
Estos casi dos meses que Travieso ha pasado apartado de la vida sindical le han servido para darse cuenta de que hay mucha gente que le aprecia. “No lo esperaba”, confesó ayer a este periódico.
Sobre la vida de un sindicalista, Travieso se limitó a decir que “no es ni difícil ni fácil. Es una profesión más. Poner un nombre, se puede poner, pero un nombre por sí solo no significa nada. Aquí de lo que se trata es de hacer una buena gestión. No somos imprescindibles. Somos necesarios. Ahora hojeo la prensa y veo que SUP y UFP están solos liderando la lucha sindical”, concluyó.

“Vivimos en una ciudad con buena convivencia”

El Faro quiso saber ayer cómo ha visto Enrique Travieso la seguridad de Melilla en los dos meses que ha estado al margen de la lucha de los sindicatos de Policía, desde que dimitió como coordinador de la Confederación Española de Policía. “Vivimos en una ciudad especial, donde la convivencia es buena, por no decir, excelente”, dijo.
Travieso, como su compañero de UFP, José Guerrero, cree que Melilla es una ciudad segura. “No se puede magnificar la situación de inseguridad. Hay problemas para hoy y otros para mañana, pero hay que tener presente que vivimos en una ciudad en la que conviven personas de diferentes culturas y cultos religiosos y que la convivencia es ejemplar. Hay pequeños brotes de delincuencia, pero como en todas partes”, apuntó.