Opinión

Enero, mes de los preparativos con Marruecos

Si hay algunas noticias que caractericen al mes de enero que hemos acabado, esas son la de la aduana comercial y las de las relaciones con Marruecos. Ha sido un período de grandes expectativas desde el punto de vista empresarial y comercial por la posibilidad de la recuperación de esa aduana que, al final, no abrió pese a los anuncios realizados tanto por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, como por la delegada del Gobierno, Sabrina Moh.

Hace meses, en septiembre pasado, Albares, en su visita a Nueva York, aseguró que la aduana reabriría a lo largo del mes de enero. Y así lo mantuvo todo este tiempo. Claro que entonces también dijo que la Reunión de Alto Nivel (RAN) sería en noviembre y las autoridades de Rabat lo desmintieron semanas después para fijar la fecha a comienzos de febrero de 2023.

El caso es que el mes de enero se fue y la aduana sigue tan cerrada como antes. O sea, que tanto el ministro como la delegada no estuvieron nada acertados en sus apreciaciones. No querrán ambos que se dé por reabierta por el simple hecho de que el pasado día 27 se hiciera una “prueba piloto”, que consistió en pasar a Marruecos de forma documentada una furgoneta de aluminio.

Por cierto que eso de la experiencia piloto no ha hecho demasiada gracia en los sectores empresariales y comerciales de Melilla. Se considera que después de más de 60 años funcionando, no hacía falta probar que se podía pasar mercancía al otro lado de la frontera de Beni-Enzar.

Lo que quiere nuestro tejido productivo es que se reaperture como siempre estuvo, que se estudie bien el tema de los aranceles y que se haga ya, cuanto antes, un acuerdo para el régimen de viajeros que Marruecos niega a la ciudad.

Sin embargo, toca esperar todavía. Varios son los motivos. El primero de todos, que el tema de la aduana se abordará en la cumbre bilateral que empieza este miércoles en Rabat; el segundo, que aún no está preparado el Punto de Inspección Sanitaria en el puerto para que podamos recibir el pescado, frutas y verduras que tanto echamos de menos los melillenses.

A la hora de escribir este artículo, se continuaba con la incógnita sobre la fecha de apertura de la aduana que, evidentemente, ya tiene que ser después de la Reunión de Alto Nivel, a la que España acude con doce ministros, encabezados por el presidente Pedro Sánchez. No estarán presentes los de Podemos, que se niegan a asistir a las reuniones previstas por sus desacuerdos en el tema del Sáhara.

Hablando de cuestiones económicas hay que citar también en este mes la celebración de la Feria Internacional del Turismo, Fitur, que cada año se lleva a cabo en Madrid. Una amplísima representación del Gobierno local estuvo presente en las actividades organizadas en el stand melillense, muchas de las cuales estuvieron relacionadas con el área de deporte que dirige el cepemista Rachid Bussian.

Se trataron temas de interés, como la incorporación de Melilla a la Red de Medinas Andalusíes y a la Spain Film Commission, una organización dedicada a presentar las ventajas de las distintas localidades españolas para rodar series y películas. Durante este Fitur, además, se presentó el proyecto de conectividad impulsado por Air Connect, avalado por la Confederación de Empresarios, que plantea conexiones aéreas con Málaga y Madrid, además de varias ciudades portuguesas los fines de semana.

Seguimos con la economía porque comerciantes y hosteleros se mostraron bastante satisfechos con los resultados de la campaña navideña. La gran afluencia de público en la zona centro, motivada por un programa de actividades amplísimo organizado entre Festejos y la asociación Zona Centro, permitió que los melillenses se animaran a hacer sus compras en el comercio tradicional y consumiera en los bares, cuyas terrazas estaban llenas gracias al buen tiempo reinante.

Fue también en este mes de enero cuando el consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, anunció dos cuestiones de gran relevancia para los melillenses. Por un lado, habló del cierre de la planta incineradora para antes de que concluya la presente legislatura y la creación de unas instalaciones mediante las que se puedan gestionar los residuos de forma más amable con la cuestión medioambiental. Por el otro, aseguró que “en dos meses” los cortes de agua “serán cosa del pasado”. Y como esos dos meses no han transcurrido todavía, hubo corte durante varios días por las obras del cuarto módulo de la desaladora.

Pero enero ha dejado en Melilla otras cuestiones interesantes. Por ejemplo, la apertura de la piscina municipal después de tres años cerradas por obras, algo muy esperado por los muchos ciudadanos que quieren nadar e incluso hacer terapia en las instalaciones públicas.

En enero acabó la Navidad con la llegada de los Reyes Magos y comenzó el Año Nuevo Amazigh, que por primera vez tuvo iluminación especial en la ciudad y contó con un enorme abanico de actividades, que congregaron a cientos de personas.

Vimos en enero algo inaudito: durante las obras que se desarrollan en la Plaza de Daoíz y Velarde, en el barrio del Tesorillo, cayó uno de los enormes eucaliptos y alcanzó al coche que pasaba. Su conductora, afortunadamente, no sufrió daños pero la caída podía haber resultado mortal para esta vecina, cuyo coche quedó destrozado por el impacto.

Fue, sin duda, la gran polémica del mes con un consejero de Medio Ambiente defendiendo su gestión en temas de árboles en Melilla y unos ecologistas que incluso plantearon llevar el asunto a la Fiscalía. Se produjo incluso una concentración de protesta por la eliminación sistemática de árboles en la ciudad mientras Hassan Mohatar se defiende asegurando que ha plantado más de mil en sus años al frente de la Consejería.

Mientras, las temperaturas se desplomaron a mediados del mes hasta situarse las mínimas entre 8 y 9 grados. El invierno llegó de improviso y desplomó los termómetros en 10 grados en apenas 48 horas. Los melillenses no hemos sido ajenos a la ola de frío polar que ha azotado a todo el país y se produjeron incluso varios avisos amarillos por fuertes vientos y gran oleaje.

Hubo otras cuestiones que quedaron destacadas en las portadas de este Diario. Por ejemplo, la visita de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que tuvo la ocasión de conocer de primera mano la Base Alfonso XIII. Allí reivindicó la necesidad de aumentar la inversión para su departamento ministerial.

Entre las buenas noticias que recibimos en enero hay que situar, sin duda, la bajada del paro en 438 personas durante el mes de diciembre y el buen hacer de los expertos neurocirujanos del Hospital Comarcal, que por vez primera intervinieron un tumor cerebral con la técnica llamada neuronavegación.

En la parte opuesta hay que lamentar el fallecimiento de una mujer de 60 años de edad cuando trataba de entrar en Melilla por la frontera de Beni-Enzar para ser atendida en el Hospital Comarcal. En situación de extrema gravedad, murió antes de llegar a suelo español.

Y ya por último se debe destacar la dimisión del que fue secretario general de la UGT de Melilla durante los últimos siete años, Francisco Díaz, quien fue sustituido por Javier Valenzuela.

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