Las actividades de la carpa de Navidad continuarán el lunes con un espectáculo de marionetas.
Atraer la atención de decenas de niños pequeños no es asunto fácil para cualquiera, pero el viejo mercader de cuentos sabe muy bien cómo hacerlo. Este anciano consiguió que todo el público que ayer llenó la carpa de Navidad situada en la plaza de las Culturas escuchara sus historias. El mercader estuvo acompañado de su amigo Salomón, quien entregó un gran número de piruletas a los pequeños que estaban situados en las primeras filas, endulzando un poco más una tarde de diversión y juegos.
Este anciano cuentacuentos interrogó a los niños sobre la historia que el pasado martes les contó, es decir, la narración de cómo María y José al llegar a Belén no encontraron posada y tuvieron que pasar la noche en un portal, donde nació el niño Jesús.
Todos sabían la historia así que el mercader comenzó a narrarles otros cuentos, como el de unos animales que también fueron a ver al niño recién nacido en Belén.
Además de este cuentacuentos, los pequeños alucinaron con el Señor Cangrejo, Pluto, Donald y Deisy que visitaron esta carpa para jugar y hacerse muchas fotografías con todos ellos.
La diversión para otros niños melillenses estaba en los hinchables, castillos o cocodrilos que ofrecían un sinfín de rincones en los que saltar y jugar sin descanso, aunque bajo la atenta mirada de sus padres.
Los viedeojuegos fueron otros de los atractivos de estas actividades organizadas por la Viceconsejería de Festejos. Así, los más mayores hacían cola para jugar a los bailes, el tenis y otras actividades de este tipo.
Por último, sobre las 19:30 horas apareció el paje real de los Reyes Magos. Con paciencia y ternura atendió a todos los niños que querían entregarle sus cartas para que fueran de inmediato mandadas a Melchor, Gaspar y Baltasar, para que pudieran encargar sus regalos del próximo 6 de enero. Las actividades en la carpa continuarán el lunes con más muñecos y un espectáculo de marionetas.