De todas las propuestas que Guelaya ha ido presentando a la Consejería de Medio Ambiente para disminuir la contaminación de Endesa sólo admitieron una, subir la altura de las chimeneas para mejorar la dispersión de los gases contaminantes y poder disminuir la contaminación que cae sobre nuestras cabezas; y ésta la aprobaron en 2019, pero a regañadientes, lo que aprobaron en realidad era que se haría un estudio previo antes de llevarla a cabo. ¿Se ha hecho el estudio?
En realidad, no haría falta ningún estudio. Cualquier fábrica contaminante ubicada en las cercanías de un núcleo urbano tiene chimeneas mucho más altas que Endesa. Los técnicos que vinieron con el autobús medidor de contaminación atmosférica que se instaló en el parque ya dijeron que, independientemente de los valores contaminantes que pudieran darse, esas chimeneas eran muy bajas.
La competencia para establecer la altura y la contaminación que puede salir por las chimeneas de Endesa no la tiene la propia central, la tiene la Ciudad Autónoma.
Recientemente la portavoz del Partido Popular criticaba la, según ella, falta de crítica de Guelaya por la contaminación de Endesa. No debe haber buena comunicación entre las diferentes consejerías del gobierno actual, de lo contrario alguien la habría prevenido para que no agitase las aguas turbias
Por presión de Guelaya, la Ciudad Autónoma revisó en 2019 los límites de los gases contaminantes que Endesa podía arrojar por sus chimeneas, pero le hizo la jugada completa a Endesa y nos metió a los melillenses varios goles por la escuadra. Cuando la normativa europea para una central de Gran Combustión, como es Endesa (aunque quieran utilizar subterfugios legales para catalogarla como de Mediana Combustión), establecía que en 2021 los óxidos de azufre no podían superar los 200 miligramos por metro cúbico, a Endesa, la normativa aprobada por la anterior Consejería de Medio Ambiente del Partido Popular le permitió hasta 700; para los óxidos de nitrógeno (los más peligrosos porque son además precursores de otro contaminante, el ozono troposférico) el límite estaba en 625, pero a Endesa se le permitieron 2400! hasta 2030, y 1850! en años sucesivos; y en partículas el límite que estaba en 35 lo subieron a los 100 que le autorizaron.
Con las eléctricas hemos topado, amigo Sancho. En 2021 Endesa anunció a bombo y platillo que iba a reconvertir a gas la producción de tres de sus principales motores, con lo que la contaminación emitida se reduciría muchísimo. Parecía que nos estaban haciendo un favor, pero en realidad estaban dilatando hasta el límite la reconversión tardía que le había regalado la Ciudad Autónoma con la ampliación de plazos y límites de contaminación. Hubo foto de rigor con mutuas felicitaciones, pero ningún político local pidió plazos de ejecución.
Para más gloria en 2022 La Autoridad Portuaria, la misma que hasta hace poco consideraba indispensable la ampliación del puerto para, entre otras cosas, trasladar a la, según ellos, supercontaminate Endesa, aprueba la concesión de los terrenos en que está la central por otros 35 años; a cambio le pide que un pago 6,39 € por cada Mwh producido y le exige que produzca al menos 200.000 Mwh al año; si la producción de Endesa fuera, por cualquier motivo, menor de esta cantidad, tendría que abonar a la Autoridad Portuaria la diferencia.
Es decir, la Autoridad Portuaria considera a Endesa como muy contaminante, pero le exige que en años venideros siga contaminado, como mínimo, lo mismo que hasta ahora. La contaminación es lo de menos, lo importante es lo que se puede cobrar por ella.
Hablan mucho de lo que contamina Endesa, pero lo que tienen en su mano hacer para bajar la contaminación no lo hacen; pero sí querían pedir 300 millones de euros al estado para llevarse Endesa a una hipotética ampliación del puerto donde seguiría contaminando igual que donde está ahora.
Mientras la sociedad melillense no sea capaz de presionar a nuestra clase política para que, en lugar de estar obsesionados con mover grandes cantidades de dinero, sean buenos gestores preocupados por mejorar el aire que respiramos, tendremos la contaminación que nos merecemos.
Subir las chimeneas de Endesa no cuesta mucho y ganaríamos todos en salud.