Sociedad

Encarna León: “Me asusta un poco la incertidumbre, lo desconocido”

Encarna León (Granada, octubre de 1944) Es la tercera de ocho hermanos. Llegó a Melilla en el 1952 por destino de su padre. Pasó parte de su infancia en las Islas Chafarinas y en Melilla La Vieja, en cuya iglesia tomó su Primera Comunión. Realizó estudios de Bachillerato y Magisterio en nuestra ciudad y terminó la carrera de maestra en Granada. Volvió a Melilla en 1967 al contraer matrimonio con el melillense Rafael Imbroda.
Desde entonces permanece en esta ciudad, lugar de nacimiento de sus tres hijos. Ha dedicado 44 años a la docencia, los cuatro primeros en Granada, el resto en Melilla, principalmente, entre el colegio Reyes Católicos y el IES Miguel Fernández, donde se jubiló en 2006, tras doce años de impartir clases en sus aulas. Se dedica a la literatura desde 1980. Colabora en revistas literarias nacionales y extranjeras.
Tiene editadas 16 obras de poesía, trabajos en prosa, más unas colecciones de narrativa y poesía infantil. Da nombre al Certamen Internacional de Relato Corto, creado por la Consejería de Educación. Es miembro de la Asociación Colegial de Escritores de España, de la Andaluza de Críticos del Sur y de la Internacional Humanismo Solidario.
–¿Cómo se describiría a nivel personal?
–Tranquila, receptiva, con inquietudes culturales, participativa, colaboradora, familiar, amante incondicional de las ciudades a las que pertenezco: Granada y Melilla. Me desagrada la violencia, el insulto, el menosprecio, el arribismo… Amo la paz, el compañerismo, el diálogo y, sobre todo, a mi país, España.
–¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?
–El pantalón. Es la prenda que más uso. Me resulta muy cómoda.
–¿Le gusta llevar alguna joya? ¿Tiene algún significado especial?
–Me es indiferente, suelo usar con frecuencia bisutería fina. Mis joyas suelen descansar más en los joyeros que en mi persona.
–Expresión melillense que más use o que le llame la atención
–Melilla, ciudad de levantes y ponientes.
–Un rincón de Melilla del que nunca se aburre de visitar.
–El perímetro de la ciudad antigua, Melilla La Vieja, con sus vistas al mar, al puerto, al monte Gurugú… También sus calles, donde viví un tiempo.
–Su libro favorito. ¿Cuándo leyó el último?
–Tengo varios libros que me gustaron, que me llenaron de inquietud y me sorprendieron, pero prefiero anotar uno de los míos: ‘Artificios de otoño’ (1995), en él descubro mi voz poética lejos de influencias de otros autores, de otras lecturas. Siempre estoy leyendo, tanto poesía como narrativa. El último poemario que he leído ha sido ‘Poesía esencial. Miguel Hernández’. Estudio recopilatorio de Leopoldo de Luis y su hijo Jorge Urrutia sobre el poeta. El último leído de narrativa fue ‘Tantos inviernos’ de José Luis Navarro Lara.
–¿Películas o series? ¿Alguna favorita?
–Buenas películas de intriga, históricas, documentales de historia y de viajes. Prefiero las películas históricas. A veces, sigo alguna serie.
–Mi tiempo libre lo dedico a...
–Escribir, leer y a disfrutarlo en familia.
–Un recuerdo de la infancia.
–Mi paso por las Islas Chafarinas.
–Un juguete.
–Los muñecos bebés.
–Su fiesta favorita.
–La Navidad. Son días donde la familia se hace más grande por la cercanía de los que están fuera de la ciudad. Me lo paso muy bien con mis nietos, sobre todo, con las pequeñas.
–¿Cocina? ¿Se le da bien?
–No, no cocino. Por horario de mi trabajo no lo hice nunca, aunque creo que no lo hago mal. Eso dicen cuando, a veces, me pongo ante ‘los fogones’.
–No puede resistirse a un plato de...
–Buena paella.
–¿Qué tarea del hogar no soporta?
–Quitar el polvo es la que menos me gusta. Todas son soportables. También son faenas del hogar colgar un cuadro, pintar, arreglar cosas… Eso me gusta menos y no lo practico.
–¿Personaje histórico que le llame la atención?
–La reina Isabel I de Castilla (La Católica). Fue un gran personaje.
–Si pudiera viajar al pasado, ¿a qué época le gustaría ir?
–A los años veinte. Me gusta ver ese ambiente en las películas, sobre todo, la forma de vestir de la época.
–¿Viajaría al futuro?
–No. Me asusta un poco la incertidumbre, lo desconocido.
–¿Es supersticiosa?
–No.
–¿Se arrepiente de algo?
–De pocas cosas. Todo lo que he vivido ha sido producto de mi tiempo, de mi manera de ser así que, los aciertos o los fracasos, los asumo con naturalidad.
–¿Cuál es su principal miedo?
– A estas alturas de mi vida, la rapidez con que pasa el tiempo me asusta.
–Algo que deteste de usted misma.
–No atreverme a plantearme otros retos más comprometidos, y conformarme con muchas situaciones que no me atraen para nada. Huyo de la polémica y las discusiones interminables.
–Un lugar de ensueño para ir de vacaciones.
–Las islas griegas. Según veo en imágenes son preciosas, me gustaría disfrutarlas con buen tiempo.
–Si le tocara la lotería…
–Sería estupendo hacer un crucero, ir a esas islas, permanecer en ellas unos días y compartir esa experiencia con los míos.
–Un chiste.
–Se me olvidan todos los que me cuentan, pero pienso que, a veces, la vida es un propio chiste para reír o llorar.

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