El secretario general de JSME, Sergio Martínez Ranero, afronta con ilusión esta nueva etapa y confía en mejorar la relación con la Administración local.
De origen cántabro, lleva más de la mitad de su vida en Melilla y no tiene más pensamientos que defender Melilla a ultranza. Tiene 26 años recién cumplidos, es diplomado en Magisterio, pero está preparando oposiciones de Justicia. Desde el año 2004 está vinculado a Juventudes Socialistas de Melilla (JSME) y el pasado 22 de octubre fue elegido secretario general de la organización juvenil socialista.
–¿En qué estado se encuentra JSME?
–Creo que está en uno de sus mejores momentos. Tenemos más de 100 afiliados y a pesar de los altibajos que ha habido, la organización se ha mantenido estable, fuerte y dinámica. No hemos tenido peleas ni internas ni externas y lo más importante es que existe un relevo generacional, muy preparado, porque Juventudes es una escuela de formación con valores y el equipo que hemos presentado es muy fuerte y con muchas ganas de trabajar.
–¿Qué retos se marca este nuevo equipo?
–Nos marcamos objetivos de dos tipos: internos y externos. Los internos claramente son mejorar la afiliación, las estructuras de participación para que todos puedan dar su opinión aprovechando las redes sociales, formar a los afiliados. Los objetivos externos son claramente políticos. Nuestro papel será el de reivindicar la creación de empleo porque no es normal que haya más de cuatro millones de parados y pedimos que las administraciones creen empleo, tanto la estatal como la local. No podemos tener una Viceconsejería de la Juventud que lo único que hace son políticas de ocio y formación cuando también puede hacer políticas de empleo. Los jóvenes buscan la emancipación y eso es muy importante fomentarlo, los jóvenes lo demandan. JMSE también seguirá siendo abanderado en materia de medio ambiente y sostenibilidad y reivindicaremos la laicidad de lo público sin menospreciar a las religiones. La religión se debe enseñar en sus espacios, es un tema personal de cada uno y muchas personas y, en especial, los niños en las escuelas se ven discriminados por ser de una religión o de otra o por no ser de ninguna.
–Se ha querido creer que la juventud es pasiva, pero el movimiento del 15–M demuestra lo contrario...
–Siempre se ha querido decir que es pasiva y con toda la seguridad nunca lo ha sido. Sí que es verdad que de un tiempo a esta parte ha menguado la participación juvenil porque a la clase política le ha interesado, pero los jóvenes siguen teniendo las mismas inquietudes y las mismas preocupaciones y las mismas ganas de reivindicar lo que es justo para ellos. El movimiento del 15–M creo que reivindica algo justo. Es un movimiento muy amplio que hay que escuchar y el PSOE lo está haciendo. Nuestro programa electoral incluye algunas de sus demandas. Es cierto que estos jóvenes tienen posturas muy cercanas a la izquierda, pero que se sienten desilusionados por esta manera de hacer política y, con la crisis, no han visto solución a sus problemas, quizás porque la clase política, en cierto modo, se ha acomodado. Pero el PSOE les ha escuchado y ha incorporado sus ideas al programa electoral.
–¿Por qué, como ha dicho, a la clase política le ha interesado que la juventud melillense sea pasiva?
–Se refleja primeramente en que el Consejo de la Juventud que tuvo mucha fuerza en su tiempo, el anterior viceconsejero, Jesús García, metió mano hasta cargárselo. En su día hubo un buen Consejo con todas las asociaciones y organizaciones políticas representadas y hoy ni siquiera está dentro del Consejo de la Juventud de España porque a García no le interesó nunca escuchar a los jóvenes y seguir con un proyecto que es enriquecedor para la ciudad.
–¿Tiene mejores impresiones de la nueva viceconsejera?
–No hemos tenido contacto con ella, pero espero que tome cartas en el asunto porque muchas asociaciones están fuera del Consejo porque el anterior viceconsejero aplicó la política de ‘estás conmigo o contra mí’. Con García entraron asociaciones fantasmas para vetar a las que realmente funcionaban porque no entraban en el aro del viceconsejero y se lo cargó por eso. En Melilla hay un movimiento asociativo muy fuerte y espero que la nueva viceconsejera quiera escuchar a las asociaciones que están como locas por pertenecer al Consejo y reactivarlo.
–¿Cómo será la participación de JSME en esta campaña electoral?
–JSME y el PSOE ahora mismo somos uno. Pertenezco al Comité Electoral como representante de Juventudes y vamos a luchar por el voto de la izquierda para que gane Gloria Rojas, que es la mejor candidata que podemos tener y para que gane Rubalcaba. Vamos a en mayúsculas, negrita y cursiva porque este país se merece un presidente como Rubalcaba y no una derecha que pretende recortar y recortar. Vamos a explicar el programa y pedir que los ciudadanos vayan a las urnas el 20 de noviembre, que no se queden en casa.