“En la frontera de Melilla hace falta cabeza y presupuesto”

Tras visitar la ciudad, el diputado socialista anuncia una batería de iniciativas en el Congreso para superar las “carencias” del perímetro. Alcalde de Llanes, presidente del Principado de Asturias, delegado del Gobierno y ahora diputado en el Congreso y portavoz socialista en la Comisión de Interior del Congreso. Antonio Trevín (Avilés, 1956) visitó Melilla la pasada semana con un claro objetivo: conocer, en primera persona, las que, a su juicio, son graves carencias del perímetro fronterizo. Su balance, crítico, exige más inversiones y una distribución más eficaz de los recursos.
–En la visita que realizó a Melilla hace unos días quedó claro su diagnóstico: la ciudad es el principal foco de entrada irregular de inmigrantes de España. ¿Qué está fallando según su criterio?  
–Básicamente dos cosas. En primer lugar están muy justos de medios y el recorte presupuestario se ha notado. En segundo lugar, falta cabeza para ordenar integralmente todo el proceso de control del perímetro. Estamos ante una frontera compleja, con valla, con pasos, con entrada por mar... Pero me voy mucho más convencido de que con los medios que se tienen se podría mejorar la situación. Hay algunos gastos, como el del apoyo aéreo del helicóptero, que tienen un amplio coste pero no mucha incidencia para mejorar la situación. Con ese gasto se podrían mejorar los recursos materiales y tecnológicos de que disponen la Guardia Civil y la Policía Nacional. Tendríamos más agilidad, más seguridad y menos crecimiento de la inmigración irregular. Hace falta, por tanto, presupuesto y cabeza.
–¿Las medidas que piensa impulsar el PSOE en el Congreso de los Diputados van por esa línea?
–Van por ahí. Van por decirle al Gobierno “mire usted, cuando hay escasez es más importante que nunca establecer prioridades”. Y hoy para España en el control de la inmigración irregular la prioridad debe ser Melilla por datos estadísticos, no por un juicio de intención. Porque es el punto de frontera donde sigue creciendo esa inmigración irregular en contra de la tendencia en otros lugares. Aquí tenemos el mayor problema y aquí hay que poner más medios.
–Imagino que además de medios materiales se refiere también a medios humanos...
–Sí. No podemos tener las plantillas tan apretadas de Policía Nacional y Guardia Civil si en momentos como el verano hay reducción. Tiene que haber una sustitución cuando menos idéntica al de las personas que disfrutan sus vacaciones, porque una disminución por pequeña que sea se convierte en un problema.
–¿Qué carencias ha detectado en el perímetro fronterizo?
–En la respuesta a una de nuestras preguntas el Ministerio del Interior nos ponía, por ejemplo, como elemento fundamental para resolver el problema de los conductores suicidas, y también para ordenar el paso de la frontera, el sistema de bloques de plástico ‘new jersey’. Pues están amontonados, rotos y sin posible utilización. Y sin embargo el secretario de Estado hace menos de tres semanas me los citó como esenciales. Necesitamos resolver si se van a mejorar en los pasos de frontera los sistemas de control, qué medios tecnológicos se van a utilizar... Las pretensiones de mejorar los sensores, cuándo se van a ejecutar... Queremos más seguridad también para los hombres y mujeres de la Guardia Civil y de la Policía Nacional e incluso de los inmigrantes.
–¿En qué sentido?
–Se pueden hacer bastantes cosas y no por mucho dinero. Por ejemplo, cuando llega un inmigrante y salta la valla, tiene que ser la Guardia Civil quien lo transporte y lo lleve a una u otra parte. En la mayor parte del territorio español, donde hay pasos de frontera, hay ONG conveniadas con el Gobierno que hacen el acogimiento hospitalario o humanitario, que es su función, y lo hacen extraordinariamente bien. La Guardia Civil y la Policía Nacional hacen  muy bien su función, pero no son cuerpos preparados para el acogimiento humanitario, incluso aunque hayan hecho actos heroicos. Su labor es otra. Vamos a preguntar por ello y vamos a exigir medidas.
–La AUGC lleva tiempo reclamando un protocolo de actuación para la devolución de inmigrantes, pero parece que de momento cae en saco roto...
–Quiero hacer un reconocimiento del trabajo que hacen los hombres y mujeres de la Guardia Civil y de la Policía Nacional en la valla y en los puestos fronterizos. Tenemos excelentes profesionales y necesitan que lo digamos públicamente, pero aquí por parte del delegado del Gobierno es lo contrario. Necesitan un protocolo que establezca de forma clara lo que es reglamentario o no en el caso de las expulsiones y contar con todo el respaldo jurídico y nítido de sus responsables. Y el primero en Melilla es el delegado del Gobierno. Todo lo que es la Guardia Civil le afecta, le debe interesar, y lo que no puede en ningún momento, bajo ninguna circunstancia, a mi juicio, es dar la sensación de que con sus declaraciones no se sienta respaldado quien tiene que actuar. Tampoco me extraña mucho, porque es la persona que cada vez que había un salto en la valla hace unos años hablaba de “invasión al territorio español” y sin embargo cuando una patrullera de la Gendarmería marroquí entra ahora hasta el interior del puerto de Melilla en una persecución le parece una cuestión normal. Pasa del “Santiago y cierra España” a una situación de “normalidad” cuando la Policía de otro país interviene sin haber avisado previamente... Hay una desorientación y contradicciones evidentes.
–El delegado del Gobierno volvió hace unos días de Madrid con el compromiso de “impermeabilizar” la frontera. ¿Cómo intuye que podría lograrse?
–El 18 de junio nos decía el secretario de Estado que las reformas y mejoras que tenían pendientes eran la sustitución de cables y sensores del perímetro, la sustitución del sistema de sensorización en zonas defectuosas... También incluyó la instalación de tres cámaras térmicas que son incluso más efectivas que el helicóptero para la detección de personas. También nos habló de un sistema de cortados en la zona de la costa, también hecho, y un proyecto de instalación de baja tensión en todo el perímetro para mejorar temas de iluminación, que parece que se va a hacer. También la instalación de frenos hidráulicos que, efectivamente, es un paso adelante, pero es todo lo que hay. Existe un nuevo sistema también de lectura automática de matrículas de vehículos y detección de latidos, que aunque no resuelve el problema en casos concretos puede ayudar. Esto es insuficiente, porque la inmensa mayoría está puesto en práctica y sin embargo las estadísticas son tozudas, porque Melilla es el único punto de las fronteras españolas donde aumenta la entrada de inmigrantes. Si no son capaces de reconocer ni siquiera de que el problema existe, para qué vamos a poner medios para combatirlo. Es lo primero que tienen que hacer.
–En lo que parece que sí coinciden Gobierno y PSOE es en la necesidad de contar con el apoyo imprescindible de Marruecos...
–Nosotros no vamos a caer en la defensa de las esencias patrias en las que el PP se envolvía cada vez que había problemas y denunciaba a Marruecos. Creemos que la colaboración con Marruecos, con Argelia, y con los países africanos de paso de los inmigrantes a lo largo del continente es fundamental. El Ministerio del Interior y el de Asuntos Exteriores van a tener todo el apoyo del Grupo Socialista para acuerdos de colaboración con Marruecos en la mejora y el control de la inmigración irregular y sobre todo para luchar contra la delincuencia organizada y las grandes mafias que explotan a seres humanos y están aprovechándose de la miseria de las personas para poner en marcha sistemas delincuenciales. Para luchar contra ello, para la asistencia humanitaria y para una colaboración entre países que nos permita mejorar, el Gobierno español siempre tendrá el respaldo del PSOE. El ámbito de la colaboración es el arma más poderosa que tenemos para controlar los flujos de entrada de la inmigración irregular.
–¿Preocupa al PSOE la captación y envío de ciudadanos al conflicto de Siria, especialmente en Ceuta, donde hace apenas dos semanas se desarticuló un grupo que Interior vincula a Al Qaeda?
–Nos preocupa y se lo hemos dicho al Gobierno. En el ámbito de la lucha antiterrorista, en este caso el terrorismo internacional, tiene todo el apoyo del PSOE. Creemos que hay que aumentar los medios para luchar contra el mismo, sobre todo en el ámbito de la investigación. La experiencia en lucha antiterrorista de la Guardia Civil y la Policía Nacional es de las mejores del mundo, y hay que centrar medios humanos y materiales en esta lucha. Nunca vamos a discutir con el Gobierno en este ámbito, sino respaldar públicamente su trabajo y pedirle que intensifique los medios para la lucha. Es un asunto de Estado. Este caso nos preocupa y creo que el Gobierno también está preocupado.
–¿Hay alguna forma de afrontar el problema de los MENA desde una óptica distinta a la actual?
–Los MENA tienen una distribución territorial a lo largo del conjunto de España y el Gobierno tiene nuestro apoyo para que así sea. La concentración en Ceuta, Melilla y Canarias haría imposible que se pudiera dar una solución adecuada si estuvieran exclusivamente concentrados en las zonas donde pasan la frontera. Hay que plantear este problema siempre desde punto de vista integral de sanidad, educación y asistencia, con un trabajo muy fuerte con Marruecos para tratar de que puedan regresar a su entorno familiar, porque un menor donde está mejor es con sus padres.
–¿Qué estado de ánimo ha intuido entre los representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad con los que se ha reunido?
–El grado de moral es siempre alto, se les supone a estos profesionales incluso en situaciones muy difíciles. Quieren, por ejemplo, que haya protocolos de actuación que les tengan respaldados jurídicamente. De las declaraciones más inoportunas y más fuera de lugar fueron las del delegado del Gobierno cuando se refirió a este tema. Tiene que rectificar públicamente y ratificar su apoyo a quienes están trabajando en la frontera. También reclaman protocolos en salud e higiene en el trabajo y la reordenación en los puestos fronterizos. Hay recursos de alto coste que no están sirviendo y tenemos que dedicarlo a otros medios humanos y materiales.