Imbroda subraya que habrá una zona franca en los muelles de Melilla para vender a Europa de forma directa l El candidato al Senado confiesa que ésta será su última legislatura.
El presidente del PP de Melilla no necesita mucha presentación, aunque asegura que hay gente que en la ciudad que no le conoce. Juan José Imbroda, que de nuevo es candidato al Senado, confiesa a El Faro que ésta será su última legislatura. Afirma que está preocupado por que Podemos pueda llegar al Gobierno central y que Pedro Sánchez decida apoyar al partido de Pablo Iglesias. De hecho, indica que los “cañones” están apuntando a la formación morada. Respecto a los proyectos de futuro, subraya la ampliación del Puerto. Imbroda ve posible crear un astillero como el que tiene Málaga.
–¿Cómo se ha sentido esta campaña? ¿Agotado?
–No. Ni cansado ni agotado. He seguido el mismo ritmo de siempre. Físicamente me he sentido bien.
–Me refería más a nivel mental.
–También me he encontrado bien. Sólo que en esta campaña tengo una gran preocupación. Le soy sincero. En Melilla, el PP lo tiene bien. Lo sé por una encuesta nuestra. Nunca lo dijimos y ahora no puedo comentarlo porque no se permiten publicar estos datos. Creo que el PP va a ganar.
Pero el problema es el Gobierno de España. Eso sí me tiene muy preocupado porque según quien vaya a gobernar España en Melilla lo sentiremos más o menos. Sé que los jóvenes han comprado con muchísimo entusiasmo un discurso populista. Primero porque se está en la edad y en segundo lugar, porque el populismo vende bien. Le puedo vender un Mercedes por seis duros y como luego no lo hago y da igual... Eso me preocupa. Las reglas del juego están muy tasadas en los países modernos. Y me preocupa mucho a dónde puede llevar a España estos populistas. Además, Melilla que tiene unas condiciones muy especiales... Un resfriado en Madrid, aquí es una pulmonía.
–¿Se esperaba una repetición de elecciones y cree que es posible que haya una tercera vuelta?
–¿Sabe qué pasa? Que la política no es una ciencia exacta. Hablamos de personas, con sus miserias y grandezas. Es muy difícil acertar cuando las personas no son las apropiadas. Le soy mucho más claro. Si estuviéramos con el PSOE de González o Rubalcaba, yo no tendría esta preocupación grandísima. Estaría solo preocupado porque mi partido ganara o perdiera, pero no ésta añadida de a dónde va España. González y Rubalcaba son hombres que tienen cierto sentido de Estado. Pero éste no es el caso de Pedro Sánchez. Por eso no puedo vaticinarle nada ni sé qué va a pasar por mucha experiencia que tenga. Ya he visto lo que ha pasado antes y de ahí esa inquietud. Sé que Podemos por sí solo no va a llegar al Gobierno, pero me preocupa mucho que Sánchez le dé el placer y le vote.
–¿Ha tenido oportunidad de ver el mensaje de Sánchez a Melilla a través de un vídeo de apenas 20 segundos?
–Lo he visto. Que el PSOE engañe a CpM es un clásico. Es ya tradicional. Ese vídeo, de forma irónica, digo que sirve para Santander o San Petersburgo. La verdad es que es francamente ridículo.
–¿Parece casi una tomadura de pelo?
–Es ridículo sí. Mustafa Aberchán lo ha dicho muy diplomáticamente asegurando que es ‘raquítico’, pero por no decir ‘iros a hacer puñetas’. A mí me hacen eso y les digo que lo tapen y no me lo manden.
–El PP es el único partido que no ha cambiado a sus candidatos desde los comicios del 20-D.
–Para qué vamos a cambiar. Al único que podían eliminar era a mí, que llevo varios años. Pero mi objetivo es que ésta sea mi última legislatura. Ha habido otras personas por delante de mí que han estado otros cuatro años más. Mi meta, por lo tanto, es no estar más años que otros compañeros del PP. Además, Sofía Acedo (candidata al Senado) es nueva y María del Carmen Dueñas (candidata al Congreso) ha sido diputada unos cinco meses. ¿En qué han cambiado las circunstancias para que escojamos a otros? No han tenido ocasión de desempeñar su labor.
–¿Cree que su formación puede perder un senador tras el apoyo de CpM a PSOE?
–No. No es un exceso de soberbia ni mucho menos. No quiero que se me tome así. Los datos están ahí y no creo que haya problemas si los votantes del PP van a depositar su papeleta. Si nuestro electorado se va a la playa desde las 8:00 horas y hasta la medianoche, vamos a tener problemas (risa). Pienso que Acedo es una chica joven muy preparada profesionalmente y tiene una gran capacidad de trabajo y lo ha demostrado en la Ciudad. Tiene mucho que decir y aportar. No tienen color los candidatos que hay enfrente para competir con ella.
–En esta campaña el PP se ha centrado en Podemos y en la pasada de diciembre fijó sus críticas en Ciudadanos. ¿Por qué este cambio? ¿Ven un ascenso de Podemos?
–Sí. Es que esto es muy preocupante. Podemos, al unirse a Izquierda Unida, suman más votos y más escaños. Pero, ¿qué pasa con el centro derecha de España? Si este centro derecha se disgrega, entonces son menos escaños. Si Ciudadanos apoyara al PP de forma descarada se sumarían unos 170 diputados. Pero al disgregar el voto, son menos. Con Podemos e Izquierda Unida, al sumar, se ha ido más arriba en el número de escaños. Eso es preocupante. Que Pablo Iglesias sea el presidente de España es preocupante. Fíjese en Grecia. No se pueden vender duros a cuatro pesetas. El mensaje es precioso. Si gana 1.000 euros le subo a 2.000, subo las pensiones y aumento los impuestos para los más ricos. Pero para ellos, ricos es la clase media y eso generará más desempleo. Y si hablamos de España, está el tema de Cataluña y lo que no se puede decir, como aseguró Iglesias, es que quien quiera hacer un referéndum que lo haga. Los ‘cañones’ miran a Podemos porque es lo que nos preocupa.
–Con su experiencia en política, ¿se imaginaba ver un parlamento tan dividido y tener que luchar por cada voto?
–No esperaba una irrupción del comunismo de forma potente. Creo que este país, que ya ha hecho una Transición, que sufrió con la dictadura y guerra... No pensaba que tuviéramos un partido camuflado cuyo núcleo es el comunismo, una idea política que ha fracasado en todos los países. Hay muy pocos comunistas y no lo entendía cuando hay una clase media fuerte. En el año 31 no había clase media y es la que sostiene el bienestar y la democracia en un país. Y ahora que aparezcan estos, sí que me ha descolocado un poco. En todo momento de crisis, social y económica, hay momentos populistas, pero no de una manera tan potente. Yo pensaba que iban a llegar a unos pocos diputados, pero no a estas alturas. Nunca habría pensado que tendríamos un partido comunista tan potente como ahora.
–La vicepresidenta del Gobierno apuntó que se hará un esfuerzo para generar empleo. ¿Nos puede contar algún dato que no comentara ella?
–Ella habló en general. Pero mire, en el año 2000, cuando por primera vez fui presidente, había unos 70.000 habitantes. Hoy hay 88.000. Es una barbaridad. Es casi un 25% de la población. Y sigue teniendo los trece kilómetros cuadrados y las mismas posibilidades.
Los Planes de Empleo han tenido dos consecuencias: una buena y otra regular. La primera es que cubre un espacio, pues hay 1.200 personas trabajando. La segunda es que mucha gente ha venido a rebufo de esto y ha llegado mucha gente a apuntarse a Melilla al paro. Ahora poco más del 25% del desempleo es de personas extranjeras. En España no es la misma media.
–¿Qué se puede hacer?
–Pues apoyar una inversión en infraestructuras potente. Ésa es la ampliación del Puerto. Hay que hacer Melilla más grande. Si cuesta 200 millones de euros, da juego. En tres años, fíjese la cantidad de empleo que se crea con esto. Además, habrá que llevarse a Endesa del centro de la ciudad, porque ¿sabe cuánto espacio se liberará? Con ese trasiego habrá más empleos. Al igual que el traslado de la incineradora o la depuradora. También vamos a crear unos depósitos para la Shell. Así crearemos otro tipo de ciudad y generaremos movimiento económico.
Aparte de esto, en el Puerto, haremos una zona franca para que podamos vender a Europa directamente sin problemas. También habrá un espacio de logística para los contenedores de los buques y a lo mejor podemos hacer ciertos astilleros pequeños para la reparación de buques no muy grandes, como hay en Málaga y que funciona perfectamente. ¿Por qué no puede haberlo aquí?
Se crearán unas expectativas de negocio, de riqueza, de generación económica.
¿Qué tenemos que hacer más? Pues abaratar el transporte aéreo. El barco va muy bien. Son barcos excelentes. Pero con los billetes de avión hay que pensar, sobre todo, en los no residentes. Los aviones son buenos y son los mejores de la flota, pero tienen que ser más baratos. Hay que trabajar ahí.
También hay que mejorar la frontera. Habrá que sentarse a hablar sobre qué hacemos con el comercio atípico. Da dinero, da riqueza, movimientos en el banco, de transportistas y de mercancía. Cuidado que no se puede tirar esto por la borda y poner un cordón aduanero. Pero habrá que reordenar esa frontera porque hace falta que el turismo de la clase media marroquí venga a Melilla y no puede por cómo está.
Todo esto está en la mano. Tenemos la inversión del Estado para la ampliación del Puerto y a final de año tenemos el proyecto de ejecución.
–¿Y el gran centro comercial y el Mercadona? ¿Tiene más datos sobre estos proyectos?
–El centro comercial que irá en los terrenos de Valenzuela tiene licencia ya. Creo que la inversión es de unos 25 millones de euros y será este año. Hay unos flecos sobre los pagos que tiene que hacer a la Ciudad en efectivo o en especie que se está negociando con ellos allí. Se está de acuerdo con la cuantía y sólo queda por ver si es en especie o en dinero. Luego de Mercadona se ha hablado mucho también y desea instalarse por otra zona.
La verdad es que en Melilla están todas las franquicias y bienvenido sea. No sólo para abastecer a la población, sobre todo pensando que tenemos una zona de desarrollo aquí al lado que puede venir a comprar (Marruecos). Por eso es bueno que vendamos al por mayor y también que vengan a las tiendas porque dejan mucho dinero y empleo.
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