No ha sido la primera vez, y desgraciadamente no será la última. Desde que a principios de los años 90 empezó a hacerse efectivo el Tratado de Shengen, y sus limitaciones a la movilidad en las fronteras de Europa, han sido decenas los inmigrantes que han muerto intentando entrar en nuestra ciudad.
El pasado 24 de junio de 2022 la diferencia estuvo en que fue un medio de comunicación del prestigio y difusión de la BBC el que informó al mundo de las circunstancias de estas muertes. Centenares de personas atrapadas en las alambradas de la frontera sur de Europa habían sido gaseadas, muertas por asfixia o aplastamiento no menos de veinte, y otras decenas desaparecidas hasta ahora.
Como en casos anteriores la impunidad ha sido absoluta. Discutiendo quien ha sido, si las muertes se han producido un metro más allá o más acá, se llega a la falta absoluta de responsabilidad. Quedando, eso sí, de manifiesto que el único pacto de Estado que existe en España es el que permite provocar directa o indirectamente la muerte de inmigrantes sin que nadie responda por ello.
En este día nos van a acompañar hombres y mujeres desplazados desde toda España para recordar a estas víctimas, y denunciar un acto tan cruel.
Y desde Melilla queremos transmitir, después de haber pasado por aquí durante más de treinta años miles de inmigrantes, bengalíes, sudaneses, guineanos, sirios, libios, iraquíes, marroquíes, …, de todas clase y condición, de países ricos o empobrecidos, que vivimos en un mundo que se desmorona, que nadie puede sentirse seguro pues, ya sea por la guerra o el cambio climático, cualquier persona, de cualquier lugar, va a tener que emigrar, y para eso las alambradas son peligrosas.