-
Acsemel vuelve a la carga y sabe que solo, como los parias, no va a conseguir nada
Acsemel, la asociación que aglutina a empresarios de la frontera y el polígono del Sepes que se dedican a la venta al por mayor, quiere convencer a los comercios del centro de que todos estamos en el mismo barco y de que ellos no son el enemigo a batir.
Para ponerlos de su parte, Acsemel les advierte de que la Delegación del Gobierno quiere sacar el comercio atípico de Beni Enzar para facilitar la llegada de turistas que se quedarán haciendo sus compras en Valenzuela y esto, dicen, dará la puntilla a las tiendas del centro.
La asociación de comerciantes de la frontera defiende que si las tiendas, bares y restaurantes de los alrededores de la Avenida quieren sobrevivir tendrán que hacerlo, les guste o no, pensando en el cliente marroquí porque a día de hoy es una “fantasía” creer en la llegada de turistas desde Málaga, teniendo en cuenta que sale más barato viajar a Londres desde la Costa del Sol que venir a Melilla.
Los empresarios de Acsemel quieren hacer pedagogía con los comercios del centro para convencerlos de que la frontera no está colapsada por el comercio atípico porque los viernes, sábados y domingo no hay bultos ni tampoco quien pase por Beni Enzar sin dejarse media tarde en la espera.
Para Acsemel está claro que el problema no es “el comercio transfronterizo”, como le llaman ahora a lo que primero fue contrabando y luego comercio atípico. El caos, según explican, se debe a la pésima gestión del delegado del Gobierno y a que las inversiones que se han hecho en puestos fronterizos como Beni Enzar se han quedado en mero maquillaje.
Acsemel vuelve a la carga y sabe que solo, como los parias, no va a lograr nada. La asociación quiere jugar en las grandes ligas del comercio en el norte de África y para conseguirlo necesita que, como mínimo, abra un quinto paso fronterizo dedicado en exclusiva al “comercio transfronterizo”. Para echar este pulso necesitan el apoyo de Acome y van a por él.