Emvismesa dice que no hay daños estructurales en Averroes y realojará a los vecinos en 48 horas

Javier Lence asegura que la prioridad de la empresa pública es que los vecinos regresen a sus casas con seguridad l Asegurarán las ventanas afectadas con reforzamientos en el interior

Los vecinos desalojados del bloque de Averroes por el desprendimiento de la fachada, que se produjo el miércoles por la noche, regresarán a su casa en un plazo de entre 24 y 48 horas. Así lo aseguró ayer en declaraciones a El Faro Javier Lence, presidente de la empresa pública de vivienda Emvismesa. Lence aseguró que el regreso a sus viviendas de estas familias fue el primer punto del día que llevó a la reunión que mantuvieron ayer los arquitectos y aparejadores responsables de la construcción de los edificios, los técnicos de Emvismesa y el representante en Melilla de la constructora de la urbanización.
El presidente de Emvismesa aseguró que los técnicos han dicho que no existe ningún problema en la estructura del edificio, es decir, que no hay peligro de derrumbamiento. No obstante, Lence precisó que parte de las ventanas de las viviendas desalojadas estaban ancladas en el muro que se ha desprendido. Ésta es la razón por la que se decidió que estos vecinos no durmieran ayer en sus casas. El presidente de Emvismesa explicó que estas ventanas están ahora menos seguras, osea que un golpe fuerte o un empujón de unos niños jugando dentro de la casa podría provocar que la ventana se desprendiera. Para que no exista este peligro los técnicos de Emvismesa se encargarán de asegurar las ventanas por la parte interior de las casas y de colocar un mallazgo para habilitar una especie de zona de seguridad. La actuación se realizará en las próximas 48 horas. Una vez que se coloque serán los Bomberos los que tengan que dar el visto bueno al realojo de las familias.
Lence recalcó que si se ha decidido que estas personas regresen a sus viviendas es porque están seguros de que no existe ningún peligro de derrumbamiento. El problema del bloque no está ni en los cimientos ni en la estructura y sólo afecta al revestimiento de la fachada, según explicó el presidente de Emvismesa.

Se retirará el resto de fachada
El segundo asunto que se analizó en esta reunión fue retirar parte de la fachada que no cayó en la noche del miércoles. Lence explicó que el revestimiento exterior de la fachada del edificio comenzó a caerse por una junta de dilatación. De hecho en las imágenes se puede observar perfectamente que en uno de los lados del desprendimiento la caída de la piedra dibujó una perfecta línea vertical, mientras que en el otro extremo hay irregularidades. El presidente de Emvismesa, que visitó ayer por la mañana la zona con sus técnicos, ha pedido que se eliminen los restos de fachada hasta la siguiente junta de dilatación de forma controlada, para evitar que se produzcan nuevos desprendimientos.

No hay peligro
El responsable de la empresa pública de vivienda insistió en que es importante que los vecinos sepan que no existe peligro por continuar en sus viviendas y que el desperfecto, cuyo origen aún no se conoce, sólo afecta a la cara exterior del edificio. Además, Lence resaltó que lo más importante es que al margen de los daños materiales no ha habido que lamentar ningún daño personal.

Los técnicos de Emvismesa llevaban desde diciembre analizando los problemas que había en el edificio

El presidente de Emvismesa, Javier Lence, explicó ayer en declaraciones a El Faro que, tal y como ya dijeron los vecinos en la noche del miércoles a este periódico, había varias quejas por problemas en el edificio. Lence indicó que conocen este asunto desde diciembre y dijo que desde el primer momento los técnicos de Emvismesa han estado visitando la zona y comprobando la evolución. El responsable de la empresa pública indicó que estos técnicos han ido observando que la dilatación era cada vez mayor. Precisamente por este motivo Emvismesa pidió a Dragados, la constructora que hizo la obra, que colocara un vallado de seguridad que se instaló precisamente el miércoles, horas antes de que se produjera el desprendimiento, una medida que probablemente ha evitado que las consecuencias de la caída de la fachada fueran más graves. En cuanto a si hubiera sido posible retirar la fachada de forma controlada antes de que se desprendiera, Lence dijo que no. El presidente de Emvismesa explicó que los técnicos sabían que la cara exterior del edificio se estaba separando, pero no sabían la razón y por tanto no podían actuar. Ahora que sí pueden ver lo que ha pasado sí será posible retirar el resto de la fachada de la zona afectada de forma controlada para evitar que se produzcan nuevos desprendimientos