Paco se despertó muy temprano para estar a las siete en la caseta Los Costaleros y empezar a preparar la paella, como hace cada mañana durante la semana de Feria. “Yo estaba allí con mis cosas: cortando el tomate, el pimiento, el pollo, preparando el magro... Entonces escuché un ruido, como si se hubiera producido un cortocircuito”, relataba este miércoles en declaraciones a El Faro.
El paellero estaba acompañado de “un muchacho” mientras preparaba los condimentos del arroz para el mediodía. “A esto que me preguntó si olía a quemado, y yo le dije que no, que no olía nada, pero me fui a ver cómo estaba la cocina pensando que si había un cortocircuito, tenía que ser ahí”, rememoró. En cuanto comprobó que estaba en buen estado, el otro voluntario comenzó a gritar: “Fuego, fuego, fuego”.
Según contó Paco, vio el incendio al salir de la cocina. “Cuando se prendió, tardó menos de treinta segundos en quemar todo el techo”, recordó el paellero. Pese al fuego, el voluntario de la cofradía del Cautivo siguió en la caseta para apagar el gas y sacar las bombonas que había dentro. “Ya más no pude hacer porque el plástico del techo, que estaba ardiendo, empezaba a caer al suelo y me iba a quemar”, detalló.
El paellero afirmó que, cuando vio ardiendo su caseta, no pudo reprimir las lágrimas. “La verdad es que empecé a llorar porque me dio mucha pena, porque para mí la Feria sin Los Costaleros no puede ser, es una tradición nuestra y de todos los melillenses”, señaló Paco.
Sigue la fiesta
Dos horas después, tras tener conocimiento de que se iba a trabajar a destajo para que la instalación volviera a estar abierta al público por la noche, se le cambió rápidamente el ánimo. “Me ha dado mucha alegría cuando me han dicho que esto va a volver a funcionar. Tengo ganas de hacer paella para todo el mundo, para que siga disfrutando con nosotros de la Feria”, aseguró Paco.
Él, como el resto de los ‘costaleros’, aprecian la buena voluntad y las muestras de apoyo recibidas a causa del incendio. “Tengo que decir que ‘chapó’ por los del servicio de limpieza y por Bomberos, porque han impedido que el fuego se extienda al resto de las casetas, si no esto hubiera sido un desastre”, apuntó el paellero. “Les doy un diez”, dijo.
Para Paco y el resto del equipo, la Feria es una semana muy importante para recaudar fondos para la cofradía, motivo por el que arriman el hombro de forma voluntaria y con el mejor ánimo en todas las fiestas patronales. “El incendio ha pasado porque tenía que pasar, pero nos quedamos con lo bueno: no ha habido heridos y seguimos con la fiesta”.
Doy gracias a Dios, de que todo haya sido un susto lamentable, todos sabemos que es una caseta benéfica y con el apoyo incondicional de sus costaleros/ras y sacando adelante en casos como este con tristeza y mucha fortaleza.
Amigo Gregorio, con dolor y alegria al mismo tiempo recibe un abrazo de este siempre incondicional amigo.
Muy bien por el servicio de bomberos y los voluntarios que han ayudado a Paco para tener las paellas de nuevo en la Feria, toda una tradición. Ánimo Paco la Feria no es lo mismo sin tu caseta. Enhorabuena a todos por no haber sido más que un gran susto.