Este 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. La consejera de Igualdad, Elena Fernández Treviño, charla con este diario sobre la importancia de visibilizar y luchar contra esta situación que sufren muchas mujeres en nuestra ciudad y nuestro país.
–El lema de este año para el 25N es ‘Nuestros cuerpos, nuestras vidas’ y pone el foco en la violencia sexual.
–Se acaba de aprobar también una de las leyes más decisivas de nuestro país y que es un gran avance para la integridad de las mujeres: la Ley de la garantía integral de la libertad sexual, que ha generado mucho debate anterior y posterior en algunas cuestiones. Pero es una ley necesaria. En 2004 la ley integral contra la violencia de género cambió los derechos y las libertades de la mujer que hasta entonces habían sido del ámbito doméstico y pasa a ser parte del problema del Estado. Esa ley tuvo un nombre, Ana Orante, cuyo testimonio fue decisivo para el impulso de una de las leyes más importantes del gobierno de Zapatero.
Ahora esta ley tiene un nombre y es la víctima de la manada y el suceso tan terrible que ocurrió de esa violación grupal. Eso puso encima de la mesa uno de los temas más controvertidos y de los que menos se habla: la violencia sexual. España ratifica en 2014 que el mapa de las violencias machistas es muy amplio y que no se ciñe solo al ámbito de la pareja y ex pareja, sino que es mucho mayor. Retratar ese mapa y darnos cuenta de que las violencias no son hechos puntuales de personas que han perdido la cabeza o están locos, sino que es un problema cultural, como es el machismo y el patriarcado, el que genera violencias plurales contra las mujeres. Una de ellas es la violencia sexual y es de las que menos se habla y más relevancia tiene, porque posee muchas vertientes y se refleja de muchas maneras. Esta ley es muy importante porque reconocer las violencias sexuales y hablar de ellas ya es un paso enorme en nuestro país, además de tener organismos donde se informe y se denuncie.
–Hace muy poco anunció que Melilla va a contar con un centro de crisis 24 horas para atender a las mujeres víctimas de violencia sexual.
–Es un centro de atención e información. Las comunidades que ahora tienen ese centro -que hasta hace muy poco eran solamente Madrid y Asturias- han incrementado al triple las denuncias que les llegan. Ahora mismo la violencia sexual se denuncia en un 8% y esas comunidades han incrementado hasta en un 70% las denuncias. Este es un dato muy importante porque al final implica que no se denuncia porque no existen los cauces sociales y administrativos para ello. Por eso este año era pertinente trabajar el tema de las violencias sexuales como una realidad que está ocurriendo en nuestro país y que afecta a muchísimas mujeres (2,8 millones en España). Tanto niñas como mujeres se han visto afectadas por la violencia sexual en algún momento de su vida desde el acoso callejero hasta el acoso sexual, la agresión, el abuso… Es importante traer aquí ese avance en el derecho de las mujeres.
–¿Qué supondrá la creación de este centro para la ciudad?
–Es un recurso de información y atención a todo lo que tenga que ver con la violencia sexual. Cualquier tipo de duda o suceso que haya ocurrido y tanto las familias como las propias mujeres quieran denunciar, tienen este recurso de canalización que luego derivará a los recursos especializados, como al centro de la mujer, los juzgados, comisaría o la oficina de la Unidad contra la Violencia de Género. Lo que trata es de hacer visible una realidad, que es la violencia sexual, y que ocurre en toda la ciudad. Es importante empezar por ahí para sensibilizar a la población. Estará operativo durante 24 horas. Una parte será presencial y otra telefónica, pero va a estar disponible los siete días de la semana. Estos centros son fundamentales y hay que crearlos para visibilizar estos casos. En la ciudad tendrá el impacto de convertirse en uno de los organismos de la Administración, de esa red de recursos de mujeres que además ponen en el foco en que esa violencia no se oculte y que haya un espacio donde se pueda informar, sensibilizar y atender a mujeres que hayan pasado por estos hechos.
–También dijo que mediante este centro se podría realizar un diagnóstico de la violencia sexual en Melilla.
–Sí. Parte del equipo se encargará de establecer qué índices tenemos actualmente de denuncias por violencia sexual en la ciudad. Se trabajará también en centros escolares, ya que trabajar con educación es fundamental. Se llevará ese tema a colegios e institutos para informar de que existe este recurso para las violencias sexuales para sensibilizar a profesorado y alumnado, y así acercarlos a las asociaciones y entidades. Este recurso trabajará en crear un mapa real de la situación y para ello habrá que contrastar con las distintas asociaciones y entidades para ver cómo está la ciudad.vx Juzgados y centros especializados en violencia contra la mujer nos tendrán que dar datos objetivos. Hablar un poco de qué está ocurriendo en este tema en la ciudad para poder intervenir luego.
–La ley del 'solo sí es sí' se ha vuelto algo problemática estos últimos días. ¿Qué opina sobre esto?
–Hay dos cuestiones que se han sacado a la palestra. Hay una parte que se ha escapado del texto legal y creo que debe enmendarse. Por ahí va también la línea del Partido Socialista. La Ley debe revisarse y mejorarse porque su espíritu no era que personas que estaban condenadas por agresiones sexuales estén ahora en la calle. Los mínimos de condena ahora se han reducido respecto a la ley antigua. Es verdad que las leyes son mucho más que el ámbito penal y no solo nos tenemos que centrar en los aspectos punitivos, sino que la ley en sí misma tiene un valor muy grande. Es importante corregir cualquier aspecto técnico jurídico de la ley que está permitiendo que los agresores estén fuera y, por otro lado, seguir avanzando en el debate social. Introducir la perspectiva de género es una obligación ya de cualquier profesional.
–Gracias a las medidas institucionales y a la visibilización que existe de la violencia de género salen cada vez más casos a la luz. ¿Cree que se está perdiendo cierto temor a denunciar?
–Creo que los recursos, las entidades y las personas que trabajamos en ello somos más visibles, hemos permeado más en la sociedad. Se conocen los recursos y la mujer no está sola. También creo que la denuncia es una puerta muy pequeña para lo que ocurre. Ahora mismo la Administración cuenta con otros mecanismos de acreditación de la situación de las víctimas. Los recursos especializados (el centro de la mujer en Melilla) también puede emitir, después de una valoración técnica y psicológica, informes que acrediten la condición de víctima. La denuncia no es la única puerta. Esta acreditación sólo sirve para prestaciones, no para detener al agresor u otros mecanismos que solo activa la vía judicial y policial. Pero al menos a las mujeres les sirve para acogerse a los recursos que les pertenecen cuando están en esa situación. Aunque es cierto que todavía el índice de denuncias es muy bajo para todo lo que ocurre.
De las mujeres asesinadas este año, tres cuartas partes de ellas nunca habían denunciado la situación anterior. Todavía la denuncia no sirve. El sistema expulsa muchas veces a las mujeres de sentirse acogidas y la misma sociedad te juzga. Cuando tienes que volver a contar, vuelves a pasar por lo mismo y supone delatar una situación personal y privada que en muchos casos no es sencilla. Es necesario que las administraciones activemos otros mecanismos de acompañamiento y seguimiento de esos casos más de cerca. Todos tenemos que estar con los ojos bien abiertos porque es un problema público, de toda la sociedad. Si sabemos que eso está ocurriendo en cualquier ámbito, profesional o personal, tiene que dar el paso y ayudar, animar a denunciar también.
–Está habiendo muchos avances en Igualdad a nivel institucional, ¿cree que ocurre igual en la sociedad?
–Las leyes y los recursos van avanzando a pasos agigantados. Las leyes que hemos conseguido en España en estos últimos años son muy importantes. Cada vez hay mayor concienciación a nivel público, pero también es verdad que la igualdad real está lejos de conseguir. La conciencia social todavía no es la adecuada o suficiente. El sistema sigue siendo todavía muy desigualitario.
–Hay teatro y danza entre las actividades que se han programado para el 25N. ¿Cómo de importante es el papel que juega la cultura para ayudar a visibilizar este tipo de violencias?
–Muy importante. Es una herramienta pedagógica grandísima. En el ámbito educativo se está haciendo un trabajo enorme de igualdad en los centros. La educación es una vertiente muy importante, pero la cultura es otra. Nuestra Consejería trata que la igualdad se trabaje más transversalmente y nos parece que trabajar desde el teatro situaciones reales de violencia que invitan además a reflexionar, muchas veces es una manera de permear a las personas y es una herramienta poderosísima.
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