El verano llega a Melilla

 Festivo y una jornada espectacular sin apenas una nube y temperaturas superiores a los 20 grados. La combinación perfecta para los amantes del aire libre y la playa. Ayer El Faro se acercó hasta el paseo marítimo y pese a ser las doce del mediodía, todo el entorno estaba repleto de melillenses que no querían perder un día de descanso encerrados en casa. Ya fuese practicando deporte, dándose un baño o descansando en la arena, los melillenses se levantaron temprano, desayunaron fuera y decidieron disfrutar del día libre.

Durante este día, nos encontramos con Toñi: “Estoy muy a gusto, pero no tengo previsto bajar a la playa a darme un baño, pero darme un baño sí. Empiezo a ir a la playa a partir del mes de junio que ya empieza el buen tiempo. Poquito a poco”. Hablamos con Javi: “Hay que aprovechar el buen tiempo cuando se puede. Los fines de semana y los días de fiesta. Todavía no me voy a dar un baño en la playa. Lo que sí pienso hacer es bajar a la orilla, quitarme la camiseta y caminar un poquito al sol a ver si se me pega”. Marta también es de las que aprovecha el buen tiempo: “Si llego a saber el buen tiempo que hace si me hubiera preparado para darme un buen baño. A partir de Semana Santa empiezo a bañarme en la playa”. Francisco es es Almería, pero lleva en Melilla más de cuarenta años, así que se considera ‘melillita’: “Este tiempo me encanta, pero soy de una ciudad muy parecida a ésta, de Almería y hace cuarenta y dos que vivo aquí. Todavía no tengo previsto ir a darme un baño, pero en breve. Alterno esta playa con la de Almería. Imos y venimos porque ahora lo tengo todo hecho. Sólo me resta cuidar de mi mujer y de mi hija”.

Caminar por la playa no sólo calma la mente sino que es proporciona grandes beneficios para la salud. En primer lugar, estar cerca del mar nos llena de paz interior y gran parte de la responsabilidad lo tiene su color azul que, junto con el del cielo, ayuda a calmar nuestro estado de ánimo, a relajarnos y a sentir una mayor satisfacción e, incluso, a ser mucho más creativos. Un efecto similar al que se provoca cuando meditamos. El mar también nos ayuda a conciliar el sueño. El insomnio es uno de los grandes males de la salud en nuestra sociedad actual. La relajación que nos proporciona estar en la costa, junto con el factor ayuda a que conciliemos mejor el sueño. Sin embargo, no se trata de algo asociado a estar lejos del trabajo únicamente, ya que, es totalmente aplicable a las personas que vivimos cerca del mar. De hecho, las olas del mar son sonidos de lo más recurrentes en audios para dormir o de relajación, por no hablar de que después de unas horas en la playa, tras un baño y un paseo, la facilidad para caer rendidos.

En un plano, más deportivo, caminar por la playa quema más calorías. El esfuerzo que hacemos al andar sobre la arena es mayor que si caminamos por otro tipo de superficie debido a que, al hundirse un poco en la arena, hacemos más fuerza en el momento de levantar el pie porque ejercitamos toda la musculatura de la pierna: gemelos, sóleos, cuádriceps y tobillos. Así, que andar por la arena blanda hará que quememos hasta un 50% más de calorías. Por otra parte, activa nuestro sistema circulatorio. Estimula en mayor medida el flujo sanguíneo y por ello, es muy recomendable para las personas con varices, hinchazón de tobillos o edemas en las piernas. Pero caminar por la arena tiene más factores positivos. Fortalece músculos y huesos. Uno de los problemas más frecuentes que tienen las personas mayores son enfermedades como la osteoporosis. El esfuerzo físico adicional que implica caminar por la playa puede ayudar a disminuir estos problemas musculares y óseos. Sólo decirles que aún restan muchos días de calor por delante así que no se acomoden en casa y disfruten del clima de Melilla.