Los comerciantes señalaron que la medida no incrementó las ventas. Mientras que algunos culparon al mal tiempo, otros aseguraron que la falta de aparcamiento en la Avenida Juan Carlos I fue determinante.
La idea de hacer peatonal la Avenida Juan Carlos I para incrementar las ventas de los comercios melillenses durante las fiestas no terminó de cuajar ayer.
La opinión de los empresarios con establecimientos en el centro de la ciudad fue unánime al señalar que las ventas habían sido normales y corrientes, y que la apertura a los peatones de la avenida no había supuesto un cambio notable en la actividad comercial.
Donde sí existió división de pareceres fue en las causas que provocaron que ayer no se vieran más compradores de lo habitual pese a la iniciativa.
Una parte de los comerciantes culpó al temporal de viento que azotó Melilla desde primera hora de la mañana. Es innegable que el tiempo era desapacible, lo cual provocó que no se vieran compradores por el centro hasta bien entrado el mediodía. No obstante, no fueron muchos los que se animaron a ir de compras.
Otros afirmaron que la falta de aparcamiento en el centro había sido determinante para que las ventas no se incrementaran. Muchos apuntaban a que los consumidores de la ciudad están acostumbrados a estacionar su vehículo en pleno centro cuando van a las tiendas de esta zona. Si no encuentran aparcamiento, sencillamente se van.
“Hay mucha gente que para un momento justo en la puerta, compra algo y se va. El impedir el acceso de vehículos a la zona centro, nos ha perjudicado un poco, aunque las ventas han sido más o menos las mismas que cualquiera de estos últimos días”, afirmaron en declaraciones a ‘El Faro’ los trabajadores de la librería Mateo.
También compartían esta opinión muchos de los propietarios de locales de hostelería de la zona centro. “Hay atascos continuos por el corte de tráfico. Cuando pasan por delante de la cafetería y ven que es imposible aparcar para desayunar, se van directamente a los locales del Paseo Marítimo”, afirmaron desde la cafetería Nueva California.
De hecho, el tráfico rodado en las calles paralelas a la Avenida Juan Carlos I fue muy intenso desde las 11:00 horas, ya que muchos conductores, desconocedores de que el acceso de vehículos estaba limitado, se vieron sorprendidos por la medida.
Curiosamente, muchos peatones tampoco se daban por enterados y preguntaban por qué estaba cortado el tráfico. Como anécdota, pocos viandantes circulaban por la calzada pese a que no había coches, y la mayor parte de ellos utilizaban los pasos de peatones para cruzar de una acera a otra. Los que más disfrutaron la medida fueron los ciclistas, que pudieron recorrer la avenida a su antojo.
En definitiva, bastantes suspicacias por parte de los comerciantes ante esta medida, que volverá a repetirse a lo largo del día de hoy. Hay que recordar que la peatonalización del centro tendrá lugar en el mismo horario que ayer, entre las 10:00 y las 14:00 en horario de mañana y entre las 17:00 y las 19:00 por la tarde.
Impresión negativa
En palabras del presidente de la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome), Enrique Alcoba, el impacto de la medida había sido más bien “negativo”, aunque señaló que el mal tiempo podía haber influido en la determinación de los ciudadanos de salir a la calle.
Ya en días pasados, Alcoba mostró su escepticismo ante esta medida, señalando que sería más óptimo crear una ‘zona azul’ de pago para los aparcamientos.
Habrá que esperar a ver cómo se desarrolla hoy la jornada para evaluar el efecto de esta iniciativa, pues hay que recordar que de su éxito depende que se repita otros fines de semana.