La comunidad melillense renueva el convenio de colaboración con el Patronato de Turismo para mantener el templo dentro de la ruta turística más visitada de Melilla.
El Templo Hindú se ubica en la calle Castelar y para muchos melillenses pasa desapercibido. No así ocurre para los turistas que visitan Melilla y deben hacer parada obligatoria en la Ruta de los Templos. Esta iniciativa la puso en marcha el Patronato de Turismo en el año 2007 y desde el principio contó con la colaboración de la Comunidad Hindú de Melilla para mostrar a locales y foráneos los secretos de su filosofía. Es tal el éxito que tiene la ruta que el propio templo hindú solamente el año pasado registró más de 3.000 visitas. Es por ello que el presidente del colectivo, Ramesh Ramchand, se muestra orgulloso y confiesa que “a todos mis amigos les digo que la Ruta de los Templos es para obligatoria, hay que hacerla”.
Esta iniciativa cumple, además, un doble objetivo. Por un lado, da a conocer a los turistas la diversidad cultural y religiosa de Melilla. Y por otro lado, da la oportunidad a los propios melillenses de conocer más de cerca las costumbres y fiestas de cada comunidad. Así, entidades vecinales y colegios no dudan en ponerse en contacto con la Comunidad Hindú para organizar una visita.
Cuando los turistas o melillenses acuden al templo hindú, les recibe o bien Ramesh o su esposa Lachmi, quienes durante una breve charla de 20 minutos, explican a los visitantes las principales características de la religión hindú, que según cuenta Ramchand, “es más una filosofía de vida que una religión”, así como fiestas y costumbres más características.
Posteriormente, los visitantes pueden realizar preguntas. Según manifestó Ramchand, lo que más suelen preguntar es la relación que tiene el hinduismo con la meditación y el yoga.
En este sentido, el presidente de la Comunidad Hindú aseguró a ‘El Faro’ que ya está en conversaciones con un profesor de meditación, que trabaja en Málaga, y que posiblemente pueda impartir en Melilla clases semanales o quincenales.
Otro de los aspectos que más llama la atención de los turistas es el hecho de encontrar imágentes de Cristo, la Virgen de la Victoria o la Macarena en el templo hindú. Y es que, para Ramchand, el hinduísmo bebe de las demás religiones “sin pisotearlas e incluso poniéndolas de ejemplo” , es por ello, por lo que confiesa presumir de ser hindú. Además, “cuando vienen al templo hindú ponemos una música relajante para que todo el que entre deje el estrés y la tensión fuera, y creo que lo conseguimos”.
Claves del hinduismo
“La religión es sencilla de llevar, somos nosotros los que la complicamos porque toda religión se basa en tener fe en Dios, rezarle y ayudar al prójimo, el resto lo complicamos nosotros”, afirma con contundencia el presidente de la Comunidad, aunque añade que también la meditación es parte esencial de esta filosofía. “Hay que meditar porque creemos que el templo de Dios somos cada uno de nosotros y para estar conectados con Dios tenemos que meditar porque además, es una vía para conocerse mejor a uno mismo”, explica.
En el altar del templo se encuentran todos los dioses hindúes, entre ellos, Crishna, que siempre aparece representado con una flauta en la mano. “Era un amante de la mantequilla, que se obtiene de la leche de la vaca, y es por eso por lo que los hinduistas consideramos que la vaca es sagrada”, explica Ramchand, y es que antaño “las mujeres que morían en el parto no podían amamantar al bebé y se les daba leche de vaca, en ese momento la vaca es la sustituta de la madre y a una madre no se le puede hacer daño, por tanto, a la vaca tampoco”.
“Es una de las razones por las que las vacas son para nosotros sagradas y tiene su lógica, por eso, el ser vegetariano va muy ligado también al hinduismo. Respetamos mucho la vida”, concluye el presidente de la Comunida Hindú.