Los alumnos del Campus de Melilla recibieron ayer una charla sobre inteligencia emprendedora, en la que se destacaron las capacidades sociales y emocionales.
Los tiempos han cambiado y el perfil profesional necesario para emprender un negocio o trabajar en una empresa tampoco es el mismo que hace unos años. La crisis económica ha provocado que la realidad a la que se enfrentan los futuros empresarios sea muy diferente y que los mercados les exijan cualidades distintas. Medio centenar de alumnos del Campus de la Universidad de Granada en Melilla acudió ayer a un taller de inteligencia emprendedora, en el que Francisco Benítez, el ponente encargado de la charla, les dio algunas claves para jugar con las nuevas reglas comerciales.
Benítez, que lleva años dedicándose al márketing y a tareas de coaching (entrenamiento para el desarrollo de habilidades en el terreno empresarial), quiso transmitir ayer a los alumnos, durante las más de cuatro horas de ponencia, que en la realidad actual los conocimientos no son suficientes sino que es imprescindible el talento, la actitud y la ilusión del emprendedor.
El ponente explicó que hay que reorganizar las reglas del mercado y que los futuros emprendedores tienen que comenzar por conocerse a sí mismos y saber qué les genera desconfianza o miedo y cómo se enfrentan a situaciones negativas. Asimismo, también hizo hincapié en la inteligencia comercial, referida a las técnicas necesarias para aprender a vender, y en el aspecto financiero, en el que destacó la importancia de conocer cómo se mueve el dinero.
En este sentido, Benitez indicó que muchos de estos conocimientos no han sido transmitidos a los actuales emprendedores porque el mercado ha cambiado muy rápido y que ahora tienen que formarse para la era de la información.
La actitud del emprendedor, aseveró el ponente, es una de las claves que marcan el desarrollo de un proyecto empresarial. Así, señaló que para una persona negativa resultará mucho más complicado solventar una situación que para alguien que la afronte de forma positiva, ya que mientras el primero sólo se centrará en el problema, el segundo buscará las soluciones para salir de él.
La gestión del dinero, con conceptos como el activo y el pasivo, o la deuda buena y mala, también estuvieron entre los temas que se trataron durante el taller.
Benítez insistió además en que el talento, los resultados del trabajo, son ahora lo que marcan el éxito de un proyecto, y que el tiempo invertido ha perdido importancia. Así, indicó que en la actualidad los conocimientos han perdido relevancia porque se renuevan continuamente, y son las capacidades lo que marcan el camino a seguir para aquellos que quieran emprender un negocio, o cualquier otro tipo de proyecto vital.
En el taller, acompañó a Benítez, Isabel Maza, coordinadora del Programa de Agentes de Empleo y Desarrollo Local de la Consejería de Economía y Hacienda de la Ciudad Autónoma, órgano responsable de la organización de esta jornada formativa para universitarios.
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