El ‘Soldado de los milagros’ ‘cura’ a quien le tiene fe a través de fotos

 José, hermano de Benito López Franco, dice que una medium habló con él y le aconsejó que no viajara este año a Melilla para recuperarse de sus hernias.

Entra en la habitación y deposita junto al busto de un joven soldado una fotografía. En su reverso aparece, como por arte de magia, una mancha. Ésta coincide con la parte del cuerpo enferma de la persona de la imagen. Tras orar con fe ciega, la macha desaparece. También lo hace la enfermedad que padece el ciudadano de la fotografía. Así lo asegura José López Franco, hermano de Benito López Franco o como se le conoce en Melilla el ‘Soldado de los milagros’. José no dice que lo que ocurre con las fotos sea un milagro. Sólo asegura que la gente le pide a su hermano que les cure y acaban sanando. Lo que sucede en las fotografías es algo que él ha visto. En su casa hay una habitación dedicada a su hermano Benito. Allí deposita imágenes que le llegan de toda España. Son ciudadanos que imploran un milagro. Él se limita a dejar la fotografía junto a un cuadro de su hermano. Al poco tiempo salen manchas y con el paso de los días desaparecen y la persona que aparecen en la imagen está curada. Ésa es la realidad, asegura a El Faro.
Este año será la única vez desde hace más de 20 años que José no podrá estar en el Día de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos en Melilla, junto a sepultura de su hermano, entregando de forma gratuita estampitas con la imagen del ‘Soldado de los milagros’. Le han operado de dos hernias y aunque las cirugías han salido muy bien y le han quitado los puntos, no puede hacer grandes esfuerzos. Venir de Zaragoza a Melilla es muy cansado y los médicos no se lo han recomendado. Tampoco Benito, su hermano, quiere que haga ese esfuerzo. José explica que una medium de Zaragoza le llamó tras hablar con Benito para comunicarle que no se preocupara por las operaciones de hernias, pues todo iba a salir bien. Además, le pidió que no hiciera el viaje a Melilla en esta ocasión para recuperarse bien de las intervenciones.
José ha hecho caso a su hermano difunto, los médicos y el resto de familiares que velan por su salud. Faltará este año en el Día de Todos los Santos aunque sabe que habrá muchas personas que se acercarán a la sepultura del ‘Soldado de los milagros’ para depositar un ramo de flores. Tampoco vendrá ningún familiar ni amigo de la familia López Franco, para evitar que José se suba al carro y se salte la recomendación de estar tranquilo durante unos días más.
Este año no podrá repartir las estampas ni escuchar más historias sobre los deseos que concede su hermano difunto. José recuerda una de esas con especial cariño. Es la de una chica cordobesa que conoció un día de Todos los Santos en el Cementerio de la Purísima. La joven le relató cómo vino de Córdoba sentada en una silla de ruedas, porque no podía levantarse ni andar. Nada más llegar la puerta del cementerio pudo incorporarse de la silla y caminar hasta la sepultura del ‘Soldado de los milagros’ para agradecerle que le concediera el deseo de caminar.

Ningún negocio
José asegura que ni la familia ni nadie va a hacer negocio con la imagen y las obras de su hermano. El año pasado tuvo que registrar el nombre y la fotografía de Benito porque varias personas se interesaron en crear una empresa para vender estampitas, velas y mecheros con ella. Resulta que a los 63 años de haber fallecido una persona se pueden poner en marcha todos estos negocios si no está registrada lamarca. “En el momento en el que se haga un negocio de la imagen de mi hermano, la gente dejará de creer en él y perderán la fe”, explica José, que asevera que lo que le interesa es que Benito pueda hacer desde el cielo lo que no le “permitieron” hacer en vida: Ayudar a las personas que lo necesitan.

Sin documentos
En cuanto a la muerte de Benito, José asegura que los únicos documentos que hay son los que están en el Cementerio de la Purísima, donde el sacerdote indica que hay que enterrarle en la parte civil porque se suicidó. No hay ningún expediente en la Comandancia Militar ni en ningún otro organismo del Ejército, apunta, donde se detalle cuál era el trabajo de Benito durante el servicio militar. Sólo se encontró una vez un documento donde se explica que Benito se incorporó en Melilla al Ejército. Su hoja de servicio y las misiones en la que participó no aparecen por ningún lado, añade José.