El centro acoge 30 fotografías del melillense Paco Rubio, apasionado de la fotografía y de la Semana Santa de la ciudad autónoma.
Treinta fotografías y un único objetivo: Reflejar el sentimiento, la devoción y muchos otros sentimientos que se viven en la Semana Santa de Melilla. Cada imagen tiene una historia, un ángulo y una intención. Así lo cuenta el protagonista de la nueva exposición del Museo de Arte Sacro, Paco Rubio, al El Faro. A pesar de que el autor no se considera fotógrafo, sino aficionado a la fotografía, ha realizado, con esta, tres exposiciones de este arte. Evidentemente, otra de sus pasiones es la Semana Santa de Melilla, de la que no se pierde ni una procesión y acude con su Canon 600 en mano y listo para encontrar el ángulo perfecto.
Se trata de una exposición de la Fundación Melilla Monumental en la que, más allá de los tronos o las procesiones en sí, la importancia es el sentimiento que las fotografías encierran, puesto que Rubio se sumerge en cada procesión, buscando el ángulo y la fotografía perfecta. Asimismo, el autor explica que las obras no son sólo un retrato de lo que portadores, nazarenos y demás integrantes de las cofradías experimentan en Semana Santa, sino que “reflejan el sentimiento que llevan detrás, pero también el del propio fotógrafo”, ya que su intención de captar sensaciones y reflejarlas es determinante a la hora de apretar el disparador.
Las 30 imágenes pueden verse en el Museo de Arte Sacro hasta el 15 de abril. La inauguración de esta muestra estaba prevista para el 25 de marzo, aunque fue cancelada a causa del trágico accidente de avión con pasajeros españoles. A pesar de ello, la exposición está ya abierta en horario de mañana y tarde.
“Voy buscando la fotografía, el detalle”, asegura el autor de la muestra, que también considera que “cuando quiere reflejar sentimiento” una fotografía tiene que estar en blanco y negro, por lo que la exposición de compone de imágenes de este tipo.
Caras y miradas
Además, cuenta que a veces se mete prácticamente debajo de los tronos para sacar la verdadera esencia de las procesiones: Las caras y las miradas de los que participan. Miradas solemnes, cansadas y llenas de sentimiento. Asimismo, estas miradas se hacen más que presentes en algunas de las obras de la exposición, puesto que presentan a nazarenos o penitentes con la túnica puesta y de los cuales sólo pueden distinguirse los ojos.
Otros sentimientos también están presentes en la exposición de este melillense, como por ejemplo, la solemnidad con la que los portadores del trono de la Cofradía de la Soledad y del Cristo de la Paz. Se trata de una fotografía en la que resaltan los rostros serios de los encargados de llevar el trono. “Hay que buscar el ángulo concreto”, asegura Rubio, que añade que en esta instantánea los portadores “parecen fotocopias” el uno del otro.
Cinco años de tradición
Lo que empezó, hace cinco años, como una mezcla de dos de las pasiones de este melillense, se ha convertido ahora en una exposición fotográfica. Las fotos que componen la muestra pertenecen todas a la Semana Santa de 2014, durante la cual el autor asegura que hizo entre 900 y 1.000 instantáneas. A pesar de ello, comenta que la pasada Semana Santa le fue más difícil realizar esta labor que cumple de forma rigurosa cada año, puesto que estaba inmerso en un tratamiento médico, por lo que tuvo menos tiempo y energía para hacer fotografías.
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