Un año más, los comerciantes de Melilla ven con impotencia como buena parte de los compradores escogen las tiendas de la península para adquirir sus regalos de Navidad. “Lo tenemos bastante asumido, esto no da para más”, señaló en la jornada de ayer a El Faro el presidente de la Asociación de Comerciantes (Acome), Enrique Alcoba. Para el sector, la gran esperanza a largo plazo está en compensar este éxodo de clientes con los que llegue procedentes del país vecino. Eso sí, Alcoba recalcó que para ello será necesario que los puestos fronterizos que separan la ciudad autónoma de Marruecos funcionen con la mayor fluidez posible.
Las compras en la península se han vuelto cada vez más habituales entre los melillenses y durante la campaña navideña más todavía. Este hábito se nota bastante a la hora de hacer caja en las tiendas de la ciudad, que ya no saben qué hacer para que los habitantes de la ciudad escojan los comercios locales.
Así pues, según remarcó Alcoba, la permeabilidad del paso fronterizo de Beni Enzar puede convertirse en un valor de futuro de cara a paliar esta situación. Hay que recordar que antes de la campaña navideña se llevó a cabo una suerte de ‘black friday’ (término que se aplica al primer día de compras navideñas y en el que se hacen suculentas rebajas) para intentar atraer nuevos clientes. Asimismo, Promesa ha vuelto a poner en práctica la campaña de concienciación para que los melillenses compren aquí y no en la península. En vista de los resultados, parece que ambas iniciativas han surtido poco efecto.
“Cada uno es libre de comprar donde quiera. Puedo entender que se adquieran en la península productos que no hay en Melilla, pero no que ocurra lo mismo con los que sí hay aquí”, subrayó Alcoba. Sea como fuere, los comerciantes de la ciudad afrontan otras fiestas complicadas. Aún quedan un par de semanas antes de la fecha clave, el Día de Reyes, por lo que aún no es tarde para que el sector remonte el vuelo. De ello depende en buena parte que los melillense se animen a ir de compras.