El retorno de parados pone a prueba el sistema asistencial

EAPN en Melilla pide más recursos a Servicios Sociales para atender el incremento de la población que viene de la península desempleada y en riesgo de exclusión.

Esta semana se conocerán los datos del paro correspondientes al mes de julio, pero la pasada semana el INE publicó la Encuesta sobre la Población Activa (EPA) y los datos no fueron nada positivos para Melilla. El incremento del desempleo en la ciudad viene siendo la tónica dominante y la creación de puestos de trabajo es inversamente proporcional a las personas que pasan a engrosar las listas del INEM. Ese crecimiento “exponencial” del paro en Melilla pone a prueba los recursos y, en definitiva, el sistema asistencial de la Administración estatal y local. Según EAPN esos recursos, que canaliza la Consejería de Bienestar Social y Sanidad, no se han visto incrementados, ante la llegada de muchas familias a la ciudad procedentes de la península.
Esta plataforma, que lucha contra la pobreza y la exclusión social en Melilla, afirma que en los últimos años la población melillense se ha visto incrementada en un 10%, principalmente por el retorno de familias que han perdido su trabajo en la península y se han visto obligadas a volver a su ciudad natal. Según cuenta EAPN, son esas familias las que, en primera instancia, asumen la carga de ese retorno de desempleados. Pero cuando éstas no pueden soportarla se ven obligadas a recurrir a los Servicios Sociales, los cuales, a día de hoy, “siguen siendo los mismos”.
El perfil de la pobreza ha cambiado drásticamente. Las organizaciones y entidades que se dedican a atender las necesidades de este sector han asumido las demandas de los desempleados, que son ya catalogados como los ‘nuevos pobres’.
Pero no solamente los Servicios Sociales hacen frente al incremento de la población, del paro y la pobreza. El retorno de desempleados también pone a prueba el sistema educativo, ya que todas las familias con hijos deben escolarizarlos y el sistema sanitario también se ve afectado por el incremento poblacional.
Según EAPN en Melilla, para muchas familias “la única salida” es confiar y esperar a ser incluidos en los Planes de Empleo, que si bien es una medida que puede aliviar la economía familiar durante seis meses, no es la solución al problema.
EAPN se suma así a las voces que piden un cambio en el modelo de estas políticas activas de empleo, aspiración que también comparte el Gobierno de la Ciudad Autónoma. Este nuevo modelo debería ofrecer a sus beneficiarios una serie de herramientas y formación que les permita, posteriormente, incorporarse al mercado laboral. “Se necesitan más medidas, más formación y más capacitación para después buscar y encontrar un empleo”, apostillaron desde la plataforma melillense.
Mientras la tasa de paro continúe subiendo, el índice de pobreza y riesgo de exclusión social también lo seguirá haciendo, de forma “exponencial” y desde las instancias gubernativas se deberán reforzar los recursos asistenciales. Es lo que reclama EAPN para frenar el envite del efecto retorno de la crisis económica.

Trabajadores cualificados acuden al Banco de Alimentos

Cerca de 10.000 melillenses son atendidos hoy día por los servicios que prestan entidades como la Cruz Roja y el Banco de Alimentos en la ciudad. El presidente de esta entidad, Juan Paredes, aseguró que en el último año el Banco atendió a un total de 4.735 melillenses, aunque en este 2012 la cifra se ha incrementado. Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que en Melilla se dedican a atender las necesidades del colectivo más desfavorecido de la sociedad y los comedores sociales son las primeras entidades que acuden al Banco de Alimentos en busca de ayuda para poder dar atención a estas familias. Pero en los últimos meses, asegura Paredes, el perfil tradicional de la persona que acude a esta instancia “ha desaparecido”. Profesionales cualificados y, en especial, procedentes del sector de la Construcción, uno de los gremios más afectados por la crisis económica desde su comienzo, es el nuevo perfil de la persona que acude al Banco de Alimentos, según relató a El Faro, el presidente de esta entidad. “Personal de la Construcción, como encofradores, por ejemplo, vienen a pedir nuestra ayuda porque ya no les queda nada. Ni trabajo ni prestaciones sociales”, apostilló Paredes.
Con resignación, el presidente del Banco de Alimentos en Melilla asegura que “cada día viene una persona nueva a solicitar nuestra ayuda. Ya no hay perfiles. Es toda la sociedad”, lamentó.