Melilla tiene un gran número de retos por afrontar. Desde la inmigración, la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos, explotar las potencialidades turísticas, mantener el clima un armónico de convivencia, pero uno de los más importantes, es la educación de sus ciudadanos. La delegada del Gobierno, Sabrina Moh, hizo un balance del área educativa de este 2019. Comunicó que las obras del IES de Jardín Valenciano finalizarán este mes, pero no se van a recepcionar hasta enero. A ello hay que agregar el tiempo para lograr el permiso de primera ocupación que debe ser otorgado por la Consejería de Infraestructuras. De lograrse en un tiempo prudencial, será “un alivio” para las altas ratios que denuncian constantemente los sindicatos. Esta obra presentó un retraso y, en lugar de estar lista a finales de septiembre, será este mes cuando se terminen los trabajos. Además comunicó que las aulas modulares ya cuentan con la licencia de primera ocupación para las fases segunda y tercera. Estos anuncios son un avance. Hay que centrarse en la educación del niño y joven melillense; ellos son quienes trabajarán en la ciudad en unos cuantos años y a quienes hay que formar para no solo superar el gran bache y el mal sabor de boca que dejó el informe PISA, sino para pensar en la Melilla del mañana.
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