El centro de la ciudad se llenó de melillenses este sábado. El Parque Hernández recibió a decenas de personas que desde muy temprano fueron a ver qué vendían en la feria outlet. Unos acudieron por curiosidad y otros directamente a comprar.
Esta es una iniciativa que demuestra que la vida en el centro de la ciudad es recuperable. Son necesarias hacer más actividades en pro de desarrollar esta zona, buscar que resurga y los comercios que cerraron sus puertas, más temprano que tarde, puedan volver a subir sus persianas.
Unos 60 establecimientos han tenido que prescindir de sus trabajadores porque las ventas no eran óptimas, cada vez menos personas visitaban las tiendas y evidentemente, disminuía el pasear de la gente.
Las iniciativas de transformar el la zona en un espacio cultural para atraer a los melillenses, como lo propone la Asociación de la Zona Centro, o consolidar este tipo de ferias en el parque, son para aplaudir. No se puede dejar morir el corazón de Melilla.
Los mismos melillenses así lo desean y expresaron que disfrutaron de la actividad, donde se aprovechó la sombra de los árboles y el parque para esta feria.
El resurgir del centro ya no es solo por los comerciantes y los melillenses, es también por la ciudad, que necesita de estos espacios y de su historia.
El “resurgir” del centro no debería consistir en convertirlo en un mercadillo al aire libre. Los comerciantes deben vender en sus tiendas, que para eso las tienen acondicionadas y pagan impuestos. Para esto otro ya está el mercadillo al aire libre del SEPES.
Otra cosa sería que, en una fecha consensuada, todos decidieran poner sus restos a precios especiales en una parte de sus tiendas.