21 de Julio de 1921 al 9 de Agosto de 1921.
La actuación del Alcántara comenzó 21 de julio de 1921 con el intento de socorrer la posición de Igueriben. Más tarde, al no ser esto posible, protegió la retirada de la posición Annual.
Ese día, cuando estaba en Dar-Drius la mayor parte del Alcántara, recibió orden para que saliera en dirección a Annual. Al amanecer partieron los escuadrones, al mando del teniente coronel Primo de Rivera. Al pasar por Ben Tien recogieron al 5º Escuadrón, que se encontraba destacado en esa posición.
El plan previsto era subir desde Dar-Drius a Izumar, dejando el camino protegido, Y replegarse después a aquel punto una vez pasado el comandante general. Sin embarog, hubo modificaciones ya que el Alcántara llegó hasta Annual.
Por su parte, el general Silvestre partió desde Melilla hacia el frente en las primeras horas del 21 de julio, destacando hacia primera línea los últimos recursos disponibles de sus fuerzas. Hacia las 9 de la mañana llegó a Ben Tieb, donde se detuvo a la espera de que la Caballería terminara de hacer la descubierta. A continuación partieron hacia Annual. Los automóviles se detuvieron al pie de Izumar.
El Alcántara cumplió su misión sin sufrir ningún contratiempo durante la marcha. En el desfiladero de Izumar recibió orden de despojarse de todo cuanto pudiera entorpecer la marcha y el combate, si llegaba a producirse, quedando con montura pelada y armamento.
Una vez en Izumar, el comandante general montó a caballo y marchó con los escuadrones del Alcántara en dirección a Annual. Llegaron alrededor de las 12:30 horas. El Alcántara se detuvo entre la posición de Annual y la de los Regulares.
El comandante general tenía entre sus propósitos amenzar el flanco izquierdo del enemigo hacia Talilit con un Tabor de Regulares y cinco escuadrones del Alcántara para descongestionar el camino de Igueriben y facilitar la acción de las columnas de socorro.
Por la mañana habían salido las fuerzas e hicieron una tentativa para pasar el convoy a Igueriben, bajo el mando del general Navarro, 2º jefe. Comenzó el avance resueltamente, el convoy salió y pasó el rio. Llegaron las fuerzas de protección a detenerse muy cerca ya de Igueriben. Y en esa situación se sostuvieron hasta el mediodía, cuando llegó el comandante general con los escuadrones. Al tener conocimiento de la dificultad de aprovisionar la posición de Igueriben, tomó el mando de las tropas el general Silvestre, quien reiteró por escrito la orden de asaltar la Loma de los Árboles.
A las 16:00 horas de ese 21 de julio y en vista de que los moros partidarios no avanzaban un paso y que las fuerzas europeas eran contenidas por el continuo fuego del enemigo, el general Silvestre ordenó que se dispusiera a cargar contra el enemigo todo el Alcántara, al que se uniría una batería ligera. A continuación el general se puso al frente, seguido de todo su Estado Mayor. Sin embargo, en aquel momento, llegó el teniente Dalias con un aviso del comandante Llamas (2º Grupo de Fuerzas Regulares), quien aseguraba que era imposible avanzar por la resistencia contraria y que cuanta mas carne se pusiera en el asador sería contraproducente y causaría mas bajas. Aquello hizo desistir al general de la orden dada.
Sólo intervino en la acción el escuadrón de Ametralladoras que, protegido por el primero, fue colocado en el flanco izquierdo. No llegó a intervenir en el combate, pero debió efectuar fuego porque el entonces teniente Martín Galindo declaró que actuó intensamente. Incluso el entonces teniente Troncoso declaró que ese escuadrón se incorporó al resto del regimiento ya con alguna baja debida a su actuación en el flanco de protección del convoy.
El teniente coronel Primo de Rivera transmitió al coronel Manella los deseos del Alcántara de entrar en el fuego con las fuerzas que intentaban introducir el convoy en Igueriben. Pero sin ser oídos presenciaron la caída de Igueriben.
Fracasó por completo el intento de ocupar la Loma de los Árboles, aunque se cree que si el Alcántara, que había traído el comandante general y se hallaba a la izquierda de la línea, hubiera cargado como el general Silvestre proponía y el comandante Llamas le disuadió, hubiera sido posible alcanzar la posesión de la disputada Loma.
El Alcántara permaneció en Annual hasta las 18:00 horas, cuando cayó Igueriben.
El enemigo, una vez que ocupó Igueriben, se corrió hacia Annual rompiendo el fuego donde se encontraba el Alcántara. El general Silvestre le ordenó que se retirase a Dar-Drius, por el atajo de Izumar, para que el enemigo no cortase la retirada. Luego, en Dar-Drius, donde pernoctaron, recibieron nuevas órdenes.
Una sección de Sables y el escuadrón de Ametralladoras se desplegaron en guerrilla sosteniendo fuego con el enemigo. El 3º Escuadrón, que iba a retaguardia, al salir de Annual y en la parte de la carretera llamada ‘El Tobogán’, fue agredido por fuerzas moras, lo que le obligó a combatir a pie y avanzar con precauciones mientras avanzaba el resto del Alcántara retirándose. Regresó sin más novedad al campamento de Dar-Drius (excepto el 5º Escuadrón que quedó en Ben Tieb) a las 19:30 horas y volvió a tomar el mando de dicho puesto el teniente coronel Primo de Rivera.
A las 19:30 horas de cuentas, el comandante general informó a través de un telegrama directamente al Ministerio y al mismo tiempo al Alto Comisario. Comunicó su fracaso al intentar socorrer a Igueriben con un esfuerzo supremo. Había acudido con el resto de los Regulares y del Alcántara para dirigir tan importante operación. Para asegurar el camino de Annual, que en parte corría paralelamente al frente ofensivo y que el enemigo ponía empeño en cortar con redoblada amenaza, se intentó establecer a última hora una posición para cerrar el Portillo de Beni Azza, entre las llamadas “B” y Yebel Uddía. De la protección de los trabajos se encargo al teniente coronel Primo de Rivera.
Según el Diario de Operaciones de la Comandancia General, la operación fue encomendada para el día siguiente, 22 de julio, a una columna al mando del teniente coronel del Alcántara. Estaba compuesta por el Alcántara, tres compañías de “Ceriñola” y una compañía de Ingenieros con material de fortificación para establecer la posición referida en el punto que designase el capitán de la 13a Compañía de Policía.
Día 22 de julio
Conforme a lo previsto, el Alcántara salió muy temprano hacia Ben-Tieb, donde recogió al 5º Escuadrón y las unidades de Infantería y Zapadores. Luego se dirigieron a la zona que debían fortificar. Sin embargo, al poco tiempo, observaron que las tropas de Annual se retiraban en desorden y en un estado físico y moral lamentable.
El teniente coronel Primo de Rivera trató de mantener el orden en la columna pero no lo consiguió. Posteriormente se dirigió con dos escuadrones a Izumar y ordenó al resto del Alcántara que escoltara a la columna que se retiraba.
Al llegar a Izumar, se encontró la posición abandonada e incendiada. Volvió a retaguardia de la columna y la acompañó hasta Ben-Tieb. Allí dejó a los Escuadrones 4º y 5º para seguir con el resto del Alcántara dando escolta a la columna hasta Dar-Drius.
Entre tanto, la posición de Ben-Tieb estaba siendo atacada. Una Sección del 5º Escuadrón cargó y obligó al enemigo a retirarse. Luego ordenó el repliegue de las fuerzas de Ben-Tieb y él mismo protegió los dos escuadrones que allí permanecían. Llegaron a Dar-Drius sin ser presionados.
A las 17:30 llegó el general Navarro procedente de Melilla y se hizo cargo del mando de las Unidades por la muerte del comandante general. El general Navarro ordenó la formación de un "Escuadrón Provisional" con los hombres heridos, enfermos y más agotados. Se seleccionó en total 125 hombres con los peores caballos y con cuatro oficiales salieron hacia Zeluan. Llegaron sin contratiempos a la mañana siguiente.
Día 23 de julio
Las posiciones circundantes a Dar-Drius recibieron la orden de replegarse, y el Alcántara se divide en tres núcleos.
Uno se dirigió a Aint-Kert, otro a Midar, y el tercero, al mando del teniente coronel Primo de Rivera, a Cheif, porque se encontraba en la dirección Tafersit/Dar-Drius que era la más comprometida. La acción del Alcántara fue decisiva para el repliegue de estas posiciones, que a pesar de ello sufrieron numerosas bajas. Por la acción de Cheif, el teniente coronel Primo de Rivera recibió la Cruz Laureada de San Fernando.
Al regresar a Dar-Drius, el general Navarro ordenó la constitución de un convoy, para evacuar heridos y enfermos a Melilla, que iría protegido por el Alcántara.
A las 11:00 salió ese convoy, que se adelantó a los caballos que no podían seguirlo. Al perderlo de vista se oyeron disparos y el Alcántara avanzó al galope. Cuando de aproximó, descubrió que estaba siendo atacado y los heridos rematados. Los Escuadrones cargaron, hacieron huir al enemigo y posteriormente despejaron la carretera para que el convoy pudiera continuar su marcha. Fue escoltado hasta Batel.
Desde Dar-Drius se ordenó al Alcántara volver para proteger la retirada de la guarnición. Aunque la unidad ya se encontraba al límite de sus fuerzas, el teniente coronel Primo de Rivera cumplió la orden y regresó a las proximidades de Dar-Driuss. Allí encontró la columna y se colocó a su vanguardia. Pudo observar una gran concentración enemiga en el flanco izquierdo de la columna, en las inmediaciones del paso sobre el río Igan. El Alcántara cargó repetidas veces. Efectuó las últimas cargas prácticamente al paso y desapareció como Unidad Orgánica (pierde más del 80% de sus fuerzas), pero consiguió que la columna pudiera cruzar el difícil paso.
Deshecho el Alcántara, sus supervivientes, menos de 70 jinetes, se incorporaron a la columna y llegaron con ella a Batel.
Día 24 de julio y sucesivos
La columna partió de Batel a Tistuin, ya que el ferrocarril que existía había sido inutilizado. Permaneció en esa posición hasta el día 29, cuando se vuelve a emprender la retirada hacia la posición de Monte Arruit. Allí quedaron cercados por el enemigo. Los jinetes de Alcántara se encargaron de la defensa de la puerta principal de la posición, que estaba al mando del capitán Triana (Escuadrón de Ametralladoras).
El mismo día 24 comenzó el asedio a Zeluan, en cuya defensa intervinieron nueve oficiales y los 125 de tropa de "Escuadrón Provisional" del Alcántara. El 3 de agosto, con la muerte de prácticamente la totalidad de las fuerzas españolas, terminó la defensa.
El 31 de julio una granada había destrozado el brazo del teniente coronel Primo de Rivera, que fue operado sin anestesia. Falleció el 5 de agosto debido a la gangrena.
El 9 de agosto las tropas de Monte Arruit se rindieron, pero al salir de la posición el enemigo disparó contra ellos. De toda la guarnición sólo se salvaron 600 hombres que fueron hechos prisioneros.
En agosto el Escuadrón de Destinos, que se encontraba en la Plaza de Melilla, tomó parte en las operaciones correspondientes a la defensa de la misma. Se incorporó el coronel Emilio Fernández para el mando del Alcántara y durante el mes de septiembre se recibieron incorporaciones urgentes de hombres y caballos para organizar dos escuadrones que empezaron a participar en la reconquista del territorio.
Ordenanza del rey Felipe V sobre los nombres de los Regimientos
“Don Felipe V,... por cuanto por Ordenanza de 28 de febrero de 1.707 establecí los nombres perpetuos que habían de tener mis Regimientos.... ; y conviniendo a Mi servicio, que se restablezca esta regla y sea general para todos los Cuerpos de Infantería, Caballería y Dragones que me sirven en mis dominios de Europa y África, sin que los referidos nombres se varíen, aunque se muden los Coroneles, ni por otros motivos; he resuelto, que todos los Regimientos que se incluyen en esta Ordenanza se nombren perpetuamente en adelante en la conformidad que se sigue: Coronel Alejandro Cecile, Nombre que tenia “Cecile”, nombre definitivo “Alcántara”, siendo su número el 7º.”