El humo en Pediatría y la UCI obligó a reubicar a 15 pacientes, mientras ingresaban un infartado y una parturienta. Todo quedó en un susto gracias a la rápida actuación de los Bomberos. En torno a las 23:30 horas de ayer se declaró un incendio en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Comarcal provocando la alarma entre los pacientes, sobre todo en Urgencias. Una intensa humareda se propagó rápidamente dejando afectados también el área de Pediatría, el acceso a los quirófanos y el paritorio. Un total de 15 pacientes fueron reubicados en otras áreas del hospital, mientras los efectivos de Bomberos sofocaban el incendio y ventilaban las zonas afectadas. En ese mismo momento, ingresó una persona en parada cardiorrespiratoria y una mujer embarazada a punto de dar a luz.
Pasada la medianoche, los sanitarios del centro hospitalario recuperaban la normalidad, mientras que otros pacientes menos graves fueron derivados al servicio de Urgencias en Álvaro de Bazán. Los que estaban ingresados en la UCI fueron trasladados a la antigua unidad de diálisis y los menores de Pediatría, reubicados en el área de Traumatología.
Una vez controlada la situación, el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, y el director territorial del Ingesa, Francisco Robles, que se desplazaron al lugar, informaron a los medios de comunicación de lo sucedido. Aún no han trascendido las causas del incendio, pues “por prudencia habrá que esperar al informe de la investigación”. Pero todo apunta, según dijo El Barkani, a que el fuego y la intensa humareda se produjo por un recalentamiento en el Sistema de Alimentación Ininterrumpida (SAI) en uno de los generadores del hospital. Este sistema permite que el centro hospitalario no pierda la energía eléctrica en caso de apagón.